Arturo Rodríguez fue el protagonista de la entrevista de la semana de RiazorTV. El delantero contó sus sensaciones en su primer mes y medio como futbolista del Deportivo. Analizó también el empate frente al Real Madrid Castilla del fin de semana y cómo afrontan tanto él como el equipo un final de temporada que se antoja frenético en la pelea por el liderato.
Las sensaciones del partido contra el Castilla
«Creo que en casa es una cosa que no suele suceder. Puede pasar alguna vez, pero yo creo que de todo hay que aprender. Quedarse con lo bueno y aprender para que no vuelvan a pasar cosas de estar mucho tiempo sometido en un partido en casa. Lo normal es que nosotros tengamos la iniciativa».
«Sobre todo la segunda parte yo creo que fue un tema físico. Ellos son un equipo joven, que cuando le dejas transitar hacen cosas muy buenas. La segunda parte pasó eso, que había muchas transiciones y eso es algo que en la primera parte lo pudimos corregir mejor o manejamos mejor el balón para que ellos no pudiesen transitar, que fue lo que nos hizo más daño».
Sus impresiones desde el banquillo
«Desde fuera es un poco diferente. Se ve con muchos nervios. Normalmente estoy muy metido en el partido y no se lleva bien. Vengo de un sitio en el que siempre estaba en el campo y ahora no. Es verdad que esa sensación hacía tiempo que no la vivía y me cuesta el no poder ayudar desde fuera. Al final se ayuda en lo que se puede: animar a los compañeros o intentar corregir ciertas cosas que ves desde fuera y poder ayudar con tu punto de vista».
La adaptación de Arturo al equipo
«Cuando yo llegué aquí se dijo que venía un jugador de referencia y no quiero que se me encaje en eso porque no me considero ese tipo de jugador. En los sitios en los que he estado he demostrado que puedo participar del juego. No tengo problemas en que no todo sean balones arriba, también juego bien con los pies. Creo que ahí es encontrar la posición. Muchas veces también puede jugar Lucas en banda o como segundo delantero y creo que ahí tanto el como yo nos podemos sentir cómodos«.
Su fichaje por el Deportivo
«Son movimiento totalmente inesperados en el último día de mercado. Yo estaba muy tranquilo y no pensaba ni había pensado en eso. También entendía que el mismo Sanse no tenía intención de moverse en el mercado esos últimos días. Pero claro, me llaman, me dicen que está interesado el Dépor, me llama el míster y me cuenta un poco… Al final todos los jugadores estamos interesados en crecer, con 25 o 35, y a un club como este era imposible decirle que no«.
«Llegas y nada más entras en la ciudad deportiva ya te das cuenta del tipo de club en el que has entrado. Muchas veces lo grande que es un club lo ves por la gente que trabaja dentro y en el Dépor trabaja muchísima. Hay cosas (estadio, ciudad deportiva, afición…) que son de otra categoría. Por circunstancias ahora le toca estar en Primera Federación, pero como futbolista es verdad que son cosas que puedes vivir en muy, muy poco sitios de España».
La presión de jugar en un club como el Dépor
«Ahora sí que sé llevarla. Igual hace cinco, seis, siete, ocho años la hubiera llevado un poco peor. Ahora ya eres un poco más consciente y tienes un poso. Esa presión me la tomo como algo positivo, no como algo que te impida estar al 100%, sino todo lo contrario. Cuando llego al campo y veo 25.000 o 26.000 personas me lo tomo como que tengo que disfrutar cada día. Es una sensación de la hostia».
El cambio de jugar en Riazor a hacerlo fuera
«Ese cambio no sólo lo da el Dépor. Lo da el Sanse, lo da Unionistas y lo dan todos los equipos porque jugar en casa es lo normal que sea tu rutina diaria. Si a eso le sumas que tienes 20.000 personas que apoyan y te dan ese subidón de adrenalina… pues claro, no es lo mismo que si vas fuera y hay campos más desangelados, con césped en peor estado. Todo eso suma, lo que pasa que esto es Primera Federación y hay que ser conscientes que no todos los equipos van a ganar fuera de casa. Hay que encontrar el equilibrio».
#Agazapados
«Va a ser algo muy psicológico este final de temporada. De saber llevar los buenos momentos bien y los malos también muy bien. En ese sentido yo le doy menos importancia a verme líder ya. El otro día no ganamos y no nos pusimos líderes, ¿qué puedo hacer? Nada. Yo quiero estar líder la última jornada. Que ojalá lo consigamos la semana que viene y no lo soltemos hasta la 38, pero el resto de equipos también juegan y tenemos que ser consecuentes. Si no hemos hecho un buen partido y hemos conseguido un punto, pues eso nos ha hecho estar más cerca del primer puesto que hace una semana».