El Racing de Santander continúa con la gestión del día a día después del aplazamiento de su partido contra el Deportivo. Tras anular su viaje a A Coruña, el equipo cántabro ha comunicado a través de un escrito que «ha suspendido el primer entrenamiento de la semana». La plantilla racinguista acudirá a la ciudad Nando Yosu mañana lunes para la realización de más pruebas de antígenos.
Aunque no tendrán un entrenamiento normal, el club comunica que los jugadores acudirán de forma escalonada para ejercitarse en el gimnasio y la terraza en grupos reducidos de hasta cuatro personas. Todo ello siempre y cuando hayan pasado con éxito las correspondientes pruebas de detección a las que serán sometidos nada más lleguen a las instalaciones. Una vez acabada la sesión no podrán ducharse, teniendo que hacerlo en sus domicilios.
El Racing, segundo clasificado por detrás del Deportivo, toma esta decisión después del positivo de su jugador Patrick Soko hace 4 días. A día de hoy, los servicios médicos del equipo han comunicado otro positivo más, el del capitán Íñigo Saínz-Maza, además de los síntomas detectados en otros futbolistas cuyo nombre no ha trascendido. En esta situación tendrán que preparar el choque del próximo fin de semana frente a la Cultural Leonesa.
Tres «contactos estrechos» jugaron ayer
La preocupación mostrada por el Racing de Santander desde un primer momento ante el posible brote contrasta con los hechos que ayer tuvieron lugar. A pesar de que el club no pudo viajar a Galicia para disputar su partido de liga contra el Dépor, tres canteranos convocados contra el Racing de Ferrol (Yeray Cabanzón, Juan Gutiérrez y Simón Pérez) pudieron jugar ayer con aparente normalidad en el partido que disputó el Rayo Cantabria (filial del Racing) de Segunda RFEF. Uno de ellos, Yeray, fue titular en ambos partidos, consiguiendo anotar ayer un gol. Decisión sorprendente teniendo en cuenta que fueron contactos estrechos de Soko el pasado miércoles.