Después de competir con Saúl durante gran parte de la temporada, Diego Caballo e ha asentado definitivamente en el lateral izquierdo del Deportivo, aunque como él mismo reconoce no esté al nivel más alto: «Empecé muy bien y con confianza, pero es cierto que desde la lesión me está costando tener las mismas sensaciones que a principio de temporada. Pero los jugadores pasamos por momentos buenos y malos. Puede que ahora no sea el mejor momento mío, pero quedan seis partidos y si juego intentaré rendir como al inicio, reivindicarme».
Prefiere dejar las notas para cuando termine el curso, pero no oculta la satisfacción por su primera temporada en la élite: «Claro que estoy satisfecho. Cuando subes a un equipo profesional es impensable imaginar que vas a contar con tantos minutos. Es una mezcla de alegría y nunca conformismo. Siempre con esa ambición que me ha caracterizado y que sigo teniendo».
La sensación predominante esta semana en el vestuario blanquiazul es la de haberse sacado un peso de encima tras el triunfo ante el Numancia. Caballo también es sincero en ese aspecto: «Hicimos lo más difícil e importante, que era volver a ganar. Ahora llega un nuevo reto. Conseguir la victoria fue un alivio, quitarse esa sensación de no estar haciendo las cosas tan mal, pero no conseguir los puntos. Respiras y te sientes aliviado, algo más relajado».
Caballo se espera un partido muy duro en La Romareda, «es un histórico y tiene necesidad, como todos ahora», pero cree que el Dépor ha cambiado la inercia para este tramo final: «El equipo siempre ha estado fuerte, unido. Siempre hemos buscado la victoria. No creo que hiciese mucha mella no haber logrado los partidos. Parece que se van cerrando puertas, que queda menos… el otro día conseguimos ganar y hay que seguir sumando«.