Alberto Quiles está siendo uno de los nombres propios del Deportivo esta temporada. Igual que pasó en la anterior, donde hubo algún bache, cuando está enchufado demuestra que la categoría se le queda pequeña. El delantero está en su último año de contrato, consciente de que si nada se tuerce, como mínimo jugará en Segunda División la próxima temporada.
Cabe recordar que Alberto Quiles firmó por dos temporadas con el Deportivo, con un año a mayores en caso de ascenso. Es decir, si el Deportivo consigue el ansiado regreso a Segunda División, automáticamente Quiles tendrá un año más de contrato con el conjunto herculino. De no ser así, será libre de firmar con cualquier equipo. Esto hace que sea él quien tiene ahora mismo la sartén por el mango.
Teniendo en cuenta este escenario, desde el Deportivo ya le han comunicado al futbolista su interés de renovarlo. Unas negociaciones que de momento no han avanzado como el propio jugador ha reconocido en rueda de prensa. «De momento no hay nada y por lo que hemos hablado, no creo que haya ahora en Navidades. Se habló en su día y no se llegó a un acuerdo. El club defiende lo suyo y yo lo mío. No significa que haya ningún enfado ni nada. Es una negociación y no pasa nada».
Así las cosas, todo hace indicar que se trata de una renovación compleja en la que Quiles tiene la mayor capacidad de negociación. Si el Dépor asciende, la próxima temporada se garantiza jugar en Segunda División y en caso contrario, teniendo en cuenta su rendimiento de estas dos temporadas hay varios equipos que ya lo tienen en el punto de mira.
Desde la secretaría técnica del club son conscientes del interés que suscita Quiles, por eso se trabaja en las distintas opciones que harían que el futbolista renovase antes de esperar al desenlace de este curso. En caso de que no haya acuerdo y el equipo se mantenga en la misma categoría, también se podría dar el caso de una negociación con el Deportivo una vez conozca de forma detallada el resto de ofertas con la temporada finalizada. El propio futbolista ha reconocido en más de una ocasión sentirse muy cómodo tanto en el club como en la ciudad.