La derrota ante el Eldense dejó en evidencia que este Deportivo se encuentra en un aprendizaje continuo en la LaLiga Hypermotion. Más allá del resultado, los coruñeses mostraron una de sus peores versiones, tras una gran dinámica en las últimas jornadas, en su visita al Nuevo Pepico Amat. El cuadro de Óscar Gilsanz fue superado por el Eldense de José Luis Oltra, quien pese a su breve estancia en el equipo alicantino, mostró mayor colmillo en un encuentro vital por la permanencia.
El Deportivo se topó enfrente con un Eldense bien organizado que no solo le impidió desplegar su mejor fútbol, sino que además le castigó a los espacios. En ese contexto, el conjunto blanquiazul volvió a pecar de falta de contundencia para cortar el ritmo de un partido que, en todo momento, estuvo bajo control de los alicantinos.
Pocas faltas, síntoma de blandeza en el Deportivo
«Parece que no podemos hacer faltas», lamentaba Diego Villares tras un choque en el que los coruñeses se quedaron en tan solo cinco infracciones frente a las trece de los azulgranas. Para colmo, una de ellas fue el penalti de Pablo Vázquez sobre Masca, un fiel reflejo de un equipo que se vio superado e incapaz de reaccionar tras el gol.
Solo ante Córdoba y Huesca (ambas derrotas en la primera vuelta) cometió el mismo número de faltas. Una estadística que en ocasiones no tiene gran relevancia en el desenlace del partido, pero que en el caso del Deportivo rememora algunas de sus actuaciones más pobres del curso. Gilsanz también señaló que «a veces hay que cortar la jugada en su inicio», algo que los blanquiazules no llevaron a cabo en Elda, propiciando situaciones de contragolpe como las del segundo tanto.
Por otro lado, el Deportivo tendrá enfrente la próxima jornada a un conjunto con características similares en cuanto a orden defensivo, pero también con una gran pegada arriba como el Huesca. Bajo el mando de Gilsanz, los blanquiazules han logrado resarcirse siempre de sus tropiezos al conseguir puntuar en la posterior jornada. No obstante, el reto será mayúsculo ante unos oscenses en absoluta forma con una racha de doce partidos invictos en la competición doméstica.