Solo falta un encuentro para que finalice la temporada 2016-2017, y seguramente, Luís Carlos Correia Pinto ‘Luisinho’ acabe firmando su campeonato más serio como deportivista desde su aterrizaje en A Coruña en el verano del 2013, con el equipo herculino por aquel entonces en la división de plata del fútbol español.
A pesar de su más que correcto rendimiento como blanquiazul bajo las órdenes de Fernando Vázquez en su primer año en Galicia, lo cierto es que sus nueve tarjetas amarillas y sus dos expulsiones, acompañadas de un carácter difícilmente domable, sembraban algunas dudas sobre su rol en el plantel una vez ascendidos a Primera División.
Y lo cierto es que sus quejas sobre su poco gusto por jugar como interior zurdo en lugar de ocupar la posición de lateral, hacían presagiar ciertos conflictos con sus entrenadores, que finalmente acabaron explotando la campaña pasada con Víctor Sánchez del Amo, con serias acusaciones de falta de profesionalidad por ambas partes.
Con ese panorama, todo hacía pensar que la continuidad del futbolista luso estaba en el aire, pero Gaizka Garitano no dudó en elogiar durante la pretemporada la calidad del jugador portugués y lo consideró un hombre útil para su equipo siempre que su comportamiento fuese el adecuado. Y lo cierto es que lo fue. Tanto con el preparador vasco como con Pepe Mel el defensa no hizo ninguna declaración estridente en las ruedas de prensa, y en el terreno de juego, además de tener un rendimiento más que aceptable, se mostró mucho más comedido en lo que a sanciones se refiere.
Así, salvo que ante Las Palmas vea la cartulina roja, completará por primera vez desde su llegada su primer campeonato sin ser expulsado. Además, lleva seis cartulinas amarillas en 26 encuentros, las mismas tarjetas que el año pasado pero en 20 choques. La situación de Luisinho tanto dentro como fuera del campo durante este año ha dado un giro radical y se ha convertido en un profesional de referencia para la grada coruñesa.