La magia del calendario asimétrico implantado en las competiciones del fútbol español desde hace unos años provoca situaciones como las de tener que esperar casi 30 jornadas para ver a un rival como el Teruel por segunda vez, pero que en la misma temporada el Deportivo – Cultural Leonesa se repita poco más de tres meses después – 13 partidos – del duelo de la primera vuelta.
Este corto periodo de tiempo no ha sido impedimento, en todo caso, para que el devenir de ambos equipos en la Primera Federación haya dando un cambio radical. El 14 de enero, el Deportivo salía del Reino de León a 10 puntos del liderato e incluso fuera de puestos de playoff con la Cultural, tercer clasificado, ocho puntos por encima.
Este sábado, el cuadro de Raúl Llona visitará Riazor como el equipo que está fuera de la zona que da derecho a pelear por el ascenso – tiene cuatro puntos menos que la Ponferradina – mientras que el cuadro herculino acaba de conseguir la mayor ventaja al frente de la clasificación que ha tenido ningún equipo del grupo esta temporada. De +8 para la Cultural a +12 para el Deportivo en 13 jornadas. O, lo que es lo mismo, 20 puntos más de los últimos 36 para los de Idiakez.
La espina clavada de la última derrota
Además de la obvia motivación por mantener la ventaja en lo más alto de la tabla, el Deportivo – Cultural Leonesa tiene el aliciente extra para los blanquiazules de enfrentarse al último equipo que consiguió derrotarlos. Nadie ha tenido éxito en el intento durante una segunda vuelta inmaculada hasta el momento, con 11 victorias y únicamente 2 empates.
Aquel 1-0 en el Reino de León supuso un punto de inflexión para el Dépor y puede decirse que también en la Cultu, aunque en su caso para mal. Porque si unos no han vuelto a perder, los otros apenas han podido ganar de nuevo. Sólo dos victorias desde entonces, con una racha negativa de 10 encuentros sin sumar los tres puntos hasta que recientemente ha vencido al Lugo y a la Real Sociedad.