Donato, exjugador del Deportivo, ha sido uno de los últimos en opinar sobre la actualidad que rodea al conjunto herculino. Lo hizo en una entrevista concedida al diario Marca, donde ofreció consejos tanto al conjunto coruñés y lamentó la forma en la que lo despidieron del club.
«Yo siempre digo que a veces no quiero hablar del Deportivo. Me entristece por todo, por cómo tratan a los jugadores… Yo estuve trabajando ahí, representando Deportivo. Y estaba ayudando, ayudando a los jugadores. Iba donde me mandaban y de repente me echaron sin avisarme, sin nada. Entonces, si te cuento eso, ¿qué te parece?», indicó.
Aunque se reconoció dolido, indicó que sufre «con la afición por lo que está pasando. Un Deportivo que mete más de 20.000 personas en el estadio en cada partido y los jugadores no son capaces de responder al cariño de esta afición que sigue apoyando. Yo creo que da la impresión que los apoya más ahora que en nuestra época, que cuando perdíamos un partido nos llamaban de todo. Ahora pierdes y la gente aplaude. Espero que estén haciendo lo mejor para que el Depor pueda subir».
Para Donato, «hace falta un trabajo de mentalizar a los jugadores, una persona que pueda estar haciendo un trabajo que el entrenador no puede hacer. Mira cuántos entrenadores han pasado por el Deportivo». Bajo su punto de vista, «fue una tristeza que echaran a Borja. Y luego viene otro… Estamos con la esperanza de que hayan acertado, pero yo creo que hacen las cosas sin pensar. Toman decisiones para querer agradar a otro y así no funciona. Yo siempre hablé de que el Deportivo necesita de un jugador, una persona que haya estado muchos años en el club para hacer ese trabajo entre vestuario, club y entrenador. Es un club donde los jugadores vienen aquí parecen que ya han ganado, pero tienen que demostrar. La afición del Deportivo es muy buena, pero protege de más. Cuando las cosas van bien se habla muy bien, pero cuando van mal…».
La falta de líderes en el vestuario
Para Donato, el Deportivo pasó de «tener muchos líderes en el vestuario, pasó a no tener líderes. Después de salir Mauro, Fran, Naybet, Molina o yo, los capitanes pasaron a ser Manuel Pablo y Valerón, dos personas con personalidad totalmente diferente. De tener un vestuario controlado por todos aquellos veteranos, pasas a tenerlos a ellos. No es nada en su contra, que los quiero un montón, pero te quiero enseñar el cambio que hubo.
Cuando el equipo va mal tienen que pedir explicaciones a los líderes. Si eres el entrenador cobras de los líderes para que lleguen a los chavales, a las personas. Viví ahí diez años, yo conozco lo que pasa en un vestuario. Ves como un jugador se esconde en un partido. Muchos entrenadores no se dan cuenta de cuando están perdiendo a un vestuario. No sólo en el Deportivo, la mayoría de los clubes necesitan una persona así».