Arsenio Iglesias acuñó varias de las frases que han quedado para toda la eternidad en el imaginario del deportivismo. Desde el famoso ‘qué duda cabe’ hasta el ‘cuidado con la fiesta que nos la quitan de los fuciños’. Recordamos alguna de las mejores frases de un entrenador que se convirtió en el emblema de una ciudad.
¿Qué se puede decir de alguien al que tuvieron que reclamar los Blues para que volviese al campo y darle así un último aplauso como entrenador? Sobre todo cuando espeta un «me voy para que luego puedan darme un abrazo y no me maldigan en agosto. Lo que no quiero es que nadie me maldiga».
Además de las dos frases iniciales, también le debemos la de «orden y talento». Dos palabras con las que Arsenio Iglesias definía lo que para él era el fútbol. Además, con mucho orden a falta de talento.
También está en el recuerdo una imagen de Arsenio camino al vestuario con un «¡tanto súper y tanta hostia!». Y es que cuando el Súper Dépor maravillaba, en un partido que iban 2-0 contra el Tenerife les acabaron empatando. Y esa fue la reacción del entrenador camino a los vestuarios.
Lógicamente no puede faltar la frase con la que nuestros amigos Manuel y Benjamín acuñaron su popular podcast. En un sufrido partido en el que el Deportivo consiguió la permanencia, Arsenio se abrazó a Martín Lasarte. «Qué alegría Martín, qué alegría. Cuanto sufrimos».
Como si fuese un visionario, Arsenio Iglesias hizo un llamamiento al final de la temporada 93-94. «Tú lo que no puedes es andar como loco. Con la fiesta. Como ya pretendemos andar un poco. Ojo a la fiesta, que te la quitan de los fuciños, pero inmediatamente»,
Y para finalizar, una de las frases que resume a la perfección lo que era Arsenio Iglesias. Después de perder una Liga en el último minuto, acuñó aquel «mucho que decir y poco que contar». Con un fantástico «hasta fuimos a fallar un penalti cuando no había tiempo ni para respirar”.
Arsenio, gracias por tanto.