A sus 29 años, Diego Villares atraviesa probablemente el mejor momento de su carrera. El próximo mes de agosto el mediocentro iniciará su sexta temporada con el Deportivo. Lejos queda ya aquel 7 de febrero de 2021 cuando, ante el Coruxo, veía recompensado su trabajo silencioso en forma de debut con el primer equipo. Lo que el de Vilalba no imaginaba es que, cuatro años después, se convertiría en uno de los grandes líderes del vestuario blanquiazul.
“Mini Bergantiños”, como el propio Álex lo bautizó, ha experimentado un crecimiento mayúsculo en los últimos años. Tras formarse en el Racing Villalbés, el Deportivo se hizo con sus servicios en 2018 para su filial. Ese mismo año marcharía cedido de nuevo al equipo de su ciudad natal, donde su gran rendimiento provocó que el cuadro coruñés depositase su confianza en él para el Fabril. Sin pausa pero sin prisa, Diego Villares comenzaba a cosechar los primeros frutos de su gran progresión.
El de Vilalba se abría hueco. A mitad de la temporada 20-21 entraría en dinámica de primer equipo para, meses después, asentarse de la mano de Borja Jiménez. Fue con el técnico abulense donde Diego Villares mostró su versión más polifacética. Aunque se desempeñó principalmente como pivote o interior, también ocupó el lateral diestro ante las múltiples bajas en esta posición. Su rendimiento, como no, volvió a reforzar su figura como un jugador indispensable en las filas blanquiazules.
En la 22-23, Diego Villares seguía creciendo en el Deportivo. Con todo, el cuadro coruñés seguía enredado en la Primera RFEF. La llegada de Imanol Idiakez convirtió al centrocampista en un futbolista todavía más capital si cabe. Junto a José Ángel formó un doble pivote intocable. La capacidad para distribuir y también para replegar del sevillano permitió a Villares tener más presencia en la parcela ofensiva. Con 4 goles y 5 asistencias, el de Vilalba fue uno de los artífices del ascenso a LaLiga Hypermotion del Deportivo. Un merecido premio a la persistencia, realizando así esta pasada campaña su debut oficial en el fútbol profesional.
Un salto importante de categoría que, en el caso de Diego Villares, apenas se ha notado. El centrocampista ha rendido con la misma regularidad que siempre le ha caracterizado. Con la llegada de Óscar Gilsanz, Villares reencontró sus caminos con un técnico que conocía de sobra sus posibilidades. El de Vilalba cumplió con creces las expectativas, siendo uno de los pilares de la permanencia del Deportivo.
Villares y un reto mayúsculo en lo individual
166 partidos después, es difícil imaginar un Deportivo sin Diego Villares. En su sexta temporada, el centrocampista tratará de liderar al cuadro coruñés en la búsqueda de ese tan ansiado ascenso a la élite. Es sin lugar a dudas su gran reto, aunque también tendrá grandes objetivos en lo individual.
Tras la conclusión de esta campaña, Villares es el 33º futbolista con más partidos oficiales con el Deportivo. De lograr disputar un mínimo de 32 partidos la próxima campaña conseguiría escalar hasta el puesto 21. El de Vilalba superaría así a Jorge Andrade (169), Juan Domínguez (171), Jacques Songo’o, Luis López Rekarte (176), Djalminha (181), Roy Makaay (181), Paco Liaño (183), Daniel Aranzubia (188), Juan Rodríguez (190), Javier Manjarín (196) y Nando (197).