Óscar Gilsanz mantiene la idea de competir hasta el final de la temporada. El técnico quiere exprimir al máximo a su equipo en este final de temporada para dejar un buen sabor de boca a los aficionados con el aliciente del Día de las Peñas. El betanceiro aseguró, en rueda de prensa, que cuenta con las mismas bajas de la semana pasada con la duda de un Yeremay que espera que llegue pero al que no va a forzar. Como ya es habitual, no dio pistas sobre su futuro y recordó cómo vivió el título de Liga que cumple 25 años.
Mismas bajas con la incógnita de Yeremay
«Las bajas son las que eran la semana pasada, Ximo, Barcia, Mella, Gauto y José Ángel, que lo estamos cuidando de sus problemas y no está entrenando. Yeremay no entrenó durante la semana, pero creemos que hoy sí que podrá para ver cómo está para mañana. Hay alguno más con molestias, pero en principio están el resto disponibles».
«En la toma de decisión de los minutos y de quien este disponible puede pesar esa situación (la de no jugarse prácticamente nada a nivel clasificatorio). No vamos a tomar ningún riesgo ni con él ni con ningún jugador. Creemos que está recuperado, no es una lesión en sí, es una molestia, una sobrecarga. Si creemos que no está para salir de inicio o para jugar no lo hará. En este momento en la toma de decisiones tenemos en cuenta esa ecuación riesgo-beneficio».
Un Granada activado con el cambio de entrenador
«El objetivo es hacer un buen partido después del mal sabor de boca del partido en Gijón. Hay ganas de volver a Riazor y hacer un buen partido, no pienso en el marcador, sino en jugar bien contra un gran equipo que se juega el playoff y que viene activado con el cambio de entrenador. Pacheta es un gran entrenador y tiene la capacidad de motivar al grupo en estos últimos partidos. Es una opción para nosotros de dar una buena imagen delante de nuestra gente y, más aun si cabe, en el día de las peñas. Es el día ideal de hacer un buen partido y dejar buen sabor de boca como hace 15 días».
Seguir compitiendo
«Somos profesionales y sabemos que independientemente de los objetivos clasificatorios está la capacidad de competir. Ya dije que no entiendo el futbol sin competir. A los jugadores les seguimos exigiendo el máximo cada día en los entrenamientos y en los partidos. Riazor es suficiente motivación para todos para dar lo mejor de uno mismo. Tenemos que competir contra nosotros mismos y sacar la mejor versión de cada uno. Todos los partidos van a ser importantes para ello, somos competitivos siempre».
Su futuro
«La comunicación con la dirección deportiva fue prácticamente diaria durante toda la temporada. Trabajamos todo el día en Abegondo y siempre hablamos y teneos comunicación. Hablamos en base a futuro para tener diferentes puntos de vista, hasta ahí puedo contar».
«Poco importa mi percepción, yo estoy tranquilo. Sé que hay que ir respetando los plazos que se marquen respeto a la toma de decisiones, no hay más cera que la que arde. Mi función es tratar de seguir sacando lo mejor del equipo para estos partidos y es lo que me centra ahora. Por el resto, se irá desenvolviendo la situación poco a poco».
«Estaríamos hablando de hipótesis. Lo importante es cómo acabamos la temporada. A partir de ahí todo lo que pueda surgir son hipótesis que nunca pensé hasta ahora».
El día de las peñas
«El protagonismo de las peñas y de nuestro aficionados es capital en cada partido, no solo mañana. En este club la aportación de nuestra gente siempre que jugamos en Riazor es capital. Quizá mañana un poco más por ser el día de las peñas y porque tenemos todos en mente que vamos a celebrar el 25 aniversario de la consecución de la Liga. Es una motivación especial jugar en Riazor, todos están deseando jugar y tener esas buenas sensaciones que no siempre tuvimos. Es el momento de refrendarlo con dos partidos buenos en casa y que la gente salga feliz de Riazor».
Su recuerdo de la Liga
«No hay un solo deportivista que no se acuerde de qué hacía y dónde estaba en ese momento. Yo estaba en el estadio, veníamos de engalanar el bar de nuestra peña en Betanzos. Recuerdo de venir a A Coruña con un amigo deportivista y otro que no lo era. Se me quedó grabada la frase de que me dijo uno: ‘no me creo que vayamos a Riazor para ser campeones de Liga’. Recuerdo más la celebración, no del propio día, porque en Betanzos se celebró todos los fines de semana hasta que empezó la Liga siguiente. Es algo que nos hace eternos como club».