El líbero de la famosa línea de tres centrales de Lotina que pasó del descenso a Intertoto analiza para Riazor.org su etapa en el Deportivo. Protagonista esta semana, el asturiano fue el último goleador en una victoria blanquiazul frente al Barça.
Pablo Amo Aguado (Madrid, 15/01/1978) fichó por el Deportivo tras terminar su contrato en el Sporting de Gijón, club en el que se formó. En el conjunto blanquiazul permaneció durante las temporadas 2002/03 y 2008/09, con dos paréntesis en forma de cesiones al Valladolid y al Recreativo de Huelva. Su mejor campaña como herculino fue la 2007/08 en la que fue clave en el resurgir de un equipo que pasó del descenso a puestos europeos en una segunda vuelta asombrosa. Ese año fue el último en el que el Dépor consiguió vencer al todopoderoso Barça. Pablo Amo fue uno de los goleadores.
Retirado ya del fútbol de competición, ¿a qué se dedica Pablo Amo actualmente?
Ahora mismo estoy tratando de reinventarme en el sector, ya que me gustaría seguir ligado al fútbol. Me gustan los chavales, las etapas de formación y ése es el proyecto. Estoy también disfrutando de la familia en Madrid que desde los 18 años no había vuelto y echando una mano en el negocio familiar.
Te encuentras en Coruña, viendo a amigos y también estuviste en los campos de entrenamiento de Abegondo. Manuel Pablo, Valerón, Riki, Bodipo… pocos más quedan de tu etapa como deportivista.
Aranzubia, Laure, coincidí con Abel Aguilar en el Zaragoza, con Jesús Vázquez en el Recre. Venir a Abegondo es estar a casa porque los de alrededor del equipo sigue siendo los mismos, amigos. Es una pasada estar otra vez aquí.
El sábado se enfrentan Deportivo y Barcelona en Riazor. Tú fuiste uno de los goleadores en la última victoria blanquiazul ante el Barça. ¿Recuerdas cómo fue aquel gol?
Recuerdo un montón de detalles y las sensaciones de toda esa segunda vuelta. Los goles, como los defensas no hacemos muchos, los tengo todos enmarcados en la memoria. Fue el segundo, el primero fue de Juan (Rodríguez), y culminábamos la victoria. Reflejamos ante un buen Barcelona nuestro gran momento de forma.
“Me estaba marcando Márquez y me empujó para dejarme en fuera de juego, pero lo que me dejó fue solo”
¿Quién centró, quién te cubría?
Fue un gol extraño. Me estaba marcando Márquez y me empujó para dejarme en fuera de juego, pero lo que me dejó fue solo (risas). Conseguí meterla bien al palo corto y fue un alegrón. Aparte me quedé parado porque no sabía si había sido fuera de juego; y como además soy muy soso, ya que nunca marco un gol, todos se quedaron mirando hacia mí y me dijeron “¿pero qué te pasa?”.
Esa temporada pasasteis de los puestos de descenso a los de Europa en una segunda vuelta increíble.
El fútbol es un montón de cosas, pero también es un estado anímico. Después de la primera vuelta en la que no llegaban los resultados y la confianza de la gente estaba mermada fue difícil. Pero después, gracias al cambio de Lotina que creo que fue muy acertado al intentar desviar la tensión a través de la disposición del equipo y también del presidente que nos dio calma, todo el mundo se responsabilizó. Se elevaron los valores de grupo y compañerismo.
¿Qué veteranos llevaban la voz cantante en esa época de vacas flacas?
Todos. El que jugaba, el que no jugaba… todos sumaban.
La defensa de cinco que diseñó Lotina funcionó como un reloj. ¿Cuál era el secreto?
Más allá de la táctica, era la actitud. Todos éramos solidarios. Teníamos dos laterales de mucho recorrido, Manolo y Filipe; centrales muy competitivos, Lopo y Colo, y después yo que me metí entre medias.
Y a balón parado imponíais. Hay un gol al Athletic que lo descubre a la perfección. Centro de Sergio que tocáis Lopo y tú antes de que marque Coloccini.
Sí, lo recuerdo. Los centrales normalmente creamos peligro a balón parado y era uno más sumándose a esa tarea. Recuerdo jugar contra algún delantero que nos hacían comentarios del tipo “no sabemos cómo jugaros, no sabemos por dónde entraros”. Conseguíamos frustrar al equipo rival, éramos un equipo súper incómodo.
“Donde más disfruté el ambiente de fútbol, de equipo y de club fue en el Deportivo”
¿Fue, quizás, ésta tu mejor temporada como profesional?
Bueno, no se pueden comparar, pero la mejor en el Dépor sin duda. Luego los años del Sporting fueron muy buenos también, en los que más destaqué. Tuve continuidad, siempre jugué, no sufrí lesiones… pero donde más disfruté el ambiente de fútbol, de equipo y de club fue en el Deportivo.
El Dépor descendió hace dos campañas y ascendió al año próximo. Ésta la empezó de forma irregular. ¿Cómo ves este año al Deportivo?
No he visto lo suficiente como para opinar. Aunque de los partidos que he visto me gusta la línea de trabajo que mantiene el entrenador Oltra. Y además, yo que los conozco, puedo decir que es un grupo humano fantástico y eso marca la diferencia.
El partido del sábado es muy complicado aunque el Barcelona viene con bajas y tiene que jugar Champions el próximo miércoles. ¿Le ves posibilidades a los de Oltra?
Sí, claro. Yo creo que hay argumentos. Tenemos muchas posibilidades a la contra por las condiciones que tiene el Deportivo y además jugamos en casa que eso siempre es importante. El Dépor va a tener posibilidades.
Y la siguiente jornada, derbi en Balaídos. Tú jugaste uno en Riazor, el 3-0 que condenó al Celta a Segunda.
Fue uno de los pocos partidos que pude jugar con Jabo, también contra el Madrid que le ganamos en casa. Es algo que echaba de menos como cuando estaba en el Sporting. Es la salsa del fútbol, es una pasada como se vive aquí. Sobre todo que sea un buen espectáculo y que gane el Dépor a ser posible.
¿Cómo es esa semana previa de preparación? ¿Se diferencia de las demás?
El ambiente que se respira de fútbol, la prensa, la gente por la calle… con todo eso la parte motivante de los entrenamientos ya viene dada. Son semanas muy bonitas.
¿Te atreves con una porra para el derbi?
1-2.