Augusto César Lendoiro, expresidente del Deportivo, analiza la situación actual del club coruñés y también deja noticias sobre Lucas Pérez. Reproducimos su artículo íntegro a continuación:
La afición del Dépor sueña con un proyecto ilusionante
Dos meses han transcurrido desde el malogrado ascenso y de mi articulo “Ahora más que nunca ¡Vamos arriba, Deportivo!”, en el que les pedía a “los únicos que deciden sobre el futuro del Deportivo” que reflexionasen y ofreciesen “a esa afición inigualable, un proyecto serio, creíble, sin palabras huecas”.
Hoy, observo cómo a los aficionados le han preocupado calificar “la temporada de notable alto o sobresaliente”, oír “confío en ascender en el menor tiempo posible”… o ver cómo se diluye que “a cantera será el eje deportivo”. Declaraciones así han descolocado a la afición que puntúa el curso como “deficiente”; que entiende que ascender no es solo un objetivo, sino una obligación y que sufre al ver que lo de lo “generación de oro al poder” fue una bonita frase, que se convirtió en un bluff.
Los deportivistas desean un plan con objetivos a medio plazo y que se eviten esas manifestaciones que ponen en riesgo perder el crédito, y todos sabemos que en el fútbol, igual que en la vida, si pierdes la credibilidad de los tuyos lo pierdes todo.
Creo que solo se están tomando decisiones encaminadas a resolver la situación actual, lo que, en el mejor de los casos, tras el ascenso a Segunda, nos obligaría a renovar, una vez más, la plantilla, cuando necesitamos diseñar un “Plan plurianual” asentado en los grandes pilares del Deportivo: primer equipo, cantera y afición.
Un club que cuenta con un 10% de los habitantes de una ciudad es un gran club, esté en la categoría que esté, pero si en la política no se puede andar a “golpes” con los votantes, en el fútbol, un sentimiento, es preciso mimarlos, y más tras su comportamiento excepcional, so pena de revivir los finales de los años 80.
No es difícil contentar al socio, tanto en lo deportivo como en lo económico, porque lo han dado todo a cambio de muy poco. Son 22.000 abonados, que destrozaron el récord de una liga no profesional, tras un año para olvidar, que están soportando la inflación y que -después de renunciar a devoluciones por la pandemia, pagan los carnets a precios de otras categorías – ven como las “mejoras” se reducen a que “se congelan los precios” (sic) y a equiparar a los precios Sub-18 con los Sub-14.
Ante una crisis como la que sufrimos, yo esperaba un guiño a esos sufridos 22.000 -y así alcanzar los 25.000- a través de una reducción de precios y de elevar hasta Sub-30 las ventajas de los Sub25, como ya se hizo antes, por un paro juvenil que provoca seguir dependiendo de los padres; “idea” que este ejercicio copió el Celta.
Y ojo. Creo que es muy peligroso pensar que la afición está ganada para siempre, porque es tan difícil crearla, como fácil destruirla… o maquillarla con los pasos a “Socio Amigo”. Para evitarlo pienso que es el momento en el que cada uno de los 25.000 pequeños accionistas debe aportar sus ideas sobre el Depor, con el máximo cariño y respeto, pero también con el misma grado de sinceridad. Hace medio año estimé que manifestarlo entonces podría generar demasiada presión, igual que ahora pienso que dejarlo para más adelante podría ser demasiado tarde.
Pero así como veo fácil satisfacer a la afición, me parece mucho más complicado hacer lo propio con nuestra “Generación de Oro”, y será muy difícil volver a contar con otra camada con numerosos internacionales Sub-19, y que, en la práctica ninguno cuente, en una liga no profesional, con la confianza del entrenador.
De poco me sirve la juventud en el Fabril. Incluso lo veo peligroso, porque “no por mucho madrugar, amanece más temprano”, y en el fútbol también, porque igual que defiendo que los tocados por la varita mágica deben saltar las categorías que merezcan, me niego a que ese paso excepcional “se le regale a nadie”.
Ya vimos como un Juvenil Campeón de España fue capaz de poner de moda a la cantera. Ese debe ser el primer gran escalón y no convertir al Fabril de Tercera en el “División de Honor”, porque, si en dos años no pasan al Depor se aburrirán del filial con tan solo 19-20 años y “exigirán” subir al primer equipo o quedar libres.
No estamos clamando por ver a los canteranos como titulares, sino que se cuente con ellos de verdad. Que tengan su espacio. Está claro que el pilar innegociable del proyecto es ascender, y para ello es necesaria experiencia, pero sin olvidarse de los chavales.
Y las últimas noticias que nos llegan de las relaciones canteranos- club no son tranquilizadoras cara a los juveniles que están llegando. Criticamos los robos de los clubs grandes y la deslealtad de Noel y Cía -algo que siempre ha existido- pero no apostamos por ellos ni económica ni deportivamente, al negarles una “caseta a la medida para nuestras mascotas”, como le hizo el Racing a Pablo Torre,
Difícil lo tendrán, a pesar de su valía y tratarse de una liga no profesional, los Mella (ojo, libre a los 20 años), Barcia, Jairo, Val… si se confirman los 18 mayores y los 6 Sub-23: en el primer equipo, demasiados obstáculos para unos jóvenes que no van a tener que tirar la puerta abajo, sino que tendrán que derribar toda la casa.
Se necesita un proyecto ilusionante a medio plazo, que culmine con el ascenso a Primera, y en el que veteranos y jóvenes sean complementarios y no excluyentes. Ejemplos tenemos en el Depor, aunque se lea muy poco, porque el último ascenso ¡a Primera División! lo consiguió en 2013-14 Fernando Våzquez -¡qué enormes errores sus despidos y que hoy no figure en algún puesto técnico clave del Club!- con la mitad de los titulares formados en Abegondo: Insua, Alex, Juan Domínguez, Seoane, Juan Carlos Real, Laure, Luís Fernandez, Fabricio…
Si entonces se alcanzó un brillante ascenso, no parece descabellado intentar algo similar a través de un “Plan plurianual”, aprovechando la extraordinaria ola social y esa ola gigante que dibuja una “Generación de Oro”, que llegaba de muy niños al Depor y que las distintas directivas y técnicos han ido mejorando desde entonces. Este si sería el proyecto que ilusionaría de verdad a los seguidores blanquiazules.
Augusto César Lendoiro
Ex-Presidente R.C.Deportivo.
PD. Uno de los que manda en Cádiz -y manda mucho-, me “garantiza” que Lucas permanecerá allí “al menos dos años”, por lo que bueno sería que, si se precisa un delantero de nivel, se tenga muy avanzado ‘un plan B.