El Deportivo en Riazor es otro equipo. Ante el Reus ganó (2-0) y volvió a verse a ese conjunto dominante que somete a los rivales desde el primer minuto. Esta vez lo hizo también en el marcador. Sesteó como en Córdoba, pero en casa lo hace con el balón, sintiéndose cómodo y esperando a que llegue el segundo. A veces incluso demasiado cómodo. La relajación final casi cuesta algún susto, pero la fiabilidad de los deportivistas en A Coruña sigue sin ponerse en entredicho.
- Si te relajas, al banquillo. Natxo González no se casa con nadie. Lo dijo nada más llegar y lo ha demostrado desde que empezó la temporada. El técnico ha presumido siempre de tener una plantilla equilibrada y que las diferencias entre titulares y suplentes son mínimas. Ante el Reus entraron Somma y Expósito por obligación, pero también Caballo y Pedro Sánchez. Saúl y Carles Gil pagaron la mala imagen de Córdoba y los dos que entraron de refresco no desentonaron. El lateral estuvo al nivel de sus primeras apariciones y el mediapunta, desacertado hasta ahora, se movió con criterio en la zona de tres cuartos y participó en casi todas las jugadas de peligro.
- Para empezar, una obra de arte. Todavía había gente buscando su asiento cuando el Dépor abrió el marcador. Como en el Arcángel, lo hizo con una maravilla colectiva. Pared de Quique con Expósito, Pedro devolviendo de primeras para el pucelano y pase atrás para que Carlos, con suspense, batiese a Badía.
- Inocentes. El conjunto blanquiazul se hizo con el control del partido y apenas le dio opción al Reus ya desde el saque de centro. Con un ritmo alto de circulación llegaban las ocasiones y la única pega era no encontrar el segundo. Quique y Edu tuvieron las más claras, pero poco a poco el equipo fue relajándose hasta entrar en la zona del exceso de confianza. El conjunto catalán se vino arriba antes del descanso, aunque sin demasiados argumentos.
- Funciona todo. El Dépor está tocado con una varita en Riazor. Y Natxo también. Cada cosa que prueba le sale y la muestra es el botón de Pedro Sánchez. El alicantino, al fondo de la rotación desde hace semanas, puso la guinda a su buen partido con el segundo tanto al poco de la reanudación. Vicente lo vio a la espalda de la zaga y le puso un balón perfecto. Pedro lo bajó con la misma tranquilidad que tuvo para mandarlo a la red.
- Mala gestión final. Se le hizo muy largo el partido al conjunto blanquiazul, que no pudo marcar el tercero a pesar de un cabezazo de Carlos al palo. El Reus manejó mejor los cambios, que en el Dépor llegaron muy tarde, pero entre su falta de puntería y una mano salvadora de Dani Giménez no pasaron de amagar y permitieron un final plácido, al menos en lo que se refiere al resultado.
FICHA TÉCNICA
RC Deportivo: Dani Giménez; David Simón, Domingos Duarte, Somma (Bóveda, min.90), Caballo; Expósito, Bergantiños, Pedro Sánchez (Carles Gil, min.81), Vicente (Moreno, min.87); Quique, Carlos Fernández.
CF Reus: Badía; Bastos, Olmo, Catena, Gonzalo (Carbonell, min.66), Guerrero (Borjita, min.66); Ledes, Juan Domínguez, Mario; Linares, Carbiá (Alfred, min.66).
Goles: 1-0, min.1: Carlos Fernández. 2-0, min.54: Pedro Sánchez.
Árbitro: Trujillo Suárez, canario. Amonestó a David Simón en el Dépor.
Incidencias: Estadio de Riazor, 15.576 espectadores. Partido correspondiente a la jornada 11 de Segunda División.