Cuando llegó al banquillo del Deportivo, la gran apuesta de Óscar Cano fue Max Svensson. El técnico mantuvo mucha de las piezas que utilizaba Borja Jiménez, pero creía que la energía y la agresividad del joven delantero cedido por el Espanyol podía marcar la diferencia en un equipo en el que los talentosos futbolistas de ataque preferían el balón al pie.
Svensson fue titular durante 10 jornadas consecutivas aportando dos goles y, sobre todo, gran cantidad de intangibles en ataque y también en la defensa, siendo el primer obstáculo para los rivales. Con la llegada de Lucas Pérez fue el gran sacrificado. Se fue al banquillo y además sufrió una lesión muscular que lo apartó un par de semanas del equipo.
Su regreso ha terminado por ajustar su nuevo rol en el equipo, ese revulsivo que el Dépor necesita cuando las energías comienzan a fallar. Fue clave ante el Celta B – forzó el penalti del 2-0 – y contra el Fuenlabrada su entrada volvió a cambiar el encuentro, demostrando que puede ser el as en la manga blanquiazul e incluso llamando a la puerta de la titularidad.
Cano, encantado con el «entusiasmo» de Svensson
Esta última actuación del sábado le sirvió para ganarse los elogios de Óscar Cano, que ya había destacado en muchas ocasiones lo ejemplar que es Svensson en el día a día y en todo lo que el entrenador le demanda: «Tiene un entusiasmo para hacerlo todo… representa lo que debería ser para todos la vida. Aprovechar el tiempo. ¿Me das 10 minutos? Pues en 10 minutos me vacío. ¿Media hora? Pues media hora. Todo el mundo debería tomarse así la vida. Cuando ha salido le he pedido que se pusiera por detrás de Lucas para ayudar en la presión e incluso ha ido a saltar a algún saque de puerta. Fijaos si quiere, si está capacitado».