Abegondo y Riazor tienen línea directa. El Deportivo sigue apostando por su cantera como base del proyecto deportivo, y en ese proceso los entrenadores de la casa se han convertido en una figura clave para facilitar la transición de los jóvenes hacia el fútbol profesional.
Miguel Figueira, técnico del Juvenil A, puso en valor el papel de Óscar Gilsanz y Manuel Pablo, responsables del primer equipo y del Fabril, como impulsores del talento que se forma en Abegondo.
“Tenemos jugadores que están cerca de poder debutar en el primer equipo. Guerrero, Pablo García, Samu Fernández, Manu Ferreiro o Noé —que ahora está lesionado— están muy cerca. Esa naturalidad ayuda a los chicos a concentrarse mejor en el día a día y a tener esa expectativa de poder debutar”, señaló Figueira.
En las últimas semanas, futbolistas como Samu y Mardones han participado con el primer equipo, mientras que otros como Manu y Guerrero se han consolidado en el Fabril. Todo ello bajo una lógica compartida: dar oportunidades a quienes se lo han ganado compitiendo.
“Tener entrenadores de la casa ayuda a adelantar esos procesos. Muchas veces decimos que los chicos tienen que derribar la puerta, pero hay veces que pueden caer porque son jóvenes y aún no tienen esa experiencia. En esos momentos, el apoyo del entrenador, de los de la casa, es importante”, afirmó.
Figueira destacó también la relación de confianza que mantiene con Gilsanz y, especialmente, con Manuel Pablo, con quien intercambia jugadores a diario.
“Tener a Óscar y a Manuel Pablo para mí es un aliciente, una garantía y una tranquilidad. Sobre todo con Manuel Pablo, que es el más cercano porque compartimos jugadores todos los días. Es de agradecer que tire de los juveniles porque cree en ellos y compiten. Y cuando sabe que tenemos apuros, echa una mano, aunque a veces pueda verse perjudicado”.
Aunque reconoció que esta cercanía no impide que técnicos de fuera también puedan apostar por la cantera, subrayó que el conocimiento interno aporta un valor añadido.
“No quiero decir que no pueda venir un entrenador de fuera y que haga debutar a jugadores de la casa. No es excluyente. Pero tener entrenadores de la casa da un plus a todos los chavales que están entrenando día a día en Abegondo”.