Irene Ferreras, entrenadora del Deportivo Abanca, se pasó por rueda de prensa en una jornada especial dentro de las reivindicaciones por la igualdad, al coincidir con el Día Internacional contra la violencia de género. Más allá del manifiesto que leyó junto a Óscar Cano, la preparadora del equipo blanquiazul valoró la trascendencia que tiene para el desarrollo del deporte femenino que existan referencias como ella en puestos de responsabilidad. Además, tras la derrota ante el Barça B, destacó la importancia del choque de la décima jornada ante el Tenerife Granadilla B.
«Ojalá pudiera decir que queda poco por hacer para alcanzar la igualdad, pero la realidad es que queda mucho. No podemos mirar a otro lado, lo sabemos. Cuando empecé a entrenar no era muy consciente de la importancia que podía tener mi figura o la de una mujer entrenadora, pero ahora sí me siento muy orgullosa de poder vivir del fútbol siendo mujer, poder romper barreras con otras compañeras», arrancó Ferreras, que recalcó que las mujeres deben «seguir siendo valientes, alzando la voz y molestando todo lo que podamos». «Es un momento para seguir luchando por nuestros derechos, me siento orgullosa de poder hacerlo visible», recalcó.
Sobre el encuentro de este sábado ante el conjunto canario apuntó que aunque enfrente estará «un rival difícil», contra «contra cualquier equipo, sobre todo cuando está en una situación en la clasificación por debajo (de nosotras) es donde no podemos perder los puntos». La entrenadora deportivista destacó que el Granadilla es un filial que «está haciendo las cosas bien», aunque recalcó que su equipo está «creciendo en muchas facetas del juego». «Intentaremos ser solventes atrás y mejorar quizá en esa definición y claridad para generar el mayor número de situaciones posible», expresó.
Clave para eso será mantener la regularidad en casa: «Somos muy conscientes de la importancia que tiene. Nos tomamos el partido igual no como contra ese rival directo que todo el mundo cataloga, pero sí como tres puntos de vital importancia. Por ser en casa y porque si estamos bien, tenemos que ser capaces de ser mejores. Sabiendo que fuera es complicado quizá tener regularidad, debemos darle continuidad en casa porque nos sentimos arropadas, cómodas. Es una de nuestras señas de identidad y queremos seguir afianzando eso».
Una derrota para aprender
Irene Ferreras también explicó que el hecho de que el líder Eibar empatase y no se escapase, no cambia demasiado su percepción de la situación. «Lo normalizamos mucho más. Aunque sí nos gusta ver que el que va por encima pincha o se deja puntos. No será la última vez».
La entrenadora madrileña le dio mucha más importancia al hecho de adquirir aprendizaje de las derrotas como las que su equipo sufrió ante el Barça B: «Esto va a ser una carrera larga, sobre todo para reponerse de los golpes para que el resultado no perjudique. Ha sido un partido que nos ha permitido crecer mucho. Para mí fue una experiencia muy bonita porque me exigió mucho como entrenadora. He podido identificar cosas donde el equipo puede mejorar. Y ahora darle continuidad a las lecciones que vamos sacando en cada partido».
«Es positivo el cóctel de ‘hemos estado cerca’ y de hacer un partido digno. Pero sin contentarse y pensando que vamos a hacerlo mejor», expresó.