Hay tres futbolistas del Dépor ABANCA que han disputado todos los minutos en liga. Una de ellas es Inés Altamira (Ibiza, 1994). Asentada en el eje de la zaga, la balear atiende a riazor.org en la previa del partido contra el Levante Las Planas, curiosamente, el equipo con el que debutó en Primera. En una extensa entrevista, habla de su presente, del proceso para llegar hasta él y, sobre todo, del modelo de juego del Dépor.
Llevas unos meses aquí, pero parece como si llevaras más tiempo.
Creo que es algo genérico que le pasa al grupo. Todas somos nuevas, muchas ni nos conocíamos de antes. Y, desde el principio, yo tengo la sensación como si fuera gente con la que llevo 5 años. El grupo ha encajado muy bien y eso al final es la leche. Un 70% de nuestra vida es aquí dentro, y ya no solo aquí, somos personas de fuera, y muchas cosas las hacemos juntas porque no conocemos a otro tipo de gente aún.
¿Qué te llevó a ti a fichar por el Dépor?
Me surge la posibilidad de venir y todo lo que recibo es muy bueno. Me dan muy buenas referencias. Y ha sido llegar y, parecen tonterías, pero cuanto más llevas jugando, valoras mucho más los detalles. Entrenar todos los días en césped natural me parece una cosa espectacular, los servicios médicos, tener un vestuario única y exclusivamente para nosotras. Yo en mi vida lo he tenido, y he estado en clubes como el Espanyol, que no te estoy hablando de un club… Además, tenemos un bus que hace una ruta para traer a las jugadoras a entrenamientos y partidos. Se nota que es un club señor. Y que hace las cosas como tienen que ser, pero como no se hacen en muchos sitios.
Es decir, estás disfrutando.
Sí, es obvio. Los resultados se están dando y eso hace que te sientas mucho más a gusto y disfrutes mucho más. Pero yo creo que también por la filosofía de juego que tenemos, o lo que nos ha intentado transmitir Miguel. Siempre he tenido estilos de juego, no quiero que suene mal, más simples. Más de balón a la central, jugamos en largo y a partir de la segunda jugada… Entrenadores que igual no han creído tanto en nosotras o en que podamos proponer algo distinto a los demás equipos. Que luego no tiene que ser mejor ni peor. Pero creo que las jugadoras estamos sabiendo cogerlo bien, en líneas generales. Para ser un equipo nuevo con una idea prácticamente nueva para todas, porque yo no vengo de equipos que me hayan dicho que tengo que jugar el balón… Y creo que nos pasa un poco a todas. Eso hace que disfrutemos mucho más.
El modelo de juego del Dépor
Mencionabas que nunca te habían pedido salir con el balón jugado. ¿Cómo ha sido el cambio de chip?
No es que nunca me lo hayan pedido, es que siempre, en los equipos que he estado, lo han pedido de boca pequeña. Vamos a salir jugando, pero a la mínima, a los tres días, ya estamos cambiando otra vez. Aquí somos mucho más fieles a esa idea y la intentamos llevar más hacia el extremo. Al no estar acostumbrada a eso, te exige interpretar muchas más situaciones de juego, tener que exprimirte mucho más a nivel mental.
(Sigue)
Cuando hablas de salida de balón, la diferencia que veo con otros sitios no es solo en las centrales, va envuelto todo el equipo. Aquí me resulta mucho más fácil porque veo a mis compañeras siempre mejor ubicadas, dándote una solución. Eso igual en otros sitios no me ha pasado. Eso hace que podamos tener una fluidez mucho mejor, seguramente con otro tipo de jugadoras no podríamos hacer lo que estamos haciendo.
¿Cómo decides cuándo jugar en corto y cuándo utilizar el desplazamiento en largo?
Generalmente, lo primero que intento hacer es pararme y mirar cual es la situación del equipo. Si en un momento dado hemos intentado jugar varias acciones en corto y nos vienen a apretar muy arriba, ahí sí que alternas en largo para que se separen un poco, para que ya no tengas a su defensa apretando tanto, porque se sienten cómodas. También va en función del partido. Generalmente, a nosotras nos pasa que en los primeros minutos, los equipos nos vienen a apretar más arriba y luego según pasan los minutos ya empezamos a tener más el control. Yo creo que parando, mirando y sabiendo interpretar la situación.
Hablamos del juego con balón. Sin él, defendéis lejos de vuestra portería. ¿Cómo te encuentras a campo abierto?
Parte del éxito de que encajemos pocos goles es por lo que hacemos en el momento en el que perdemos el balón. En el partido te das cuenta, pero cuando lo ves en casa todavía lo ves multiplicado por mil. Hay situaciones en las que perdemos el balón y no han pasado ni 2 o 3 segundos y ya lo hemos recuperado. Sin esa presión, a muchas jugadoras las dejas pensar 5-6 segundos con 50 metros, porque muchas veces estamos defendiendo con 50 metros a la espalda, y nos podrían hacer un traje si no lo hiciéramos tan bien. Es un riesgo, con una jugadora de calidad o tras un fallo puntual, pero yo creo que ahora mismo nos está dando más de lo que nos está quitando. Yo me siento cómoda.
Tengo que preguntarte por el partido de este sábado. ¿Para la futbolista es una semana especial cuando hay un partido así?
Parece que todo lo que se está generando alrededor, además que coincida como el último partido del año, va perfecto para el momento. Claro que sí, estoy con muchas ganas, es el primer clasificado y también a mí me apetece plantarme en el campo y ver… Yo tengo clarísimo donde está el equipo, pero quiero que se certifique en el campo. Dar un golpe sobre la mesa. También te digo, independientemente de lo que pase este sábado, quedan muchísimas jornadas. Suena a tópico, pero yo creo que este año en la liga se van a perder muchos puntos, un Levante Las Planas cuando se vaya al campo del Pradejón o del Parquesol, ese tipo de desplazamientos van a ser peligrosos. Y para nosotras también y para todos los equipos. Pero estoy con muchísimas ganas de este partido y de ver lo que pasa.
¿Qué partido te imaginas?
Nos vamos a encontrar a un rival similar al Barça B, de la primera jornada. Vendrán a buscarnos, será un partido muy igualado, también creo que les vamos a plantear un partido como no se han encontrado hasta el momento, y eso igual hace que ellas no se encuentren tan cómodas como se han sentido hasta ahora. Seguramente estaremos hablando de un partido muy igualado y muy disputado.
El proceso, la transformación personal
Curiosamente, tú debutaste en Primera con el Levante Las Planas (2012-13). Háblame del proceso que hubo desde ahí hasta tu versión actual.
Yo llego a Barcelona con 18 años y ahí empiezo en el Levante Las Planas. Sinceramente, me acabo de ir de casa, voy a estudiar, me pongo a jugar al fútbol porque me gusta, pero claro, te estoy hablando de hace 9 años. En ese momento, el fútbol femenino… Yo ni cobraba. Es como lo último, para que me entiendas, tengo otras prioridades.
Y de ahí pasas al Espanyol.
Ahí ya parece que fichas por un club, por una institución como el Espanyol. Pero me veo ahora con 27 años y siento como que esos 6 años que he estado en el Espanyol, agggg, los tenía que exprimir. Pero claro, obviamente tenía 20 años, no tenía la mentalidad que tengo ahora. Paso esos 6 años en el Espanyol, unos mejores, otros peores, casi siempre he jugado, el fútbol era importante para mí, pero no tenía las cosas tan claras como las tengo ahora. El punto de inflexión me llega el año que me voy del Espanyol (2020).
¿Por qué?
En Barcelona me había acomodado un poco, jugaba siempre, no me estaba exigiendo más de lo que podía dar, que creo que sí que me podía exigir… Pero claro, en ese momento en el que estás metido, te lo dicen, pero tú no te das cuenta, la gente te lo puede decir, pero tú siempre buscas una excusa para no hacerlo. El año que me voy del Espanyol, a mí no me renuevan el contrato. Claro, en el momento en el que me voy es como: “Wow, se me acaba el mundo”. Llevo viviendo 8 años en Barcelona (6 en el Espanyol, 2 en el Levante Las Planas), he formado aquí mi vida y me tengo que ir sin querer irme. Es una sensación muy rara. Y ahí es cuando digo: “Vale, Inés, te vas a ir, tienes que dar un paso hacia delante en otras cosas para tener un mejor rendimiento”.
¿En qué sentido?
Hago cambio a nivel de alimentación, de todo. Ahí cuando me voy es cuando pienso que si me quedo ahí, me voy a quedar atrás. Si no das un punto más… La liga está mejorando mucho, las jugadoras físicamente van muy bien, si no estás bien en esto, te va a venir cualquiera y te vas a quedar atrás, sobre todo ahí. Cuando voy a Logroño inicio una vida nueva, llego sin conocer a nadie, es el año del covid, todo ayuda a una vida más tranquila. Y pasa la temporada y pasan x cosas, como todo. Cuando llevas tanto tiempo jugando, te pasan muchas cosas, y por suerte acabas extrayendo algo positivo. De todo el mundo que pasa, de los entrenadores… Siempre aprendes algo, o de lo que quieres hacer o de lo que no quieres hacer.
Y ahí fichas por el Dépor.
Llego aquí con otra perspectiva completamente distinta. Yo muchas cosas ya las he pasado, no quiero que suene soberbio. He estado en Primera y he jugado, he disputado una final (de Copa), que me encantaría jugar más, ¿eh? Me fliparía, obviamente, porque quiero más y más. Pero todos esos procesos ya los he pasado, entonces me planto aquí con las ideas muy claras y con muchas vivencias y la claridad de saber lo que quiero y de saber cómo lo quiero. Yo soy muy clara y eso me ha traído muchos problemas en mi vida. La gente tiende a preguntar qué piensas, pero no todo el mundo está dispuesto a escuchar qué piensas realmente. Al final aquí, por el momento, que nunca se sabe lo que puede pasar, he encajado muy bien.
Y que siga siendo así. Decías que venías para disfrutar y para ascender, ¿no?
Por supuesto (se ríe). Para disfrutar y para ascender. Está clarísimo que ya no es mi objetivo, es el de todas. Y que tenemos clarísimo que queremos volver a Primera División y, obviamente, si es aquí, mucho mejor.