Augusto César Lendoiro, expresidente del Deportivo, reflexiona sobre los «principios» de Javier Tebas y de la Superliga. Lo hace en base a las últimas declaraciones del presidente de la patronal de clubes. Reproducimos su artículo a continuación:
La semana en los despachos futbolísticos continentales ha estado marcada por las llamativas declaraciones, no exentas de amenazas, que Javier Tebas ha hecho sobre los líderes de la Superliga, en la reunión de la CAP (Club Advisory Platform) que organizan las distintas Ligas Europeas.
Se hace difícil encontrar calificativos más despectivos que los que el lenguaraz primer ejecutivo profesional de LaLiga, ha dedicado a los presidentes del Madrid y Barcelona, sin duda, los clubs a los que más le debe el fútbol español en general y, en particular, el Presidente de una patronal que presume de ellos y de sus estrellas a la hora de la venta internacional de los derechos televisivos de LaLiga. Aunque sólo fuese por eso, el señor Tebas debería un respeto a esas personas, a sus clubs y a sus millones y millones de aficionados. Se puede disentir, pero no se debe insultar, y menos morder, a quien…
Y lo más curioso es que lo ha hecho porque osan intentar implantar en el fútbol europeo un proyecto similar al que hace unos 40 años nos dimos en España, tras la lucha de los clubs por lograr que su propio ente, LaLiga, asumiese gran parte de las competencias que entonces tenía la Federación sobre el fútbol profesional.
Por eso a uno le produce estupor que sea precisamente LaLiga, la Premier, la Bundesliga… las que se opongan a una “Liga Europea” (llámese como se llame) que le reste las mismas competencias a la UEFA que las que ellas consiguieron arrebatar para los clubs de sus respectivas federaciones.
Sí están en su pleno derecho, la patronal española y las demás, en criticar la forma que se ha propuesto -yo soy el primero en hacerlo- pero no puede ir en contra del fondo del asunto, porque eso nos conduciría al enorme absurdo que fuese el Presidente el que negase a los clubs europeos la razón de existir de la propia LFP.
No creo que sea eso lo que pretende el habilidoso Javier Tebas. Quizás sólo busque una vara de medir adaptada a sus conveniencias, pero, en cualquier caso, y solo en un sentido figurado, podríamos decir que “andan os ladrons detrás dos que rouban”... y que, por mucho que intenten emponzoñar el escenario, es incuestionable que la Patronal Europea es a la UEFA, lo que LaLiga (Patronal Española) es a la RFEF.
Quizás Tebas ignore que fuimos el Deportivo y otros equipos modestos los que peleamos y conseguimos en Toledo, muchos años antes de que él pesase en LaLiga, que los derechos televisivos fuesen patrimonio exclusivo de los clubs participantes en las competiciones que la propia LFP organizase ¿cómo ahora el Presidente se puede atrever a discutir el derecho de los clubs europeos no solo a constituirse como Patronal, al margen de la UEFA, sino a organizar sus propias competiciones, a negociar sus derechos televisivos ó a decidir sobre la distribución de sus ingresos?
No se puede estar en la procesión y, al tiempo, hacer repicar las campanas… pero Tebas lo intenta. “Se cree sus propias mentiras”, una frase muy suya, cuando defiende a muerte la existencia de cada una de las Ligas nacionales y niega la posibilidad de la creación de una Liga de Europa (llámese Superliga o como se llame) dirigida por la Patronal de los Clubs… con una UEFA que vería limitadas sus competencias en esa “Liga Europea” a las similares a las que mantienen las federaciones de España, Inglaterra, Alemania, Francia, Italia… en sus Ligas locales.
Parece difícil que LaLiga pueda argumentar seriamente en contra de este ya antiguo proyecto. La última “Liga Europea”, la Superliga, pienso que nació con importantes defectos, pero que son subsanables. Se deben fortalecer esos puntos débiles, y el primero sería presentar de forma solemne la Patronal de Clubs, que debería nacer con cierto apoyo normativo de la Unión Europea para acabar con la situación de monopolio que sufre el fútbol.
También se debe diseñar con claridad las líneas maestras de una Liga Europea abierta, con ascensos y descensos; que incremente la ayuda económica por “solidaridad” a los clubs no participantes y, a efectos de UEFA, se deben fijar las líneas básicas de su participación económica y dejar claras sus competencias (reglas de juego, arbitraje, comités…)
No dudo ni un instante que la gran batalla la ganarán los clubs. De la valentía de los líderes (celebro el último paso adelante del Barça) y de su tenacidad dependerá el “cuándo”. Es de justicia porque son los que arriesgan y, por ello, deben recibir y distribuir en la proporción adecuada los beneficios que se produzcan… mientras que otros que se escudan en “la defensa de los aficionados”, ya están pensando en “robarles” a esas hinchadas las semifinales de Champions y organizar una Final Four que produzca mayores ingresos y audiencias.
Sería una vergüenza que, después de la lógica guerra que nos vendió Tebas contra UEFA y Ceferin por su permisivo trato en el Fair Play Financiero a los Clubs-Estado, pase ahora de puntillas sobre ese tema, apoyando sin ruborizarse a Presidente y sus clubs amigos (City PSG)… y no pelee en sus medios afines por acabar con esos numerosos partidos tan “atractivos” como un España-Islas Feroe, un Francia-Gibraltar, un Alemania-Andorra, un Italia-San Marino… bolos que recargan sin sentido alguno el calendario. Ahí sí está el enemigo de los clubs y de los jugadores..
¿Actuaría Javier Tebas con esa agresividad contra los grandes clubs españoles si al oscense le hubiesen ofrecido liderar él la Superliga con directivos de otras ligas nacionales? Estoy convencido que no. Entonces su enemigo sería el pérfido Aleksander Ceferin y no Florentino Pérez ni Joan Laporta… y aseguraría que su único objetivo “es defender los intereses de los clubs”. ¡Qué razón tenía el gran Groucho Marx con aquello de “Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros”! ¿En quién estaría pensando?
Augusto César Lendoiro
Ex-Presidente R.C.Deportivo