«No noté sensaciones demasiado extrañas», así fue para Eneko Bóveda el hecho de jugar sin público en Riazor. No se trata de unas declaraciones a favor de la decisión de LaLiga de reanudar la competición sin aficionados, responden a la concentración necesaria durante los partidos. «Durante el partido te centras en otras preocupaciones, si piensas en algo que no sea el balón, estás fuera del partido y no serán las mejores condiciones para rendir».
En la rueda de prensa virtual, Bóveda reconocía que «no lo noté demasiado. Al principio tal vez, se ha hablado tanto de eso que se alimenta la leyenda. Antes de empezar el partido te fijas más y le das una importancia mayor. En mi caso, es posible que en otros partidos lo notes más», agregó.
Dejó claro que «evidentemente, con público la belleza del fútbol es mucho mayor, pero a la hora de jugar no lo noté demasiado». El motivo no es otro que «durante el partido te centras en otras preocupaciones que ocupan todos tus pensamientos. Si piensas en algo que no es actuar, estás fuera del partido. El día que me fije yo o que otro lo haga en esas circunstancias, no serán las mejores condiciones para rendir. En los momentos en los que consigues fluir, solo estás tú, el balón y los contrarios».
Este fue un punto que hablaron tras el partido en el vestuario, donde Eneko destacó que hay «sensaciones de todo tipo. Desde los que lo notaron más… yo no tuve sensaciones demasiado extrañas».
Un punto insuficiente
«El resultado me parece malo. Al final, por una parte, matemáticamente creo que es malo. También por el tema psicológico de empezar ganando y coger ese impulso para que las piernas pesen menos, para que haya más alegría en el día a día. El inicio lo considero más importante que otro partido. Si tengo que valorar el resultado, no lo doy por bueno», inició.
Y es que las sensaciones para él son «agridulces. Por una parte, vi al equipo o me pareció con ritmo, físicamente bastante bien. Los datos físicos son buenos. En el juego hubo alternancia en el dominio, el resultado para nosotros es malo en las circunstancias clasificatorias en las que nos encontramos. Como partido hubo un poco de todo. Cosas a reforzar y cosas a mejorar, intentamos hacer lo mejor que pudimos de varias formas, incluso cambiando de dibujo. Intentamos desajustarles más, en algunos momentos los conseguimos y en otros el Sporting hizo las cosas bien. El empate fue justo».
¿Hay preocupación por la falta de gol?
«El hecho de que los tiros no fueran a portería creo que ayer fue circunstancial, no fue un partido sin ocasiones. El remate mismamente de Christian estuvo cerca de ser gol, seguramente fue más peligroso que si tiras desde 40 metros al centro de la portería. No es que nos preocupe la falta de gol, nos preocupa la situación clasificatoria en la que estamos. Esto es así, por una parte es una Liga nueva, pero por otra parte es la continuación de algo que habíamos hecho muy mal durante muchas jornadas y ahí estamos. Va a ser duro, lo que marcará la diferencia será cómo afrontemos estas adversidades».
Aunque hizo un análisis táctico más profundo, apuntó que «hicimos cosas bien y otras un poco peor. Con el balón no me parece que estuviésemos mal, encontramos buenas situaciones, éramos capaces de llevarla de lado a lado, encontrar a jugadores libres de marca. Sin balón nos costó un poco el robar más rápido después de la pérdida, que era una de las claves de nuestro plan. Robar lo antes posible y a poder ser cerca de su área. Ahí creo que igual no lo interpretamos bien o faltaba cierta chispa en las piernas, nos costó un poco y es la fase donde pienso que más podemos mejorar o ser más críticos con nosotros mismos».
La preocupación física
Eneko Bóveda apuntó que «uno tiene sus temores por la condición física. Sobre todo yo venía de una racha bastante mala. Enlazo la rotura de fibras de Almería con otra según empezamos a entrenar. Sinceramente, pierdes confianza en tu físico, me encontré bien. Al principio, lo que llaman los ciclistas la carbonilla, como que el cuerpo no arranca del todo en los primeros minutos. Después bien, acabé el partido bastante entero y contento por no lesionarme, me parece que todos los que jugamos acabamos en óptimas condiciones y algo habremos hecho bien para que eso sea así».
El Oviedo, una final
«Ojalá estuviésemos jugando finales y tuviéramos la oportunidad de levantar un título. Es un partido muy importante, pero estoy convencido de que si lo ganamos vamos a seguir preocupados. Si lo perdemos, seguiremos con fe. Con esto no le quiero quitar importancia al partido, pero si tuviéramos que elegir un partido para ganar sería este. Si nos plantamos un poco y nos vamos a datos objetivos, lo que hay que hacer es ganar x partidos para ganar la categoría. Si son más, mejor».
«Estamos abajo en la clasificación, nadie se puede olvidar de eso. Nos enfrentamos a una realidad, quedan 10 partidos y hay que ganar la mitad. Los equipos a los que nos enfrentamos son como nosotros. El objetivo es claro, hay que dejar los miedos a un lado y afrontarlo valientes y convencidos», agregó.
Un calendario muy apretado
El lateral del Deportivo reconoció que tendrán poco descanso, algo que puede perjudicarles. «Hemos tenido mala suerte en este primer tramo, el que pienso es más importante. Sobre todo en el plano físico, los que pasen este primer corte de los primeros cuatro partidos, después el cuerpo se va a adaptar a ese ritmo y se va a llevar mejor. Lo mejor hubiese sido empezar el viernes o jueves, esa primera entrada a la Liga hacerla con más margen. Si nos hubiesen dado a elegir, todos hubiésemos elegido un par de días más. Tenemos plantilla, tenemos buenos fisios, buenos médicos y buen nutricionista. Confianza total en que nos vamos a recuperar bien, el que no se recupere para este lo hará para el siguiente».