«Si analizamos el partido sin tener en cuenta el resultado, el mejor equipo ha sido el Dépor«. Con esas palabras resumía Idiakez el primer choque del Dépor en su regreso a Segunda División, que acabó con derrota ante el Oviedo. Ese día, como en casi todos los encuentros de este arranque de curso, el cuadro herculino no fue inferior a su rival. Sin embargo, las cifras son claras: de los 6 equipos que se han medido al Dépor, 4 se han llevado la victoria. Y uno de los motivos, sin lugar a dudas, es el elevado número de ‘regalos’ que el conjunto blanquiazul está haciendo a los atacantes rivales.
En líneas generales, la defensa deportivista se está mostrando sólida, pues concede muy pocas ocasiones a sus rivales. De hecho, según datos de Opta, con 4.9 goles esperados en contra, el Dépor podría ser equipo que mejor defiende… Podría serlo. Pero no lo es, porque los tres penaltis cometidos en estos primeros seis partidos hacen que la cifra se dispare hasta el 7.2. Tres penas máximas con las que el rival tuvo en bandeja la oportunidad de batir la meta coruñesa. Todos ellos aprovecharon el ofrecimiento.
Pero los tres penaltis, cometidos por Petxa, Pablo Martínez y Barcia, no han sido los únicos regalos de un Dépor excesivamente generoso con sus rivales. En Granada, el propio Pablo Martínez (suplente por primera vez este sábado), inauguró el marcador con un gol en propia. Ante el Huesca, voló un punto cuando Blasco se quedó completamente solo en una acción de estrategia. También sin oposición y a balón, Carracedo vio puerta en la visita herculina a Córdoba.
Y volviendo al estreno contra el Oviedo, Alberto del Moral remató a placer para hacer el único tanto del partido. Llevaba solo cuatro minutos compitiendo en el fútbol profesional y el Dépor de Idiakez ya había concedido su primer gol. Y desde entonces, el Deportivo no para de demostrarse a sí mismo que los errores se pagan muy caros en LaLiga Hypermotion. El último ejemplo llegó este sábado, cuando lo que apuntaba a un empate ante el Burgos se truncó por un mal pase atrás de Petxa que Álex Sancris convirtió en el 0-1.
Demasiados errores, casi todos evitables sin excesivos problemas, que están condenando a un Dépor capaz de hacer sufrir a sus rivales, pero que tropieza en momentos clave. Los blanquiazules son uno de los equipos que menos remates concede por partido (con una media de 9.6). Por ello, evitar esos traspiés que tanto están penalizando es la clave para empezar a sumar con más asiduidad.