Primero fue un ínfimo acuerdo de intercambio de 262 entradas para la afición visitante. Luego, la prohibición unilateral de acudir a cualquier espacio de Castalia ajeno a la grada visitante con distintivos del Deportivo. Y ahora, un comunicado recalcando la evidente prohibición de revender entradas con el objetivo de que el equipo castellonense tenga «el mejor ambiente posible en nuestro estadio para estos partidos del playoff». Todavía a mediados de semana, el Castellón parece que ya ha empezado a jugar su vuelta particular.
El club castellonense se afana en imitar el ambiente de apoyo que el Deportivo logró en Riazor el pasado domingo, cuando su hinchada batió el récord de asistencia de la categoría con 28.828 aficionados y construyó otro recibimiento histórico a su equipo en los aledaños del estadio. Y para ello, ha ido siguiendo pasos para tratar de convertir Castalia en un ‘infierno’ blanquinegro.
Por partes. En primer lugar, previamente a la disputa del primer choque, el conjunto castellonense rechazó un pacto de intercambio de paquetes de entradas superior a las citadas 262 para el encuentro de ida. Sabedor de que no iba a contar con tantos aficionados desplazados, prefirió rebajar el número para poder asegurar un mayor porcentaje de hinchas locales en la vuelta, teniendo en cuenta que la capacidad de Castalia es de en torno a los 15.000 espectadores, unos 18.000 menos que Riazor.
A mayores, el pasado viernes, la entidad de La Plana anunció que la venta online era «exclusiva para los aficionados locales» y además, «por motivos de seguridad se podría denegar el acceso a Castalia con prendas identificativa de otro equipo en la zona no destinada a la afición visitante».
Tras ese anuncio, unas horas después de que finalizase el Deportivo 1-0 Castellón, la entidad valenciana especificó que cerraba la venta online alegando «alta demanda» y estableció una fórmula de venta presencial para sus aficionados a partir del lunes.
Finalmente, este mismo miércoles, dio un paso más. Ante la ‘amenaza’ de contar con seguidores deportivistas repartidos por todo el estadio, el Castellón recalcó que ponía en marcha «todos los mecanismos a su alcance para evitar cualquier posible mal uso de las entradas del partido de vuelta del playoff ante el RC Deportivo».
De este modo, el club castellonense parece entender como «mal uso» la presencia de hinchas deportivistas en cualquier asiento libre de su estadio, a pesar de que el partido no ha sido declarado de alto riesgo. A ese importante dato se le une que en el encuentro de ida, el Dépor no impidió en ningún momento a aficionados visitantes comprar o acceder a espacios de Riazor diferentes a la grada visitante. Pero el Castellón, que además ha impulsado un entrenamiento de puertas abiertas el sábado, un recibimiento y un concierto en los aledaños de Castalia previo al choque, ya ha empezado a jugar el choque de vuelta.
El Deportivo agota las entradas para Castellón en tiempo récord
Como era de esperar, las entradas ofrecidas al Dépor ‘volaron’ en unas horas. El club herculino puso a la venta para sus socios 158 de las 262 entradas (el resto las gestiona la Federación de Peñas) esta misma mañana y al mediodía no quedaba ninguna.
La noticia era esperada ante la habitual respuesta del deportivismo, pero lo novedoso estuvo en que fueron varios los hinchas los que ‘hicieron noche‘ en las taquillas de Riazor. Todo para asegurarse el poder adquirir uno de esos billetes a un precio de 25 euros para ver en directo la resolución de una eliminatoria en la que el Dépor juega con una ligera ventaja tras el 1-0 de la ida.