La edición número LXXVIII del Trofeo Teresa Herrera está siendo más accidentada de lo prevista. Y eso que aún faltan varios días hasta la celebración del clásico torneo veraniego organizado por el Deportivo en el estadio de Riazor. Si hace unos días se amenazó con la posibilidad de que las leyendas deportivistas Mauro Silva y Bebeto no estuviesen presentes, ahora el punto de mira está en el rival, el Red Bull Bragantino, que jugará con su equipo sub-23.
Esta circunstancia ya era de sobra conocida en la localidad brasileña de Bragança Paulista, donde tiene su sede el conjunto del estado de São Paulo, en cuya federación de fútbol ocupa la vicepresidencia Mauro Silva. Los compromisos deportivos del club impiden que pueda estar este sábado en A Coruña, teniendo que hacerlo su segundo equipo. De hecho, el propio sábado el Bragantino juega un compromiso de liga ante Coritiba.
Actualmente, la entidad en la que se formó Mauro Silva antes de recalar en el Deportivo ocupa la sexta posición del Brasileirão, el campeonato de liga del país sudamericano. De hecho, en la última jornada consiguieron sumar los tres puntos al vencer como visitante al Fortaleza, lo que le permite colocarse en los puestos que dan acceso a la Copa Libertadores, si bien aún restan más de la mitad de las jornadas por disputarse.
Una experiencia que se repite para el Deportivo
No es la primera vez que un equipo brasileño acude a disputar un amistoso frente al Deportivo con jugadores que no son los del primer equipo. La última vez que esto sucedió fue en la temporada 2017-18, cuando el Corinthians visitó Galicia para ser el rival de los herculinos en el Memorial Moncho Rivera. En aquella ocasión acudieron con únicamente tres futbolistas de la primera plantilla, por lo que el Dépor venció cómodamente por 7 a 0.