Manuel Losada, Chollas, analiza un Deportivo – Algeciras donde los de Rubén de la Barrera no consiguieron pasar del empate. Este es su extenso análisis.
La fase ofensiva del Deportivo – Algeciras
El equipo deportivista presentó muchas novedades en su equipo inicial, que a continuación paso a detallar: en la portería estuvo el de siempre, Mackay. En la línea defensiva, Lebedenkho en el lateral izquierdo; Pablo Martínez y Lapeña, fueron los centrales elegidos y Trilli, después de una temporada prácticamente en blanco, ocupaba el lateral derecho. Villares y el capitán Bergantiños ocuparon el doble pivote. Por delante, en una línea de 3 inédita: Peke, sublime, en la izquierda; Soriano, en el centro y Lucas partiendo, que no permaneciendo, en la derecha. Por último, Svensson se ubicó en la punta de ataque.
Entrando ya en materia, hay que destacar que siempre es difícil, por no decir imposible, hacer valoraciones en profundidad de un equipo por un solo partido y, más aún, si es tras la llegada de un entrenador nuevo y este tiene sólo unas pocas sesiones al frente para prepararlo. A esto, debemos añadirle que el partido se le puso de cara ya en los minutos 3 y 10; por lo tanto, con todos estos condicionantes, cualquier valoración o análisis relavante queda bastante anulado.
A pesar de lo comentado anteriormente, sí se pueden destacar algunos aspectos relevantes a atisbar que buscó Rubén de la Barrera con su equipo. En primer lugar, los reinicios de saque de meta fueron predominantemente en corto y el que empezaba a “dividir” era Mackay. Con los laterales con menos altura que con Óscar Cano, la idea de Rubén parecía ser acercar (descender) a más jugadores deportivistas (por dentro, sobre todo) para así atraer a sus pares, generar espacio a esa espalda y así jugar raso o templado a desmarque de apoyo de los de la última línea en situaciones de 1×1 y con un perfil relativamente bueno. Mecanismos muy parecidos a los que busca De Zerbi con el Brighton, alargar los espacios entre los iniciadores y los continuadores de esa primera evolución ofensiva y, a partir de ahí, cuando se avance acelerar (profundizar) el proceso ofensivo.
En ataque organizado, Villares descendía una línea para recibir entre central y lateral derecho y ,así, salir con su “pie bueno”; Lapeña, quedaba en el medio y, por lo tanto, en la izquierda quedaba Pablo iniciando el juego también con su pie dominante. El otro medio centro, Alex, ocupaba la base y los 3 mediapuntas ocupaban, de forma asimétrica, la parcela posterior del campo. Yeremay, siempre pegado a línea de banda y haciendo de las suyas como un extremo puro; Soriano, moviéndose libre por todo el frente de ataque y Lucas, en teoría extremo derecho, se ubicaba (y actuaba) por dentro la inmensa mayoría del tiempo. Por último, Svensson, arriba, se “partía la cara”, como en él es habitual, con toda la defensa rival.
En líneas generales, se vio un Deportivo con un modelo de juego combinado y dentro de este el submodelo de combinaciones más cortas que lo que estábamos acostumbrados a ver con Óscar Cano. Los submodelos dentro del combinado te lo marcan la duración de las jugadas, es decir, el número de acciones, pases y, por ende, la profundidad o intención táctica de tenerla. Es en este sentido, donde se pudo ver mayor diferencia en el Deportivo; en la intención táctica de acelerar el proceso ofensivo una vez que se limpiaba un rival y/o una línea. Ser más vertical, ir hacia la portería rival más rápido. Personalmente, pienso que Rubén buscó que su equipo fuese mucho más vertical, que no tardase tanto en pasar de fase de inicio a creación; que cuando conseguías superar una línea no volviese el balón para atrás, que buscase la profundidad en cuanto fuese posible. Vimos cómo, tras superar primera línea de presión, el Dépor aceleraba el proceso ofensivo con gente jugando y moviéndose súper verticales y, como dice el otro, a “hacer daño”.
Por lo demás, todo le salió a pedir de boca a Rubén en su “redebut”: rival de la parte baja de la clasificación y, el cual, no hizo su mejor partido… Además, hay que añadir que el partido se encaminó a los 10 minutos con 2 goles que allanaron todo el camino. Por otro lado, la efectividad deportivista fue mucho más alta que en partidos anteriores y eso, en este y en cualquier deporte, marca la diferencia y hace todo mucho más fácil.
La fase defensiva del Deportivo – Algeciras
En esta fase, poco sufrió el equipo deportivista como el propio marcador reflejó. En fase de inicio rival, el Dépor mutó su sistema por muchos momentos y colocó a Lucas a la altura de Svensson y una espacie de rombo con Soriano adelantado y Villares, Álex y Yeremay por detrás. Como ya comenté, es difícil hacer una valoración, por todos los condicionantes que ya cité, del Deportivo en esta fase, pero sí percibí varios desajustes (como es normal, por otro lado) que contra un rival más complicado o en otros contextos le pueden complicar mucho la cosa al equipo deportivista. A nivel de esfuerzo, entrega y predisposición, el equipo herculino estuvo perfecto y se vació durante todo el partido todos los jugadores.
También me gustaría destacar que, en esta fase, el Dépor de Rubén defendió muy bien en posicionamiento plegado ( por momento, avanzado con defensas en campo propio), por delante a los delanteros rivales. La línea defensiva deportivista supo leer muy bien cuándo defender por delante cuando el rival iba a golpear, consiguiendo en numerosas ocasiones inhabilitar a los delanteros rivales y/o dejarlos en fuera de juego. Además, esto permitió no “alargar” el equipo deportivista tanto, como en partidos anteriores, al no perseguir los desmarques de ruptura y mantener el equipo junto.
A DESTACAR
El míster
Si algo creo que podemos destacar de Rubén es que es muy listo. El entrenador coruñés fue muy inteligente y decidió, en un partido propicio para ello por todo lo que ya comentamos, cumplir parte de las demandas de muchos colocando en el campo a Trilli, Yeremay y Álex de titulares. No quiero que se malinterprete; personalmente, también pienso que no era normal que llevasen tan pocos minutos; pero, creo que jugó muy bien esta baza y en un partido que era propicio para ello, movimiento inteligente. No sé si elegiría las mismas piezas si fuese un partido de playoff… (Lo digo porque llevaban mucho tiempo sin jugar o no habían sido titulares ni una vez). Aun así, bienvenida la decisión, ha sumado a 3 para la causa y de los que van a aportar y sumar.
También, es de destacar el hecho de que quisiese venir de nuevo al Depor, que mostrase la predisposición que mostró desde el principio y que haya sabido conectar tan bien con la afición deportivista. Si alguien podía devolver la ilusión a la parroquia deportivista, él era uno de ellos y lo ha hecho (y más después del contundente resultado) por la puerta grande. Es un entrenador que ha sabido entender la idiosincrasia de la ciudad y el club, ha sabido escuchar también a la afición, es conocedor de la categoría, de los jugadores del primer equipo y cantera y viene como un tiro para el playoff, ¡¡recemos!!
Los nombres propios
Trilli
No recuerdo el último partido en el que jugó y, tras un calvario de temporada, lo pudimos volver a ver en el campo. ¿Qué no fue su mejor partido? No te …!! es lo normal, tampoco está en su mejor versión él. Es un chaval con un físico muy bueno y en breves estará muy cerca de una buena versión competitiva. Pero, para que eso suceda, tiene que pasar lo que ha hecho Rubén, ponerlo a competir; no hay otra forma… No sé si Rubén lo utilizará como titular de aquí a final de temporada de forma continuada pero, lo que sí está claro es que el Dépor ha ganado un jugador vital para la causa. Grandísima noticia su vuelta.
Alex Bergantiños
Demostró que no estaba para jubilarlo como parece que querían hacernos ver algunos. ¿Qué la competencia en su puesto es muy grande? Sí, ¿Qué hay jugadores con una capacidad asociativa muy grande? Sí, ¿Que Álex, por lo que representa, por su “jugar fácil”, por su experiencia y comprensión del juego,por su peso especifico, es único en la plantilla? ¡También!
Yeremay
Espectacular. Se le vio con ganas, voluntarioso (diría que, incluso, “dolido” por las escasas oportunidades que había tenido mereciéndolas más que muchos) y muy efectivo tanto a nivel ofensivo como defensivo. Ofensivamente, fue un auténtico puñal tanto con balón como sin él. Cuando tuvo el balón, encaró con el descaro que le caracteriza, pero con una efectividad muy alta. Parece que sabía que tenía la confianza plena del entrenador y quiso aprovechar la titularidad que se le brindó. Brutal y desequilibrante, es un extremo de los de encarar, de 1×1, de buscar hacer daño con la profundidad, con la capacidad de hundir a las defensas rivales con sus conducciones… de los que no tiene el Deportivo y de los que cada vez escasean más. A esto, hay que unirle la genialidad del gol; eso sale sólo cuando te notas con confianza y que confían en ti, punto. Ofensivamente sin balón, también estuvo muy bien, realizando muchos desmarques en profundidad buscando la espalda de la defensa, dando soluciones a los compañeros y siendo un cohete en las transiciones deportivistas. Por ultimo, y no menos importante, defensivamente (aspecto que se le criticaba anteriormente) estuvo también muy bien, regalando esfuerzos, con garra, con inteligencia defensiva y recuperando varios balones. “El Peke se fue de fiesta”
Riazor
Ya lo hemos comentado en otras ocasiones. Los partidos en casa son otra cosa; el ambiente, el estadio, la afición… Si el Dépor consigue quedar 3º en el playoff, jugaría la vuelta en Riazor con todo lo que eso conlleva. Riazor va a ser el elemento diferenciador, sin duda…