Otra temporada más las lesiones parecen cebarse con la zaga del Deportivo. Nombres que apuntaban a ser importantes o titulares, como Salva Ruiz, Eneko Bóveda o Borja Granero, han tenido que pasar las últimas semanas entre algodones, a la espera de noticias positivas en sus diagnósticos.
Lo que a priori es un problema, la semana pasada demostró ser una oportunidad para otros. El gol llegó del pie de Héctor Hernández, uno de esos nombres que no partían como titulares al inicio del curso. Por otra banda, el perfil derecho fue testigo de un papel más que correcto de Jorge Valín. El cantero deportivista demostró estar a la altura del reto, siendo uno de los más destacados del encuentro en el Reina Sofía. Si en el Vero Boquete ya había dejado sospechas de ellos, la cita ante Unionistas fue la confirmación.
Aprobando desde el primer test
La primera toma de contacto de Valín con este Deportivo 20/21 fue en Santiago de Compostela. Ante la lesión de Eneko Bóveda en el primer tiempo del partido, el canterano fue llamado al césped para asumir la posición y rol del bilbaíno. Si bien el papel del equipo no dejó demasiadas muestras de brillantez, Valín dejó alguna muesca positiva en sus intervenciones.
Especialmente a nivel ofensivo, donde el coruñés nos demostró tener bastante más iniciativa que Eneko Bóveda. En los últimos metros no es un lateral en absoluto posicional. Buscaba, asociándose con Keko, la profundidad en ese carril derecho. Con sus gestos y combinaciones rápidas ayudó a que el equipo pudiese aproximarse al área compostelana.
Del madrileño hizo en ese primer partido su mejor socio. Gracias a la inspiración del extremo y la ambición del coruñés el equipo gozó de algunas buenas acciones por banda. Pese a que no terminaron de resolverse, lograron paliar en algunos momentos del encuentro esa ausencia de profundidad y bloqueo que experimentaron.
Gracias a ese preámbulo de sinergia con Keko, lo vimos interiorizar y exteriorizar, complementando bien sus movimientos con los de su compañero. Aportando más cosas al sentido ofensivo del juego de lo que acostumbra Eneko, con recorrido y velocidad.
A nivel defensivo, no obstante, fue bastante más discreto. No hizo grandes alardes ni cometió grandes errores. Se mantuvo en el partido, cumpliendo, en la línea de otras de las piezas del equipo durante ese partido. En un global, su actuación fue bastante discreta, pero ese par de acción en ataque daban pie a pensar que podría ser interesante su desempeño ante Unionistas.
Valín ante Unionistas, síntomas de crecimiento
En la jornada dominical partiría -obligado por las lesiones- como titular en el lateral derecho. Su papel, esta vez, sería bastante más destacado, comenzando por el ataque. En esta faceta, vimos a un Valín más suelto y atrevido, pese a que el Dépor jugó gran parte cediendo la iniciativa del juego a Unionistas. Ese gol tempranero propició una versión más pasiva del Dépor. Sin la necesidad de que los visitantes llevasen la voz cantante.
Nuevamente, Keko Gontán -con bastante recorrido y puntos de influencia- sería su principal apoyo en el ataque. Gracias a sus combinaciones y movimientos llevarían al conjunto coruñés al área rival. Además, vimos a Valín más ambicioso que en el encuentro anterior, llegando a probar algún centro e incluso a rematar a puerta. Cauto y seguro cuando debía fijar en salida de balón o en fases ofensivas más estáticas, pero detectando bien las situaciones en las que debía profundizar o atacar en ruptura.
La banda más profunda del juego fue nuevamente la derecha. Algo que tiene una estrecha relación con los argumentos ofensivos exhibidos por Keko y Valín en las aproximaciones de los coruñeses. Especialmente en el segundo tiempo, donde el Dépor quiso llevar algo más de iniciativa para ampliar su ventaja.
Por otra parte, en defensa mejoró por mucho su actuación ante el Compostela. Bastante más inspirado, rápido al corte y a la hora de hacer vigilancias. Supo defender bien a Pepe Carmona, que tendría poco protagonismo en el ataque charro. Temporizando bien en sus tentativas de uno contra uno y posicionándose bien para cortar centros y envíos del rival. Fue un papel correcto, al igual que del bloque visitante. Con un ritmo defensivo adecuado.
Incluso en área propia mostró cierta sangre fría para poder defender sus espaldas o rechazar balones. El lateral derecho fue poco expeditivo en algunas acciones de compromiso y ayudó a los centrales cuando estos no podían repeler o cubrir ciertas pelotas. En esas situaciones de bloque bajo también hizo valer su titularidad. Con solvencia.
Su principal tara la vimos a las espaldas. Si otros jugadores atacaban su intervalo -junto a Mujaid- al espacio, Valín tenía ciertos problemas para repeler los envíos o poder cubrir a la marca. En este sentido, fue de importancia el papel de Mujaid, que corrigió bien al coruñés durante todo el encuentro. Las ayudas del central fueron indispensables para cimentar el perfil derecho y hacer valer la portería a cero.
Una cuestión para Fernando Vázquez
Pese a que el técnico de Castrofeito suele ser bastante cauto con sus canteranos, el estado de forma de Valín podría hacer que se replantease el alinearlo más a menudo a lo largo del curso. Seguramente Bóveda, tras regresar de la lesión, vuelva a ser el titular en esa banda derecha, pero el rol que puede tener Jorge Valín en ella seguramente sea más complementario o idóneo para según que contextos de partido.
Esas sinergias que parece estar desarrollando con Keko son uno de los grandes argumentos a su favor. El perfil del coruñés está bastante más conectado con el ataque que el de un Eneko más posicional. Si bien el bilbaíno ha demostrado buenas dotes atacando el área, un estilo más dinámico y explosivo como el de Valín puede ser de más utilidad en escenarios de encuentro cerrados, similares a los del inicio de temporada de los coruñeses. Como siempre, el tiempo nos dará respuestas.