El Dépor hizo bueno el dicho tan viejo como falso de que a entrenador nuevo, victoria segura. El conjunto blanquiazul logró remontar y sumó su primera victoria fuera de casa en el estreno de Cristóbal, al que de todas formas queda mucho trabajo por delante. No fue un gran partido de los coruñeses, pero suman tres puntos que dan tranquilidad y confianza para mirar al futuro con un optimismo moderado.
El técnico parece decidido a entregarse al 4-3-3, o al menos eso es lo que se ha visto en sus dos primeros encuentros. Apostó por un once muy similar al de Copa y se encontró con un inicio idéntico. Errores defensivos encadenados y un agujero negro bajo palos que engulle cada balón que pasa cerca del área pequeña. Sidnei y Guilherme evidenciaron la falta de contundencia defensiva y Remy encontró vía directa a la portería entre las piernas de Pantilimon, que cubría el primer palo sin enterarse desde las alturas lo que pasaba a ras de césped.
Y otra vez volver a remar, con esa sensación de que el Dépor siempre empieza los partidos en desventaja. La historia se repitió y el conjunto coruñés despertó tras la bofetada, acompañada también por la lesión de Viera, que dejó a los canarios sin nadie que lanzara a Vitolo y Remy. Pero los problemas blanquiazules no se terminan en la defensa, ya que con el balón se muestran igual de irrelevantes.
Apenas existe la circulación de balón y la única vía que el conjunto deportivista encuentra para llegar al área rival es con balones largos a los extremos. Recuperado para la causa por Cristóbal, Bakkali está teniendo mucho protagonismo, pero su producción es más bien escasa. Egoísta y con poca claridad, el belga inicia muchos proyectos, pero pocos llegan a su fin. Él fue el primero en probar a Lizoain, que respondió bien.
En el otro lado Cartabia tiene más luz. El argentino desbordó varias veces con peligro y en un centro encontró la cabeza de Borges para el empate. El impacto del tico en el marcador suele ser mucho mayor que en el juego, pero su presencia es imprescindible. El Dépor logró equilibrar el marcador antes del descanso, pero tenía dos preocupaciones claras: Lucas apenas participa y cada balón colgado al área es un drama. Tras un despeje corto de Pantilimon Vicente no hizo el segundo porque se encontró con el larguero.
El encuentro quedaba a merced de que alguno de los equipos acertara en sus tramos de dominio, ya que ninguno lograba continuidad en el juego, ni tampoco en las ocasiones. Logró golpear el Dépor, pero en este caso lo hizo gracias a un contraataque. Bakkali forzó a Lizoain a una gran estirada y en el saque de esquina volvió a aparecer la cabeza de Borges para hacer el segundo.
El mensaje de Cristóbal fue claro entonces. Retiró a Valverde y metió a Mosquera para, lejos de recular, poder mantener la presión alta con piernas frescas en el centro del campo. La valentía tuvo premio y en un balón largo Lemos atropelló a Cartabia dentro del área cometiendo un claro penalti. Lucas no falló para ampliar la ventaja.
Por primera vez el Dépor se vio con dos goles de distancia en el marcador y la respuesta fue esperanzadora. El equipo siguió presionando arriba y apenas concedió ocasiones en los últimos 15 minutos más allá de dos remates de Calleri. El primero no cogió y el segundo sirvió para que Pantilimon hiciese una parada.
FICHA TÉCNICA:
UD Las Palmas: Lizoain; Macedo, Lemos, Bigas, D. Castellano; Viera (Tana, min.14), Samper (Aquilani, min.74), Vicente, Vitolo; Calleri, Remy.
RC Deportivo: Pantilimon; Juanfran, Schär, Sidnei, Luisinho; Borges, Guilherme, Valverde (Mosquera, min.60); Cartabia (Expósito, min.83), Lucas, Bakkali (Navarro, min.73).
Goles: 1-0: Remy, min.7. 1-1: Borges, min.36. 1-2: Borges, min.54. 1-3: Lucas, de penalti.
Árbitro: Del Cerro Grande. Amonestó con tarjeta amarilla a Juanfran en el Dépor y a Macedo en Las Palmas.
Incidencias: Estadio de Gran Canaria. Partido correspondiente a la 10ª jornada de Liga.