Riazor se convirtió en el improvisado escenario de una peculiar pedida de mano durante el descanso del partido entre Deportivo y Unionistas. En una de las acciones que suele haber durante el tiempo de asueto, Javier decidió hincar la rodilla ante la sorpresa de Zulay y la ovación de la afición herculina.
«Salió bien no… lo siguiente», nos explicó Javier en el A Balón Parado del pasado 8 de abril. Y es que ante las dudas de si era algo actuado, decidió llamar a su pareja que acudió rauda a enseñar un anillo que demuestra que su enlace es más que real.
«Fue un shock ver al amor de mi vida… en el estadio de mi club y un anillo con tanto brillo, no podía decir que no», cuenta Zulay. «Yo iba pensando que iba para tirar un penalti a ciegas, pero cuando veo a Javi hincando la rodilla y toda la gente en el estadio… lo primero que hice fue preguntarle si era en serio. Obviamente le respondí que sí, fue como un cuento de hadas para mi».
La intrahistoria de la pedida de Javinho a Zulay
El propio Javinho explica que «es algo que habíamos hablado hace bastante tiempo, medio en serio medio en coña. Decíamos que estaría bien hacerlo en Riazor«. Como puntualiza Zulay, «cuando apareció casaDÉ, le dije que a ver si algún día me lo pedía».
Y así fue como surgió todo. «Hablé con Sergio -el speaker del club-, y el miércoles de Semana Santa me dijo que el día 7 era mi oportunidad: ‘o lo tomas, o lo dejas’. No tenía anillo, no tenía nada, pero dije que sí. El lunes Zulay me dijo que había que ir a Marineda a reservar unas lentillas y esa fue la mía. Le dije que descansara, que llevaba unos fines de semana de mucho trabajo y ahí me fui yo, a por el anillo… y también a reservar las lentillas. Y hasta el momento de Riazor, donde era el único que tenía el peto distinto, que hasta mis colegas estaban extrañados».
Así cuentan Javinho y Zulay la pedida de mano en Riazor: