Cuando Etayo Herrera señaló el final del partido entre Deportivo y Arenteiro, la sensación del deportivismo era la de una afición que había visto perder a su equipo a pesar de que este hubiese empatado. El gol de Manuel Romay en el último minuto provocó que los seguidores blanquiazules viesen venir los fantasmas del pasado y comenzaran a recordar ciertas frases que hacen referencia a la fiesta y los ‘fuciños’. Sin embargo, los antecedentes más próximos del equipo coruñés invitan mucho más al optimismo que al desánimo.
El conjunto dirigido por Imanol Idiakez ya se ha enfrentado a contextos en las que la presión era mucho mayor que la actual. Incluso con el propio técnico jugándose el cargo y varios jugadores su lugar en la plantilla. A pesar de ello, el Dépor fue capaz de darle la vuelta a la situación y levantarse para acabar cuajando una espectacular segunda vuelta que le sitúa en una posición privilegiada para buscar el ascenso directo.
El mayor ejemplo de esto se encuentra en el mes de diciembre, cuando la tensión llegó a su punto álgido y el proyecto de Fernando Soriano estuvo muy cerca de saltar por los aires. Un pobre empate en Riazor frente a Osasuna Promesas situó a Idiakez al borde del precipicio, llegando a Barcelona con el agua al cuello y las maletas hechas por lo que pudiese pasar. Pero finalmente Davo rescató un triunfo frente al filial del Barça en el descuento y salvó a su jefe.
Con todo, no duraría mucho la alegría, pues apenas una semana después el Dépor volvía a dejarse puntos en casa, ahora ante el Sestao River, y el ruido de fondo volvía a señalar al banquillo. Sin embargo, una jornada después Davo volvía a hacer acto de presencia en O Carballiño para conseguir otra victoria con remontada y dar vida a la escuadra coruñesa.
Ya en un tiempo más cercano, el Sabadell también se llevó un punto de Riazor, aunque el equipo ya es otro y fue capaz de enlazar cinco jornadas seguidas ganando hasta el último fin de semana. Así, el Deportivo ha demostrado a lo largo del año que si algo no le falta es capacidad de resistencia para capear el temporal y caminar sobre el alambre sin caerse.
El mejor visitante para disipar dudas
Pese a que una parte de la afición anda con la mosca detrás de la oreja, lo cierto es que el equipo también tiene el argumento positivo de ser el mejor visitante de la categoría, sumando cinco puntos más que el segundo en este particular. Un terreno en el que los jugadores han demostrado moverse como pez en el agua y en el que tratarán de repetir este fin de semana frente a un Sestao River que no pierde en Las Llanas desde hace casi cinco meses.