Manuel Losada, Chollas, analiza el Alcorcón – Deportivo donde los de Óscar Cano cayeron derrotados por 3-1. Como indica en su análisis «si a la portería quieres llegar, por las bandas has de pasar».
La fase ofensiva del Alcorcón – Deportivo
En el anterior artículo, centré gran parte del contenido del mismo en hablar de la trascendencia e influencia de la llegada de Lucas Pérez en el equipo. Comentamos cómo influyen los comportamientos tácticos del de Monelos en el funcionamiento general del equipo, cómo su tendencia es la de venir a recibir y que la mayoría de las trayectorias de sus desmarques eran en dirección al balón, es decir, de apoyo. Por otra parte, también destaqué la utilización de Pablo y Villares en los laterales y el preocupante aglutinamiento de jugadores que se daba por dentro al venir los “extremos” en busca de la pelota hacia sectores interiores. No me produce satisfacción alguna haber terminado siendo agorero en relación a las afirmaciones de la crónica de la semana tales como, y cito textualmente: “contra Unionistas se pudo ganar así pero contra rivales más fuertes… no lo veo”. Tirando de memoria, creo que muchas de las reflexiones de la semana pasada podrían ser, perfectamente, utilizables para lo que sucedió este sábado: “obtuvimos, como resultado, un batiburrillo por muchos momentos. Esto que comentamos, contra un equipo más potente se antoja muy complicado que el Deportivo hubiese sido capaz de hacerle daño e incluso podría haberle costado muy caro en las posibles transiciones”…
Personalmente, creo que el partido que propuso Óscar Cano fue en la línea del de Unionistas, lo que cambió, en esta ocasión, fue el rival y la calidad de los jugadores de este.
Desde el comienzo del partido, se vio que el Depor no estaba cómodo, que no era capaz de mantener la pelota y de progresar con ella a campo contrario, donde siempre se encuentra más a gusto. El Depor gestiona mucho mejor el balón cuando consigue tener al rival defendiendo con desplazamientos más en amplitud que hacia adelante. Cuando el partido es de ritmo alto, cuando el rival le propone duelos individuales optando por un posicionamiento avanzado y defendiendo hacia adelante, como ya comenté en anteriores artículos, el Depor se atasca, y mucho (véase partido contra el Celta B, Castilla…) Personalmente, me sorprende que parece que no hubiese un plan B que, cuando le plantean este tipo de partidos el Depor, se atasca siempre en su propio juego y no busca (o no es capaz de encontrar) otras vías o formas de generar peligro y “controlar” el partido.
En lo relativo al rival, el Alcorcón tenía muy claro qué hacer en este partido y cómo defenderle al Depor. Los locales, sabedores de que el Depor no iba a tener apenas juego exterior y que prácticamente nadie iba a hacer desmarques de ruptura, se hizo fuerte por dentro; juntó el equipo, reduciendo mucho las distancias entre líneas y, además, defendió siempre que pudo hacia adelante. Con esto, los jugadores deportivistas no encontraban su característico juego interior y, además, cuando se intentaba progresar, estaban siempre condenados a recibir siempre muy apretados y/o perfilados hacia su propia portería. Con ello, los de Fran Fernández maniataron al equipo deportivista, del cual no se intuyó un plan alternativo para paliar esas deficiencias del juego exterior y en profundidad. Con la entrada de Svensson, creo que Óscar Cano quería tener más profundidad, pero con la expulsión de Mackay, no dio tiempo a verla.
Volviendo al partido, no fue hasta el minuto 25, cuando el Depor consiguió la primera ocasión gracias a que Villares, en un alarde espectacular de potencia, decidió romper al espacio y se plantó delante del portero pero este le paró el posible 0-1. El de Villalba lo hizo bien de lateral pero, durante todo el partido, me estuvo dando vueltas por la cabeza lo bien que habría venido su presencia en el centro del campo. En un partido de tanto ritmo, de agresividad, de emparejamientos hombre a hombre, de un rival que aprieta hacia adelante… una de las armas ofensivas más eficaces para contrarrestarlo son acciones individuales como regates o conducciones que sobrepasen rivales y/o líneas y, ahí, Villares es top en la categoría…
El equipodeportivista estaba bastante atascado por lo que comentábamos del aglutinamiento de jugadores en el carril central y porque Villares y, sobre todo, Pablo no se encontraban cómodos (como es normal) teniendo toda la banda para ellos. A esto, le unimos la ya citada buena e intensa presión del Alcorcón y la escasa profundidad en los desmarques de ruptura de los deportivistas y el resultado fue las exiguas ocasiones de los herculinos.
Sobre la media hora, se bajó el ritmo un poco y el Depor se “estiró”. Esto, unido a la anterior ocasión de Villares, hizo que el equipo de Óscar le metiera un poco el miedo en el cuerpo al Alcorcón. El equipo local aflojó (o se tomó un respiro en su altísimo ritmo defensivo) y se replegó y ahí el Depor se encuentra más cómodo con balón.
El partido fue una constante de alternativas y, después, llegó el turno de los locales que a base de empuje consiguieron replegar al Deportivo y adelantarse en el marcador.
El Deportivo acusó el palo y le costó volver a meterse en el partido. Cuando parecía que se empezaba a encontrar mejor, Jaime hace una cesión demasiado corta a Mackay, este sale del área y toca el balón con la mano y acaba con la expulsión de este y el partido ya muy costa arriba.
A pesar de estar por debajo en el marcador y con uno menos, hay que destacar positivamente que el equipo herculino dio la cara en la 2ª mitad. Unos 10 minutos después, Lucas hizo de Lucas y metió un golazo descomunal, de libre directo, a falta de menos de 20 minutos para el final. Es en este tramo de partido cuando más eché en falta movimientos desde el banquillo; bien en cambio de piezas o de ritmo de juego. El Depor, estando en inferioridad y a domicilio, había conseguido un gran premio gracias al talento de Lucas. En este tramo el partido se convirtió en un correcalles y el Depor estando en inferioridad numérica y con varios jugadores ya muy cansados tenía más papeletas de volver a encajar y perder, como así fue.
Como decíamos, se rompió el partido y Chiki falló una clarísima en el 75. Los espacios que no había en la primera parte aparecieron, por doquier, en este tramo. Tras varias aproximaciones locales peligrosas, el Alcorcón hizo el 2-1 a través de Berto.
En lo que quedaba de partido, el Depor lo intentó a tumba abierta y acabó encajando el 3-1 de penalti, tras otra acción destacada del propio Berto.
Fase defensiva
Si en el plano defensivo el Alcorcón tenía claro qué hacer; en el ofensivo, también.
Fran Fernández sabía que el Deportivo iba a querer buscar apretar en campo contrario y siempre que pudo su equipo fue muy vertical y atacó la espalda deportivista. Ya en el minuto 2, Chiki casi pone el 1-0 en un balón a la espalda de la defensa en el que se plantó sólo delante de Mackay.
El Deportivo buscó defender igual que en los últimos partidos en una disposición de 1-4-4-2, subiendo a Rubén a la altura de Lucas. El primero de estos 2 tenía como principales funciones alternar la presión entre su primera línea de construcción y que Pedro Mosquera no recibiera de esta. Pero el equipo rival lo que hizo fue separar mucho las piezas en su primera línea, alargar mucho los saltos de presión de Rubén y estirar al Depor. Con ello, cuando Rubén no ajustaba bien el ir a presionar o tenía que alargar mucho sus desplazamientos para ir a presionar a la primera línea los rivales encontraban a Pedro Mosquera y desarbolaban la presión inicial deportivista. Cuando Rubén se “quedaba” con Mosquera sus centrales salían en conducción bastante libres ya que los otros medios deportivistas no podían saltar al estar emparejados o no querer dejar su espalda libre. En una de estas, Rubén llega a apretar al central pero el medio del campo deportivista no fue capaz de acompañar a la presión por estar lejos y/o emparejados y el equipo rival encontró a Pedro Mosquera, en la base, solo. A partir de ahí, el Depor corriendo hacia atrás y ellos fueron en cadena aprovechando una serie de ventajas, a pesar de la igualdad numérica en la jugada (7 vs 7), que les permitió conseguir el 1-0.
Con el 1-0, el Depor tuvo que defender más replegado y en ese posicionamiento le cuesta mucho… Acabó defendiéndose y tiraba de garra pero se veía más cerca el 2-0 que el 1-1; aunque, como ya comentamos, apareció San Lucas.
Por otra parte, el equipo herculino tenía las bandas pobladas por jugadores o que no son especialistas en ellas y/o de perfil no defensivo (a esto hay que añadir que el Depor estaba en inferioridad). Con un Quiles muy cansado (y que lo suyo no es defender) en la derecha y con Svensson en la otra banda (un delantero); cada vez que el Depor tenía que defender, sufría mucho por fuera. Lara avisó en varias acciones, Chiki tuvo una clarísima y, más adelante, en ese vaivén, el Alcorcón hizo el 2-1. Me resultó bastante curioso que, a pesar de estar en inferioridad bastante tiempo el Depor, sólo se realizaron 2 cambios de jugadores de campo cuando creo que se hubiera firmado el 1-1 tal y cómo estaba el partido.
Por último, me gustaría volver a hablar de Villares. En mi opinión, en un partido tan exigente, de tanto ritmo, de ir a robar arriba, de ida-vuelta por muchos momentos… un jugador como él ocupando sectores centrales podría haber sido determinante. El de Villaba tiene una capacidad enorme para el robo, la anticipación, la presión… es un box to box total, creo que habría sido perfecto para el partido que se vio.
Transiciones
En lo relativo a las transiciones ofensivas, el Deportivo casi no tuvo ocasión de realizarlas.
El Alcorcón estuvo intensísimo en la presión en general y en la presión tras pérdida en particular más. Además, hay que añadirle que la intención principal de los jugadores ubicados por delante o cerca de la zona de recuperación del balón fue casi siempre la de ir a recibir y mantener la posesión y no la desplazarse (y atacar) en dirección a la portería contraria. Por lo tanto, si el Alcorcón realizó una buena presión tras pérdida, apretando siempre que podía hacia adelante y el Depor no solía buscar la profundidad en sus desplazamientos de balón y jugadores el resultado fueron las mínimas posibilidades de transición que tuvo el equipo herculino. Esto, fue consecuencia, en gran manera, por mérito del rival; el rival también juega y el de este sábado era muy bueno y tenía muy bien estudiado al Depor.
En las transiciones defensivas, al Alcorcón le pasó un poco como al Depor, el rival no se las dejó realizar. El Depor presionó bien tras pérdida y algo más desajustado, como es normal, cuando jugó con uno menos. Sin embargo, hay que destacar que, hasta ese fatídico tramo final en el que el equipo herculino estaba ya muy cansado y el partido fue un correcalles, los de Óscar Cano defendieron bastante bien las transiciones rivales contra un equipo demoledor en estas lides.
A DESTACAR
Lucas: empezó algo impreciso en la 1ª parte (como casi todo el equipo) pero se terminó echando el equipo a la espalda. Contra un rival complicadísimo, fuera de casa y con un jugador menos en su equipo a él le dio tiempo a: marcar Golazo estratosférico de falta; casi al final, se metió en el área, se fue de varios rivales y casi marca, generó peligro de la nada… Por momentos, parecía que el funcionamiento ofensivo del equipo pasaba por encontrarlo a él y que hiciese “algo”.
Rubén: creo que el peor partido del centrocampista como deportivista. Mucha de la culpa la tienen los rivales evidentemente, que no le dejaron ni a sol ni a sombra. Sin embargo, estuvo curiosamente impreciso durante todo el partido para lo que nos tiene acostumbrados. Falló pases clarísimos y alguno de ellos muy comprometidos. También, es de importante resaltar que estuvo con una gastroenteritis bastante fuerte y eso, indudablemente, condiciona todo. Aun así, jugó los 90 minutos…
“Si a la portería quieres llegar, por las bandas has de pasar”: le escuché esta frase, hace ya muchos años, a uno que sabe todo de esto. Parece un refrán más pero tiene, bajo mi punto de vista, toda la razón del mundo. Este sábado, el Alcorcón defendió fuertemente el sector central y el Depor no le hizo desplazarse prácticamente hacia los sectores exteriores (basculaciones largas). Con esto, los desplazamientos horizontales rivales y las distancias intralínea eran siempre mantenidas con facilidad y la posibilidad de filtrar pases con ventaja y peligro eran mínimas. Además, por otro lado, las distancias interlineas también fueron pequeñas ya que el Alcorcón no necesitó desplazarse verticalmente ni hacia adelante (no había posibilidad casi de pases entre líneas) ni hacia atrás porque casi nadie, de los del medio hacia arriba del equipo, deportivista atacaba el espacio en profundidad. Profundidad y amplitud se interrelacionan y benefician una de la otra y el Depor, este sábado, estuvo, por tanto, espeso en ambas… La llegada de Lucas es una bendición para el Depor evidentemente; sin embargo, bajo mi punto de vista, ha condicionado la profundidad ofensiva del equipo y es algo que Óscar está buscando ajustar para que no se produzcan los embotellamientos por dentro que estamos observando. Por otro lado, las bajas de los laterales están condicionando el otro plano del juego deportivistas, la amplitud ofensiva. El Depor no está siendo capaz de atacar por fuera y es otro de los debe del equipo deportivista para intentar mejorar en su producción ofensiva. Como decía el sabio, hay que pasar por las bandas (amplitud) si queremos llegar a la portería (profundidad). Como dice un amigo mío, la gente siempre dice que de lateral puede jugar cualquiera, que es la posición más fácil, que lo tienen fácil…qué importantes son los laterales.