Manuel Losada, Chollas, analiza un Deportivo – Alcorcón donde los de Óscar Cano no consiguieron pasar del empate. Este es su extenso análisis.
La fase ofensiva del Deportivo – Alcorcón
El inicio del partido se caracterizó por un clara predominancia de reinicios de portería en corto que terminaban suponiendo un peligro mayor para el equipo poseedor de balón que para el que iniciaba sin él. ¿Qué se le va a hacer? la tendencia (moda) actual dicta que debes iniciar desde portería, siempre con los centrales abiertos… ya sabéis cómo continua todo y los precios que, muchas veces, se están pagando por querer “ir a la moda” y no trabajar otros tipos de reinicios (no estoy diciendo que haya que ponerla en el 5º anfiteatro). Dice un amigo mío “si la zapatilla te aprieta… pilla otra distinta o coge otro número”. En estas, en el minuto 17´, Mackay, consciente de que ya iban unos cuantos “experimentos”, de los compañeros que tenía por delante, que pudieron acabar en su portería decidió sacar en largo y, curiosamente, acabó en una de las primera aproximaciones del Depor.
Poco después, el multiusos Villares pasó al lateral derecho, incorporándose Isi Gómez al medio del campo. Al final, Villares fue un elemento generador de peligro desde ese carril y destacó considerablemente, más de lo que creo que lo hubiera hecho por dentro. Sé que es una afirmación impopular pero permítanme que me explique. El Alcorcón apretaba mucho y bien hacia adelante, casi hombre a hombre, con poquísimo espacio para gestionar el balón y, además, el Depor quería realizar su fase de inicio combinada. En ese contexto, los jugadores del Depor siempre recibían perfilados mirando a su propia portería y ahí, Villares no es tan “fino”. En contextos en los que hay campo abierto y espacios, que puede “llegar” más que “estar”, que tiene que ir a por el rival, que lo encara en carrera… ahí sí es top, en la categoría incluso me atrevo a decir. Pero, en el contexto en el que hablamos, el que se dio este partido, creo que no le favorece tanto e Isi se desenvuelve mejor. En cambio, como comentábamos, Isi sí se encuentra cómodo (muy cómodo) ahí; tiene una enorme precisión en los controles (algunos orientados de escándalo, que le valen para “limpiar” rivales con ellos), en el pase corto y asociación en espacios reducidos, en girar sobre su eje y librar trayectorias de acoso rivales… Isi arriesga, sí, y pierde algunos balones digamos que “comprometidos” pero tiene una gran capacidad para jugar en espacios reducidos como ahora mismo ninguno de los mediocentro del deportivo. En este tipo de contextos, tal y como está ahora mismo el mediocentro deportivista, es imprescindible para generar juego en el equipo herculino.
Y así fue transcurriendo el proceso ofensivo del Depor, Villares, con su zancada imponente y su gran interpretación de ocupación de espacios generando peligro desde y por la derecha que se tradujeron en ocasiones; como un centro raso peligrosísimo que nadie acertó a meter dentro de la portería rival, otra jugada que acabó con un balón a Raúl Carnero que remató de manera espectacular y poco más. Eso sí, el Deportivo consiguió equilibrar un partido que empezó muy del lado del Alcorcón y terminó consiguiendo acabar mejor el equipo local.
En la 2ª parte, Óscar Cano buscó el “efecto Svensson” y éste, disciplinado, acudió a la cita. Entró y, como suele hacer siempre en Riazor, “agitó el árbol”. Empezó a disputar, a pelear, a chocar, a correr… y, tras un gran recorte, en el que rompió al defensa con la derecha, disparó con la otra pierna, la izquierda, muy arriba.
A unos 10 minutos para el final, Lucas condujo de fuera a dentro y el portero del Alcorcón detuvo un tiro que llevaba veneno…
El Depor lo intentó pero volvió, como ya comentamos en otros artículos, a caer en su excesivo juego interior, chocando contra el muro defensivo rival. Además, hay que añadirle que no tuvo nada de puntería en las opciones de las que dispuso, que alguna bien pudo haber acabado en gol: la de Raúl Carnero, Saverio, Svensson, Lucas…
La fase defensiva del Deportivo – Alcorcón
La verdad es que no llegó a sufrir en exceso defensivamente el Deportivo. Esta afirmación es válida si la relacionamos con la generación de ocasiones de gol por el equipo rival, máximo indicador de logro en el rendimiento en fútbol, por otra parte. Y es que el equipo rival tampoco estuvo del todo fino en el último tercio de campo; si no, quizás sí que podríamos estar hablando en otros términos a nivel defensivo del equipo herculino. Por muchos momentos, el Depor sufrió con las posesiones del Alcorcón y le costaba recuperar (que no interceptar o interrumpir) el proceso ofensivo rival.
Se jugaba con las defensas muy adelantadas, en pocos metros, con mucha profundidad defensiva sobre zona de balón, mucho duelo individual y cuando no se podía combinar se jugaba al espacio. Era en este tipo de situaciones, especialmente, cuando se veía que ellos eran muy peligrosos con tanto espacio. Sin embargo, como comentamos hace un momento, no fueron de ser del todo precisos y traducirlo en ocasiones de gol; digamos que todo quedó en “uys” o “uf, si pilla esa…”
Por último, lo que no se puede reprochar fue el esfuerzo e implicación de los jugadores deportivistas. Fue uno de los partidos en los más kilómetros hicieron (creo yo) y más “rascaron” y además consiguieron que un señor equipo como el Alcorcón casi no les generase. A riesgo de que pueda parecer el típico comentario de bar, personalmente pienso que con este tipo de planteamientos, organizaciones, planes de partido a nivel defensivo a nivel colectivo… contra muchos otros rivales o fuera de casa hubieran desembocado en más puntos en el casillero deportivista seguramente.
Las transiciones
En lo relativo a las transiciones, pocas veces pudimos a los equipo con “espacios para correr”.
Esto sucedió, bajo mi punto de vista, por dos motivos principalmente:
En primer lugar, porque ambos equipos optaron por intentar posicionarse defensivamente lejos de su portería; por lo tanto, cuando recuperaban, no tenían espacio en profundidad para correr.
En segundo lugar, porque cuando, por situación de juego los equipos, tenían que defender más atrás, ambos equipos,, tras perder la posesión, realizaban presión tras pérdida de forma asfixiante y no permitían realizar contrataques al equipo rival. Es evidente que ambos equipos se conocían bien y seguramente que Fran Fernández vio el partido en casa del Depor contra el Ceuta. En dicho partido, la primera vez que el Depor “pudo correr”, ¡la primera!, se tradujo en una transición perfectamente llevada por Lucas y Quiles que acabó con el 1-0 de este último.
A DESTACAR
Mackay
Alguno se sorprenderá de que hable de él pero parece que sólo de habla de los porteros cuando “tragan” o cuando salvan 6 ocasiones por partido de la escuadra. En el 36 un mano a mano clarísimo que sacó del que, seguramente, muchos/as ya ni tienen en la memoria. Pues un gran portero es eso, el que tienen una ocasión de gol rival muy clara y te la saca. Así, consiguió que el Depor estuviese dentro del partido y que si hubiese estado acertado el equipo de cara a la portería rival haber sumado 3 puntos. Mackay conservó el punto que el equipo tenía al principio de partido; pero ya sabemos, sólo se hablará de él cuando falle; es el sino de los porteros… Como asegura el dicho: “hay porteros que paran y otros que, además, dan puntos”
Plan B
Hablo de él porque es prácticamente inexistente. Óscar suele dar entrada a Svensson mediada la 2º parte, colocarlo de 9 “referencia” y liberar a Lucas. Fuera de ahí, a nivel de funcionamiento colectivo y comportamientos grupales/colectivos no acierto a encontrar prácticamente alternativas a lo visto. Personalmente, echo en falta “alternancia” en el proceso ofensivo deportivista, ya que es esta la que te permite ser en cierto grado imprevisible y generar desorden el rival. Aun así, el Depor es capaz de generar peligro per se, porque tiene a Lucas, Soriano, Quiles…
Lucasdependencia
Ofensivamente y, sobre todo, de cara a materializar las ocasiones en Gol el Depor depende, en grandísima medida, de él. Y, por otro lado, los rivales, evidentemente, lo saben…