Regresa Eduardo Caridad con su columna, esta vez dedicada al medio desaparecido desde hace ya más de un año.
Desde que el 1 de agosto de 2013 se acabó el diario en el que hasta entonces trabajaba, he tenido en mi cabeza el contar algunas cosas sobre el mal llamado periódico oficial del Deportivo. En esta ocasión no voy a analizar la actualidad y sí un proyecto que nació con mucha ambición en enero de 2005 y que aquel verano murió, o más bien se dejó morir. Más de un año después de la defunción, ¿se acuerdan de DÉPOR Sport?
Recuerdo que desde el principio el propio club quiso que su diario, que acababa de nacer, no estuviese por encima de nadie. Mi incredulidad era mayúscula, pues yo, que había trabajado en otra ciudad, tenía entendido que los medios oficiales gozaban de privilegios. Es de perogrullo. Pero en este caso no sucedió. Yo hice mis prácticas de periodismo en AS Madrid. Y allí nadie tenía acceso a las exclusivas que el propio club blanco mostraba en sus medios. Lo normal.
El Deportivo que yo conocí era un club de lo más especial. Me explico. Éramos parte deL club, pero muchos desde dentro nos miraban con recelo. Como si pensasen: ‘a ver por dónde salen estos’. Desde hace tiempo sé, me consta, que se descorcharon varias botellas de champán cuando el DÉPOR Sport se fue al garete. Me refiero a la Plaza de Pontevedra.
En contra de lo que muchas personas creen, teníamos una autonomía bastante amplia. En lo que a temas deportivos se refiere, nuestra línea era la de buscar gente del entorno que se ‘mojase’ en sus opiniones. Y muchas veces dimos la nuestra, cayese quien cayese. Muchos disgustos nos costó. Pero era la única forma de ser honestos y profesionales. Hubo amagos de sintonía, pero realmente el DÉPOR Sport siempre fue un extraño en su propia casa.
Se hicieron muchas cosas y muchas bien. Además de ofrecer una información muy completa del primer equipo (al menos ocho páginas diarias), DS fue pionero en abrir las puertas de la cantera al gran público, de sacar del anonimato al fútbol base y al fútbol de la Costa y de ofrecer una sección de otros deportes de calidad y rigor. No lo digo por quedar bien. Me consta porque trabajé con ellos ocho añazos codo con codo y con muchas alegrías y discusiones. La verdad es que nos hicimos fuertes en el aislamiento.
No me voy a extender en los impagos a los trabajadores de los últimos meses (que a día de hoy estamos sin cobrar). Volviendo la vista atrás prefiero quedarme con lo bueno, con un proyecto que pudo ser algo muy grande y que se quedó en el camino por la poca fe de los que más tendrían que haberlo apoyado.
Desde aquí le deseo la mejor de las suertes a los compañeros y amigos del DXT Campeón. Sé por lo que están pasando en esta profesión en horas bajas. En contra de lo que se pueda pensar, no éramos rivales. Ni mucho menos. El cierre de DS no le hizo ningún favor. En la competencia está la excelencia. El uno hacía mejor al otro. Eso sí, menos mal que ya se acabó la guerra con ‘La Voz’. Eso sí que nadie lo echa de menos. ¿Verdad? ¡País!