El temporal de lluvia y viento también ha querido dejar su impronta en el Estadio de Riazor. La zona de vestuarios, oficinas y medios de comunicación de la casa del deportivismo han sufrido graves desperfectos que hay que sumar a los recientes desprendimientos de las cubiertas.
Haciendo un balance positivo de lo que pudo haber sido, por suerte el agua no llegó hasta la estación de iluminación de Riazor, algo que habría tenido graves consecuencias en lo que a la instalación eléctrica del estadio de refiere.
Como explica el club en un comunicado en su página web, los problemas que están teniendo los aficionados cada vez que hay un partido con lluvia, ahora se han trasladado al interior del estadio, así que se espera que las obras comiencen cuanto antes para ponerle punto y final a las molestias que esto acarrea.

«El Deportivo está poniendo todos los medios posibles para subsanar este problema actual a la espera de las obras de mayor calado que se van a acometer entre todas las instituciones implicadas para solventar definitivamente todos los problemas estructurales y de mantenimiento que presenta el estadio coruñés».
Balaídos, rodeado por agua
Tampoco se han librado en Vigo del temporal que azota Galicia, y de hecho podría suspenderse el partido del fin de semana entre el Celta y Atlético de Madrid. Así ha amanecido el estadio del conjunto olívico en los días previos al encuentro.
