En el mes de mayo el Deportivo se adentraba en el sprint final de la temporada en Primera Federación. El equipo afrontaba los últimos cuatro partidos de liga con cuatro puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, un Barça Atlètic al que se tendría que enfrentar en la segunda semana de mes.
Antes de el duelo directo por el ascenso, los herculinos tendrían que viajar al País Vasco para enfrentarse al Sestao River. El Deportivo encaraba este encuentro sabiendo que, en caso de ganar, tendría su primera bola de partido el siguiente fin de semana. En un choque muy igualado y de pocas opciones para ambos equipos, un penalti provocado por Yeremay, pasado el minuto 70, y transformado en gol por Lucas desatascó un resultado que parecía inamovible por como se estaban sucediendo los hechos. Al conjunto blanquiazul no le tembló el pulso ante la posibilidad de dejar el ascenso en una final y sacó el partido adelante con casta de campeón.
Al 0-1 en Sestao se le unió la victoria del Barça Atlètic por 2-1 ante el Tarazona. Tras estos resultados, coruñeses y catalanes se citaban ocho días después, en una ‘final’ en la que los blanquiazules tendrían su primer match ball para dar el golpe definitivo a la temporada, mientras que los blaugranas tendrían la posibilidad de meterle el miedo en el cuerpo a los gallegos que, de perder, no podrían volver a pinchar al tener tan solo un punto de ventaja.
Jaque mate
Aquel 12 de mayo llegaba a Riazor un equipo que, a pesar de jugar en la tercera categoría, estaba plagado de estrellas y jugadores que pocos meses después están siendo importantes en clubes de la alta alcurnia europea. Algunos de los hombres que participaron en ese partido se han asentado en el primer equipo culé, mientras que otros han ido a buscar sus oportunidades lejos de casa.
Marc Casadó se ha convertido una de las revelaciones de la temporada siendo indispensable en el esquema de Flick, Gerard Martín y Pau Víctor son jugadores, prácticamente, a todos los efectos del primer equipo; mientras que Marc Bernal, tras un inicio de campaña prometedor con el Barcelona, se rompió los ligamentos de su rodilla cortando su proyección con el primer equipo. Por su parte, otros como Marc Guiu, quien está jugando competición europea con el Chelsea, o Mika Faye, por el que el Rennais pagó más de 10 millones este verano, han decidido progresar en su brillante futuro en otros equipos de Europa.
Con ese elenco visitante, sumado al que ya conocemos de los locales, con jugadores de primer nivel como Lucas Pérez, Mella o Yeremay; prometía un encuentro de altísimo nivel para la categoría y contaba con el aliciente de que los tres puntos podrían venir acompañados de un ascenso al fútbol profesional.
En un inicio tímido de partido en el que los dos equipos tenían en la cabeza lo que había en juego, Marc Guiu fue el jugador más activo intentando acercarse a la meta de Germán sin mucho peligro. El Dépor también tuvo alguna tímida ocasión en la primera mitad, pero el respeto que se tenían ambos equipos imperó y al descanso se llegó con el empate sin goles.
Tras el paso por vestuarios fueron los jugadores blanquiazules los que más enérgicos salieron y más lo intentaron. La primera ocasión clara del segundo tiempo se la anotó Lucas Pérez, quien, tras una buena asistencia de Yeremay, hizo un remate picado por encima de Astralaga que se paseó por el área pequeña y se marchó cerca del poste. Poco después, un mal despeje de la zaga blaugrana le permitió a Pablo Martínez ensayar una volea desde el borde del área. Tras rematar, el francés sufrió una durísima entrada, por la que el colegiado pitó falta, de un Moha Moukhliss que solo vio la cartulina amarilla tras llegar tarde y con los tacos a la altura de la rodilla del jugador deportivista.
En ese instante, en el minuto 57, el momento de Lucas Pérez había llegado. El capitán, experto en el balón parado, tendría una oportunidad de oro para romper la igualdad presente en el electrónico. La posición de la falta la hacía muy peligrosa, bastante centrada y a pocos pasos del semicírculo del área. El ‘7’ colocó con mimo la pelota y los jugadores del Barcelona, todos en el área propia, colocaban una muralla con siete futbolistas entre el balón y la meta de Ander Astralaga. Tras el silbido del árbitro, Lucas chutó con potencia con su pierna izquierda al palo del portero, donde no llegaba la barrera. El disparó, que pasó por encima de un Pablo Vázquez agachado que trataba de dificultar la visión del guardameta, se coló en el fondo de las mallas que defendía el arquero vizcaíno.
En ese momento la locura, ante la posibilidad del ascenso, se desató en las 31.833 almas que abarrotaban Riazor. En caso de mantener este resultado positivo en los poco más de 30 minutos que restaban el Deportivo regresaría al fútbol profesional luego de 4 años vagando por el infierno.
El partido siguió con su curso con ocasiones para ambos conjuntos pero sin demasiado peligro. Luego de que Germán, quien jugó con el radio roto el tramo final del choque, atajase un centro lateral de los barcelonistas, la euforia se desató en Riazor y comenzó la fiesta del ascenso. Gracias al gol de Lucas Pérez y al 1-0 definitivo, el Deportivo daba el jaque mate a sus rivales, asegurándose matemáticamente la primera plaza cuando aún faltaban dos encuentros por jugarse.
Tras el partido la fiesta invadió la explanada de Riazor, donde se había instalado una fan zone para seguir el partido y para la celebración con los jugadores en caso de una victoria. A pesar de las desavenencias con el ayuntamiento las celebraciones siguieron su curso normal, poniendo en stand-by el recibimiento por parte de las autoridades en la Plaza de María Pita.
A pesar de ya haber logrado su objetivo, el ascenso, al Deportivo aún le quedaban tres partidos por disputar en el mes de mayo, los dos últimos de liga y la ida de la final de campeones ante el Castellón. En primer lugar, los deportivistas volverían a visitar el País Vasco, esta vez para enfrentarse a la Real Sociedad B en un encuentro en el que Barbero puso el empate a uno, a pesar de las numerosas rotaciones visitantes. Para cerrar la temporada regular, Riazor recibiría al Real Unión, que estaba peleando en busca de la permanencia. Con goles de Alcaina, Salva Sevilla y Mella; los herculinos vencieron 3-1 al conjunto de Irún, que finalmente se salvó como consecuencia de los resultados en otros campos.
Mismo rival, diferente situación
Luego de un año de la aciaga eliminatoria del Deportivo contra el Castellón, blanquiazules y albinegros se volverían a ver las caras, esta vez con mucho menos en juego que la anterior. La ida de la final de campeones tendría lugar en A Coruña el 29 de mayo.
El ganador de esta eliminatoria se convertiría en el campeón absoluto de Primera Federación en esta temporada y omitiría una ronda de la Copa del Rey. En un primer partido que no se destacó por su intensidad, el Deportivo batió a los valencianos por 2-1, llevándose a Castalia un gol de ventaja para el definitivo partido de vuelta.
Douglas abriría el encuentro para los locales con una buena acción en el tramo final de la primera mitad. En la segunda parte los coruñeses le darían la vuelta al marcador con los goles de Lucas Pérez, quien había fallado un penalti en el minuto 30, y de Pablo Martínez tras un rebote en un saque de esquina.