‘Adelante’ analiza al Córdoba del ex deportivista Paco Jémez, una de las revelaciones de la temporada 2011/12. En el inicio de Liga, los verdiblancos han sorprendido a todos con sus buenas actuaciones basadas en un fútbol vistoso y combinativo. Tras muchos años de altibajos económicos y deportivos, actualmente se encuentran en una situación envidiable y ya han mostrado sus credenciales para pelear por el ascenso.
El Deportivo se enfrentará mañana a un Córdoba que llega al encuentro en una magnífica dinámica ganadora y con la moral por las nubes. Los de Jémez son cuatros en la clasificación y presumen de un atractivo estilo de juego que le puede poner las cosas muy complicadas a los herculinos, en caso de que éstos no mejoran su imagen lejos de Riazor.
El ‘míster’. Paco Jémez. Ambición por encima de todo.
El que fuera central herculino en la época del Superdépor vive actualmente su segunda etapa como entrenador del Córdoba. La vuelta de Paco al banquillo verdiblanco le ha imprimido al conjunto andaluz el carácter y la ambición necesarios para poder estar con los de arriba. Tras siete jornadas, el técnico nacido en Las Palmas ha conseguido que los cordobesistas practiquen un fútbol vistoso y rápido que dista mucho del que mostraban el pasado año con Lucas Alcaraz al frente del banquillo. Además, su constante presión en el campo rival obliga a los contrarios a rifar el balón en numerosas ocasiones al no poder sacar la pelota jugada desde atrás. El Deportivo deberá mover el balón con mayor criterio que en encuentros anteriores si no quiere tener problemas.
El ‘crack’. Charles. Lucha, movilidad y gran remate.
Mucho ha cambiado el brasileño que hace siete años aterrizaba en Pontevedra y que llenó de grandes esperanzas a los aficionados granates. Hoy, ya con 27 primaveras, Charles se ha aupado como uno de los delanteros más peligrosos de la categoría de plata del fútbol español. En su primer curso vistiendo la camiseta verdiblanca, el ‘11’ anotó 14 dianas y se convirtió en uno de los hombres preferidos de la afición. Con gran capacidad para el desmarque, el ‘punta’ siempre es un incordio para las defensas contrarias debido a su constante presión sobre los centrales, lo que, acompañado de sus buenas maneras a la hora de encarar la portería rival, lo hacen el hombre más peligroso del conjunto verdiblanco. Forma una gran pareja atacante junto a Pepe Díaz.
El dato. La mejor defensa es un buen ataque. Solo ha encajado cuatro goles hasta el momento.
El estilo ofensivo de los de Jémez los ha llevado a ser el segundo equipo menos goleado de Segunda División, con cinco tantos recibidos en siete jornadas, solo por detrás del Hércules, que ha encajado cuatro. Una defensa adelantada, el ahogar al rival en su campo y el no renunciar nunca al ataque han reafirmado a los cordobesistas como uno de los conjuntos más fiables a la hora de mantener a cero su portería.
Un momento histórico. El primer ascenso a la máxima categoría. Ocurrió en la temporada 1961/62.
Tras varias campañas rozando el ascenso, en el curso 1961/62 los verdiblancos consiguieron su primera participación en la Primera División del fútbol español. Bajo el mandato de Roque Olsen, los andaluces lograron el ansiado ascenso en la última jornada al vencer por 0-4 al Recreativo de Huelva. La ciudad se echó a las calles para celebrar el éxito de su equipo y los futbolistas fueron recibidos como auténticos héroes. Este hito corresponde a la época dorada del Córdoba, que alcanzó su máximo esplendor en el año 1965 al quedar por delante de Real Madrid y Barcelona por primera y única vez en su historia.
Una leyenda. Daniel Onega. La mejor diestra de la historia cordobesista.
El argentino llegó a tierras andaluzas el año 1977 y, desde ese momento, se erigió en protagonista. Debido a su pasado en el River Plate argentino, fue recibido como una estrella y sobre el césped no defraudó. Onega gozaba de una pierna derecha prodigiosa que efectuaba centros excelentes y ejecutaba de manera soberbia los lanzamientos a balón parado. Su gran clase lo convirtió en uno de esos futbolistas que donde pone el ojo pone el balón, al estilo de Juninho Pernambucano. Además de la mejor diestra, es para muchos el mejor futbolista que ha habido en toda la historia del club cordobés.
Una curiosidad. La Federación lo salvó de la desaparición. Creó la Segunda División B y evitó un descenso irrecuperable a Tercera División.
La temporada 1977/78 fue una de las peores que se recuerdan en la historia del Córdoba. El club estaba inmerso en una importantísima crisis económica y un descenso a la división de bronce significaba la más que segura disolución del conjunto verdiblanco. Los resultados no pudieron ser peores. Con solo ocho victorias a favor, el equipo andaluz finalizó la temporada en puestos de descenso a Tercera División, pero la creación de una nueva Segunda División B por parte de la Real Federación Española de Fútbol le permitió al Córdoba recibir más ingresos de los que tendría en Tercera y hacer una división más larga, con lo que se consiguió evitar su desaparición.