Los herculinos disputarán a finales de julio un partido amistoso ante el conjunto que lanzó al exjugador deportivista, la Académica de Coimbra.
6 de noviembre de 2010. Empate a dos entre el Portimonense y la Académica de Coimbra. Corría el minuto 91, y Jorge Costa, técnico del conjunto visitante –y mítico central de aquel Oporto de José Mourinho que eliminó al Deportivo en las semifinales de Champions de 2004-, decidió dar entrada a un joven talento emergente que había llegado a la disciplina blanquinegra apenas un año antes, Ibrahim Sissoko. El debut del talentoso centrocampista costamarfileño fue efímero, pero no se convirtió en un episodio cerrado.
La incorporación de Sissoko, que llegó a Coimbra en categoría juvenil, supuso un pequeño giro en la política de fichajes del conjunto portugués, hasta entonces caracterizado por bucear también en las distintas categorías del fútbol brasileño con relativo éxito. Claudiano Bezerra da Silva ‘Kaká’, también exintegrante del Deportivo, fue uno de los jugadores que, con anterioridad, más rentabilidad había proporcionado a la Académica tras emprender allí su carrera en Europa en el año 2006, al ser adquirido posteriormente por el Hertha de Berlín previo pago de una cifra cercana a los dos millones de euros.
Sissoko, que dejó una grata impresión durante su estancia en A Coruña, también se marchó a Alemania un año y medio después de comenzar a despuntar en el estadio que visitará el Deportivo el próximo 31 de julio, el EFAPEL Cidade de Coimbra. Fue allí donde el excéntrico futbolista africano logró captar la atención de varios equipos extranjeros, entre ellos el Tottenham, al que diversos medios ingleses y lusos situaron a finales de 2011 tras la pista de Sissoko y Éder –ahora en el Sporting de Braga e internacional por Portugal-. Sin embargo, fue el Wolfsburgo quien logró la contratación del desequilibrante mediapunta de Abidjan y, en la actualidad, el equipo con el que el Deportivo deberá lidiar si planea volver a contar con él para la próxima temporada.