El Deportivo es el equipo más despiadado de Primera División, o al menos el único capaz de jugar con los sentimientos de sus aficionados de una forma tan cruel. Porque el viernes volvió a despertar las esperanzas de unos seguidores ya resignados al descenso. Incluso se lo agradecieron con aplausos. Ese autoengaño duró apenas unos días, cuando ante el Getafe volvió a verse al peor equipo de la categoría, esa Cara B que sale a relucir cada vez que el equipo juega fuera de casa sin la amenaza de una pitada.
Sorprendió a todos Seedorf, amigo de la continuidad en sus primeros partidos a pesar de de los malos resultados, decidió darle un giro al equipo después del buen partido ante el Espanyol. Mantuvo la línea defensiva, pero renovó el centro del campo con Muntari y Krohn-Dehli y prescindió de Andone arriba. Para lo único que sirvió fue para comprobar que el danés no está para jugar ahora mismo, al menos en el Dépor, y no es que el listón esté demasiado alto.
El encuentro, jugado bajo un manto de lluvia y con el césped pesado, se pareció más a un peloteo de tenis que a un partido de fútbol en los primeros minutos. Balones largos de unos y otros en los que el equipo coruñés dio más sensación de peligro, pero sin tirar a puerta. Bakkali llegó varias veces a línea de fondo para demostrar que sigue teniendo muchas lagunas en la toma de decisiones. Ningún centro suyo encontró compañero. También naufragó Lucas, que llegó a posiciones de disparo pero nunca se atrevió.
Ninguno sufría, hasta el que Dépor decidió conceder dos regalos antes del descanso. Porque eso no ha cambiado con Seedorf, que se cansa de pedir intensidad y concentración para que luego cuatro jugadores se queden mirando a un rival en un saque de banda en campo contrario. Portillo recibió, se giró, pensó durante varios segundos y habilitó a Amath a la espalda de la zaga. El atacante picó la pelota ante la salida de Rubén y Ángel la empujó en boca de gol. Después fue el turno para Krohn-Dehli, que perdió el balón en la frontal del área propia. Molina asistió a Ángel y el centro del canario lo desvió a portería Bóveda. Daba igual, sino hubiera llegado el central blanquiazul había tres azulones esperando el remate.
Así se le esfumó el encuentro a los blanquiazules. Seedorf trató de enmendar su propio error, aunque sólo a medias. Dio entrada a Borges por Krohn-Dehli, retrasando a un Mosquera perdido en la media punta. Resulta increíble que, como ya hiciera Pepe Mel, haya entrenadores que insistan en sacar de posición al coruñés, cuya influencia pierde cuanto más se acerca a la portería rival.
No cambió nada, sólo la lluvia y el color de la camiseta del Getafe sirvieron para diferenciar el segundo tiempo del de Mendizorroza. Bueno, eso y otro error garrafal en defensa, con Bóveda regalándole el tercer a Jorge Molina en los últimos minutos con una cesión corta a Rubén. El único disparo a puerta lo hizo Luisinho desde lejos para cubrir expediente y que, al menos, no se le pudiera echar en cara eso al equipo.
FICHA TÉCNICA:
Getafe CF: Emi; Damían, Djené, Bruno, Antunes; Portillo, Mora (Gaku, min.64), Arambarri, Amath (Ndockyt, min.85); Ángel (Remy, min.74), Jorge Molina.
RC Deportivo: Rubén; Juanfran, Schär, Bóveda, Luisinho; Muntari (Andone, min.63), Krohn-Dehli (Borges, min.46); Adrián, Mosquera, Bakkali (Cartabia, min.77); Lucas Pérez.
Goles: 1-0: Ángel, min.40. 2-0: Bóveda, en propia puerta, min.44. 3-0: Jorge Molina, min.82).
Árbitro: Munuera Montero. Mostró tarjeta amarilla a Luisinho, Krohn-Dehli, Mosquera y Bóveda en el Dépor y a Mora, Amath en el Getafe.
Incidencias: Estadio Coliseum Alfonso Pérez. Partido de la jornada 26 de Primera División. Antes del partido se guardó un minuto de silencio por Enrique Castro Quini, fallecido el pasado martes.