Desde su llegada al banquillo de Riazor, Óscar Cano ha repetido en varias ocasiones que se encuentra muy satisfecho con los jugadores que tiene a sus órdenes. En su última comparecencia ante los medios, el técnico alabó a dos miembros de su plantilla que están disfrutando de bastantes minutos y han sido titulares en la mayoría de los últimos onces del conjunto herculino cuando han estado disponibles. Son los casos de Diego Villares y Orest Lebedenko.
En el caso del centrocampista de Vilalba, Cano afirma que «cada vez que podemos contar con Villares se me multiplica la felicidad«. «Tiene una capacidad innata para saber dónde va el pase y esa facilidad para el momento exacto del acoso. Y luego una habilidad para quitarle la pelota. Es un jugador que para el Deportivo es oro«, aseguró.
Uno de los valores del ’22’ que más atrae al entrenador es su capacidad de adaptación a diferentes roles, llegando incluso a tirar de él como lateral derecho cuando Antoñito no estuvo disponible. Para argumentarlo, recurrió a un ejemplo protagonizado por un exdeportivista como Fede Valverde. «Es un jugador tan polivalente… es muy parecido a lo que puede hacer el Madrid con Valverde. A veces dentro, a veces fuera… es un jugador muy completo», explicaba.
Lebedenko, clave en defensa y en ataque
Con la lesión de Raúl Carnero saltaron todas las alarmas en el Deportivo. Ante la falta de un sustituto de garantías (Retu no contó con la confianza del técnico), Óscar Cano decidió alinear a Pablo Martínez en la posición de lateral izquierdo. Un parche que se quedó sólo en eso, pues la dirección deportiva del equipo coruñés salió a peinar el mercado en busca de un nuevo inquilino para el carril izquierdo. Finalmente, lo encontraría a pocos kilómetros de distancia en la figura de Orest Lebedenko, entonces jugador del Lugo.
Con el fichaje del ucraniano el Dépor ganó un jugador con una destacada «capacidad de anticipación, atención hacia cosas que son relevantes y al que cuesta mucho desbordar«, según explicó Cano en sala de prensa. Unas virtudes que complementan su buen hacer en la parcela ofensiva, donde ya destacaba en el equipo lucense: «Es un lateral profundo, puede ser un receptor cuando se incorpora, puede movilizar otros defensores y generar espacios. En los últimos dos partidos, si hubiese estado medianamente acertado llevaría 3 goles. Nos está aportando mucho».
Ahora, con la recuperación de Carnero, el granadino tendrá que elegir entre el que fue su lateral hasta caer lesionado o Lebedenko, que parece haberse asentado en su puesto y no se lo pondrá nada fácil al coruñés. «Teníamos una preocupación obvia con la baja de Raúl y mira ahora con qué dos laterales puedo contar de absolutas garantías». Bendito problema.