Manuel Losada, Chollas, analiza la ida del playoff. Un Deportivo – Castellón en el que los de Rubén de la Barrera consiguieron un tanto de ventaja gracias a Max Svensson.
El domingo vimos un partido muy igualado, como no podía ser de otra forma en un playoff, en el que ambos equipos tuvieron posibilidades de aumentar su casillero. Sin embargo, definitivamente el marcador se quedó en un 1-0 y visto el tramo final del partido, fue lo mejor que le pudo pasar al Deportivo. El equipo de Rubén ganó su partido, pero, vista la igualdad entre ambos equipos y que queda la vuelta a domicilio, el 1-0 puede parecer un botín exiguo, el cual, habrá que tendrá que defender con uñas y dientes. Ser capaz de marcar un gol allí puede ser decisivo…
La fase ofensiva del Deportivo – Castellón
El partido empezó con un ritmo alto, con ambos equipos intentando defender los inicios/reinicios rivales y no dejar jugar cómodo al rival. Al Dépor le costaba generar y, a pesar de ser dominador del partido, en el minuto 17 De León tuvo la primera ocasión realmente clara; Ian Mackay (brutal todo el partido) le tapó todos los huecos posibles en el 1vs1.
A nivel de funcionamiento ofensivo, los comportamientos en fase de inicio se repitieron, Villares solía venir a recibir en el intervalo central-lateral derecho y Álex quedaba en la base. En otros tramos de partido, el Deportivo se colocaba a Álex, haciendo la salida Lavolpiana, entre centrales y Villares subía un escalón. Por delante de ellos, mucha y variada movilidad; Peke haciendo de las suyas por la derecha, Soriano partía desde el medio y Lucas desde la derecha. Estos 2 últimos, partían de sus zonas, pero, posteriormente, se movían libremente por diferentes espacios según su interpretación táctica. Arriba del todo, imperial en el trabajo y la movilidad, Svensson.El Castellón defendía, principalmente, bajo un 1-4-4-2 y, cuando se posicionaba en campo propio, cerraba caminos cortos a portería y “regalaba”, en un principio, las bandas al equipo herculino. El rival se lo puso complicado al Deportivo; mucha profundidad defensiva inicial por el carril central y cuando el balón avanzaba por fuera achicaban espacios para provocar la pérdida o el pase atrás. Además, fue un equipo con mucha intensidad y agresividad defensiva y, cada vez que el Dépor “limpiaba” un rival o una línea, los repliegues individuales/grupales y las conocidas como “faltas tácticas” estaban continuamente presentes, no dejaron jugar cómodo al Deportivo en ningún momento. Aun así, el equipo de Rubén de la Barrera tuvo bastante personalidad, no se arrugó con balón y las ocasiones empezaron a llegar; rondando el minuto 20, Svensson avisó y el rechace Yeremay casi lo caza. 1 minuto después, Svensson de nuevo, tira por encima de larguero. Poco después, Yeremay (súper inspirado en el partido), emulando al mismo Butragueño contra el Cádiz, realizó una acción individual pegado a línea de fondo de autentico crack.
Al poco, Svensson, en un despiste monumental de la defensa castellonense, cerca del borde del área y sin oposición tiró en balón rozando el palo derecho de la portería rival. Las ocasiones se sucedían, Pablo también la tuvo en una acción de balón parado y Antoñito, en una situación muy clara y solo, disparó, como se suele decir, al muñeco.
Ya en la segunda parte, Svensson, lleno de fe, garra y gen competitivo peleó lo que no está escrito y su implicación tuvo premio. Recuperó el balón, a continuación, se enfrentó a los ex deportivistas Calavarea y Borja Granero, los cuales no pudieron frenarlo. Calavera quiso, pero no pudo, llegar a defenderlo/estorbarle y Borja Granero, estando a contrapié y siendo mucho más lento que el delantero coruñés y llegando este en carrera, fue una presa fácil para que se deshiciese de él con una bastante facilidad. Por último, el delantero coruñés tiro raso y fuerte y el balón, tras rebotar en Borja Granero, entró en la portería defendida Alfonso Pastor.
El Castellón reaccionó y quiso recuperarse del golpe, pero en algunas pérdidas/robos el Dépor pudo hacer el segundo.
Sin embargo, según fue avanzando la segunda parte, el Deportivo se fue quedando sin energías y le costaba más construir y empezó a desorganizarse y alargarse en exceso en su fase ofensiva ; en consecuencia, el equipo herculino permitió transiciones peligrosas en los atacantes.
El Castellón, con espacios, para construir o para contratacar, es un equipo realmente peligroso y los últimos 15 minutos del partido se le hicieron muy cuesta arriba al equipo deportivista pudiéndole costar muy caro. El Dépor estaba muy cansado, largo y a varios jugadores les costaba llegar a la presión en varios momentos y/o no tenían la capacidad de hacer sus repliegues individuales debido al gran esfuerzo desempeñado. El primer cambio fue en el 65; Yeremay tuvo que salir, “reventado” (por el esfuerzo y seguramente por el desgaste mental/tensión que le provocó un partido como este). Sin embargo, Kuki e Isi no entraron hasta el 81 y 88 respectivamente. En mi opinión, el equipo pedía aire mediada la segunda parte, debido al calor que hizo y el gran desgaste en la presión y mover tarde el banquillo pudo haberle costado muy caro al equipo.
La fase defensiva del Deportivo – Castellón
El Dépor se estructuró bajo un 1-4-4-2 colocando a Soriano a la altura de Svensson. Por detrás Yeremay, Villares, Álex y Lucas se repartían el eslabón anterior y la defensa, sobre todo los laterales, perseguían a sus pares para no dejar recibir perfilados.
El equipo herculino buscó ahogar al Castellón en su fase de inicio optando, siempre que pudo, por un posicionamiento avanzado. Rubén, inteligentemente, optó por este posicionamiento sabedor de que el equipo Alberto Rudé iba a optar por un modelo de juego combinado arriesgando, como viene siendo habitual en la temporada regular, todo lo que fuese necesario para sacar el balón “jugado”.
Esa actitud ofensiva de arriesgar todo lo que sea necesario en su fase de iniciación tiene sus ventajas y sus inconvenientes. El principal punto negativo, a mi entender, es que si pierdes la posesión del balón el rival está muy cerca de tu portería y tu equipo se encuentra “abierto” y desguarnecido para la transición defensiva. Bajo este contexto, el Dépor, con una incesante presión en avanzado, fue capaz de recuperar muchos balones y contratacar rápido y vertical. En consecuencia, los de Rubén generaron varias ocasiones de verdadero peligro y consiguieron el gol de este modo gracias al combativo Svensson.
Sin embargo, este tipo de posicionamiento y de planteamiento requieren un nivel de desgaste físico y mental muy alto y, a su vez, asumir una serie de riesgos. El desgaste, como comentamos, se notó y mucho y el Dépor en el último tercio de partido, como es normal, dio un bajón grande y Castellón tuvo ocasiones muy claras para establecer el 1-1.
El Castellón también utilizó sus armas para contrarrestar el planteamiento defensivo de campo y utilizó la amplitud ofensiva muy bien. El equipo rival, con esos jugadores estando y yendo a la parte exterior del campo y con la movilidad del balón buscando continuos y precisos cambios de orientación largos, desgastaron al Deportivo y encontraron, posteriormente, vías de acceso a la portería de un salvador Mackay.
Si ofensivamente Svensson y Yeremay fueron los más destacados; en la fase antagónica, sobre todo, Jaime, Pablo, Mackay y el propio Svensson (el primer defensa deportivista) estuvieron a un nivel alto o muy alto.
A pesar de que varios jugadores estuvieron muy bien defensivamente, el Deportivo sufrió (y mucho) y el rival tuvo varias ocasiones de para anotar; sin embargo, la falta de puntería en unas ocasiones y un imbatible y salvador Mackay en otras consiguieron mantener la portería del Deportivo sin ser batida.
Transiciones
Aspecto vital y decisivo en el partido. Para el Deportivo fue su principal arma ofensiva; de hecho, su gol fue de esta manera, con un contrataque, desde posicionamiento avanzado y realizado de forma individual, en lo que se refiere a gestión de balón. El Depor optó por utilizar esta arma ofensiva en base a las herramientas del posicionamiento avanzado, la profundidad defensiva sobre balón y el ritmo defensivo intenso. El funcionamiento y resultado fue muy bueno; recuperaron muchos balones en posiciones muy cercanas a la portería rival y con opciones reales y buenas de hacer gol. Sin embargo, el rédito, fue muy bajo para lo que pudo haber conseguido. Si somos objetivos y valoramos el rendimiento del equipo, desde el punto de vista táctico, hay que decir que fue muy alto; la pena es que no se transformara en más goles. Desde la llegada de Rubén, la profundidad, tanto en fase como en transición ofensiva, es un elemento diferencial y muchísimo mayor de lo que lo era antes. Por lo tanto, la duración de las jugadas menor lo que conlleva, evidentemente,a un mayor riesgo e imprecisiones. Este aspecto ya lo comentó, en alguna ocasión, Rubén, pero viendo a jugadores como Yeremay, Lucas, Soriano… y los resultados que está dando esta elección relacionada con el tipo de proceso ofensivo parece que el míster coruñés ha acertado aceptando ese “riesgo”.
A DESTACAR
Individualidades
Yeremay
No ha llamado a la puerta de la titularidad y de la categoría, la tirado de una patada y ésta ha salido volando. Imparable, valiente, con confianza, ganador de duelos…
Fue el jugador más desequilibrante del Deportivo. Fue capaz de irse de su par y generar ocasiones de gol y, además, fue capaz de hundir la defensa rival ya que, sabedores de su capacidad de irse en el 1vs1, los rivales temporizaban y replegaban. Al ir cediendo tanto espacio y congregar varios rivales, a su vez, el equipo rival desguarnecía y descubría espacios, por otras zonas, su defensa.
Acabó reventado, pero es que estuvo constantemente haciendo conducciones y acciones peligrosas y moviéndose. Se notó cuando salió y más porque sus sustituto estuvo a años luz de él…
Mackay
Salvador. Si en una crónica anterior comentaba que hay porteros que paran y otros que dan puntos e Ian era uno de los últimos. En esta ocasión, subo la apuesta y digo que ya no sólo da puntos; puede ser decisivo en una eliminatoria del playoff o un ascenso, que es mucho decir… Partido perfecto del portero herculino, en el cual, tuvo intervenciones de muchísimo mérito, dónde estando a expensas del atacante y “vendido”, y saliendo siempre victorioso. ¡Espectacular!
Álex
El jugador (y jefe) silencioso (por su juego, no por su verborrea) en el campo. Hizo un partido que, si no vas con la lupa, puede que pase desapercibido y/o no se valore mucho. Sin embargo, fue muy importante ofensivamente al estar siempre donde tenía que estar para dar un apoyo, para otorgar seguridad a sus compañeros por delante y pudiesen decidir sin riesgo a perderla, para que tuviesen una salida con/en él… Además, con el balón en los pies no se complicó, ajustó el ritmo ofensivo a las demandas del juego y, casi siempre, lo jugó con criterio…
Por otra parte, en el plano defensivo, junto con Villares, estuvo inconmensurable en el medio del campo, tanto en fase de funcionamiento defensivo como, sobre todo, en las transiciones; en las cuales, sus vigilancias ofensivas sobre rivales y sobre espacios frenaron varias contras peligrosas del rival.
Defensivamente
El Dépor sigue teniendo lagunas que le pueden costar muy caras y más en una eliminatoria de un playoff, pueden ser decisivas… Esperemos que, para el partido de vuelta, ajuste bien esos aspectos como, por ejemplo: la presión en avanzado (ajustada en origen y , por ende, en destino), la capacidad de mantener la profundidad defensiva cuando tiene esos momentos de descontrol el partido o funciona en posicionamiento plegado…
Transiciones
Como ya comentamos, el Deportivo de Rubén de la Barrera es mucho más vertical y profundo y es aquí, en las transiciones ofensivas, donde se refleja de mejor forma estas intenciones tácticas con verdadero peligro y eficacia. Si el Dépor es capaz de mejorar en el apartado comentado anteriormente, el defensivo, y sigue en la línea que lleva en las transiciones ofensivas su eficacia y rendimiento será muchísimo más alto y será imparable. Es un arma que el Dépor utiliza y desarrolla a la perfección, que se ajusta perfectamente a los jugadores ofensivos que tiene y a lo que busca Rubén y que esperemos que siga dando sus frutos (de mayor manera, si es posible) en el partido de vuelta.