Un gol en propia puerta del Córdoba evitó que el colista se llevara los tres puntos de Riazor. Víctor Fernández, más tocado que nunca.
En «el partido más importante de lo que va de temporada», según sus propias palabras, Víctor Fernández realizó cuatro cambios con respecto al equipo que tan mal arrancó en Getafe. Alberto Lopo, de vuelta tras su sanción, ingresó en la defensa por Pablo Insua, Juanfran volvió al lateral para dejar la posición de extremo a José Rodríguez, Cuenca ocupó el costado zurdo enviando a Fariña al centro -Lucas era baja por acumulación de cartulinas- y Toché le arrebató el puesto a Oriol Riera en la punta del ataque. Así que con los Riazor Blues en su grada y después de que el técnico local fuera pitado al ser nombrado por megafonía, salió fuerte el Deportivo para tratar de transformar en hechos sus palabras de la previa y adelantarse pronto ante un Córdoba que optó por un once muy ofensivo.
Antes de que se cumpliera el minuto cinco, los blanquiazules dispusieron de dos de sus mejores llegadas: primero Fariña se encontró con una gran mano de Juan Carlos tras una jugada individual y poco después el disparo de Cuenca se fue rozando el larguero. Al cuarto de hora, Luisinho subió la banda como un avión y pidió penalti por una caída en el área en la que el árbitro vio simulación del portugués y desde entonces se empezó a calentar el partido. El gol se resistía y lo que no tardaron en aparecer fueron los nervios, tanto en la grada como en el césped, haciendo que las posesiones se atragantaran y los gallegos empezaran a abusar del balón largo sobre un Toché que sufrió mucho para bajarlas.
Por su parte, el Córdoba respondió con un par de contras peligrosas que a punto estuvieron de dar un gran disgusto a la parroquia coruñesa. Poco después de un gol anulado a Florin Andone por claro fuera de juego, Borja García dispuso de la más clara al rematar completamente en el área llegando desde atrás, pero su disparo se fue a las manos de Fabricio.
En el último minuto de la primera mitad y más por empuje que por buen juego, consiguió el Dépor generar varios córners consecutivos y en uno de ellos logró enviar el balón a la red, pero el línea levantó la bandera por fuera de juego de Toché.
Pero como lo que va mal siempre puede ir a peor, Riazor se convirtió en la casa de los horrores en la segunda mitad. Cuando se iban a cumplir diez minutos sin apenas llegadas de ninguno de los dos equipos, Florin Andone recibió un centro desde la izquierda, la bajó entre los dos centrales y con tranquilidad definió ante Fabricio.
Desde entonces, impotencia total de un equipo que no solo no mejoró con los cambios -pasó a 4-4-2 con Oriol Riera y Toché en punta- sino que se rompió y entró en una esquizofrenia que desencadenó en la expulsión de Luisinho -doble amarilla-. Tras dicha acción, saltó entonces el feudo blanquiazul para pedir, al unísono, la salida de Víctor Fernández.
Con diez y ya cuando nadie creía en el gol del local pues el Dépor ni se había acercado con peligro, tuvo que ser el Córdoba el que se metiera el gol en propia puerta en un córner. Pero el punto, que no sirve ni a nivel clasificatorio ni para cortar una racha que alcanza ya las ocho jornadas sin vencer, no evitó que Riazor estallara con un tremendo abucheo tras el pitido final ni que Víctor Fernández quede más tocado que nunca.
Ficha técnica
Deportivo: Fabricio; Juanfran, Lopo, Sidnei, Luisinho; Álex B., Borges; José Rodríguez (Oriol Riera, min. 56), Fariña, Cuenca; y Toché.
Córdoba: Juan Carlos; Gunino, Pantic, Crespo, Edimar; Krhin; Bebé, Cartabia (Fidel, min. 79), Borja García, Heldon (Rossi, min. 75); y Florin.
Goles: 0-1, Florin, min. 54. 1-1, Florin, p.p., min. 85.
Árbitro: Prieto Iglesias, del comité navarro. Mostró tarjeta amarilla a Krhin, Borges, Cartabia, Juanfran, Medunjanin, Crespo; y expulsó a Luisinho por doble amarilla en el minuto 68.
Incidencias: partido correspondiente a la 30ª jornada de la Liga BBVA 14-15 disputado en Riazor ante 17.602 espectadores.