Óscar Cano, técnico del Deportivo, apeló a las ocasiones falladas por su equipo como la clave de la derrota ante la Cultural Leonesa. Además, sobre los gritos en su contra de la gran cantidad de afición desplazada al Reino de León, quiso darle la naturalidad: «Forma parte de mi profesión, lo tomo con naturalidad. Habrá otros momentos en los que se me gritará «Cano, quédate»».
El Deportivo no se encuentra fuera
«Sí, la verdad es que cuando se exige ganar cada semana, caer derrotado no es fácil. También es cierto que hemos tenido varias posibilidades de adelantarnos. El talón de Aquiles: Mario solo, no convertir el gol les ha espoleado y nos han marcado un gol. Hay que seguir trabajando y tratar de enmendar el error de hoy ganando en casa».
Cómo se explica la derrota
«El fútbol no tiene lógica ni coherencia. Ellos empezaron bien, pero hemos sido capaces de controlar todo lo que estaba sucediendo. Después tuvimos buenos minutos para adelantarnos, y en la segunda parte hubo una ocasión muy evidente. El 70% de la portería estaba vacía, pero no se convirtió. Ellos marcaron el gol y tuvimos que modificar cosas, tirar a gente arriba e intentar generar problemas. No hay otra explicación. Si hubiéramos convertido cualquiera de las opciones, igual estaríamos diciendo que el Dépor estaba bien».
Golpe anímico tras encajar
«Bajar los brazos no es una opción. Por suerte, en la actualidad hay muchos recursos que nos dicen kilómetros, esfuerzos, etc. Es lógico que cuando encajas un gol, quieras ir por el empate y eso genera precipitación y errores. No solo le pasa al Dépor, sino a cualquier equipo. No creo que el equipo baje los brazos, y si de algo estoy seguro, es de que tienen por bandera el trabajo y la insistencia. Vamos a ver si encontramos ese premio que merecimos hoy, en Sanse, en La Línea… Son ocasiones muy claras, son situaciones contra el portero, y el portero ni siquiera en el centro. Son ocasiones que dan en el palo o en el larguero».
Los gritos de la afición pidiendo la dimisión de Óscar Cano
«La afición es soberana. A partir de ahí, si el equipo no gana, muestran su insatisfacción, e históricamente le toca al entrenador. Forma parte de mi profesión, lo tomo con naturalidad. Habrá otros momentos en los que se me gritará «Cano, quédate». Lo que tengo que hacer como líder de este grupo es hacer que los chavales pasen el duelo».
«Que tengamos que ponernos un armazón, que gestionemos las cosas… me parece que es una obviedad. Nosotros sufrimos, me gustaría que todo el mundo cantara a favor mío. Hay que respetarlo y gestionarlo. Porque si me vengo abajo, me lo llevo y lo traslado al vestuario. A partir de mañana, lo que tengo claro es que tenemos que ponernos a trabajar. Agradable claro que no es, nos gusta que nos quieran. Pero esto va con el cargo de entrenador».
La explicación de los cambios
«Cuando cambia el resultado, tenemos que modificar cosas. Si hacemos las mismas cosas, pasará lo que estaba pasando. Tenemos que ir a tumba abierta por el partido. Los de fuera pueden ser carrileros, pueden ser más específicos y gente que tenga mano a mano. Si el equipo se echa atrás, nos van a cerrar los espacios, y tiene que ser gente de mano a mano. Por eso, Saverio y Kuki».
La entrada de Isi por Villares en el once
«Tratábamos de controlar las cosas. Intentar que el equipo rival fuese a su campo, eso lo hemos conseguido y que ahí aparecieran los mejores hombres para tener sensación de dominio y que sus atacantes estuviesen lejos para no correr. Durante minutos hemos tenido el control de las cosas, hemos llevado bien la pelota a los de arriba y nos ha faltado ese acierto. La jugada de Mario es clave. Es muy clara, evidente y cambiaría el sino de las cosas».