Tanto el vestuario blanquiazul como el propio Pepe Mel se han esforzado en dejar claro esta semana que la permanencia todavía no está conseguida. De todas formas, en una semana con tres partidos en ocho días, el técnico blanquiazul se marca una fecha para celebrar la continuidad en Primera: «El partido del Málaga nos dio vida y hay que reafirmarla esta semana. Ya dije que el mes de abril nos iba a dar o quitar y espero decir que hemos cumplido el objetivo cuando termine el partido ante Osasuna«.
Mel sabe que la primera de estas tres paradas a la salvación pasa por sacar algo de un campo tan complicado como Anoeta, en un duelo en el que pide intensidad e inteligencia: «En primer lugar espero que el equipo tenga la misma intensidad que el rival que está delante. Se está jugando Europa y no puede permitirse tropiezos. Su centro del campo es de los mejores de la Liga y tenemos que hacernos fuertes ahí y también por fuera. No podemos hacer un partido de ida y vuelta, no tenemos nada que ganar si el partido se rompe como en algunas fases ante el Sevilla».
El entrenador deportivista restó importancia al cabreo de Joselu, «yo también me equivoqué cuando era jugador», y aseguró que no habrá castigo para el gallego, ya que ahora mismo quiere a todos sus efectivos enchufados: «Desde que llegué dije que íbamos a necesitar a 20 futbolistas, es imposible lograr un objetivo con 12 jugadores. No hemos podido repetir alineación y es el momento para que la gente que quiere reivindicarse lo haga«.
Pepe Mel considera clave salvarse, pero también le importa el cómo: «No es lo mismo quedar 13ª que 14ª. En el fútbol todo suma y todo resta, además en los últimos años eso supone más o menos dinero para el club. Hay que acabar de la mejor forma posible porque la gente se queda con lo último. Yo quiero irme a la playa con la sensación de que hemos trabajado lo mejor posible y con ilusión para la siguiente temporada».