Manuel Losada, ‘Chollas’, se suma a riazor.org con una columna de opinión en la que analizará los partidos del Dépor. Entrenador nacional y profesor Escuela Gallega Entrenadores, nos ofrece una nueva visión del Deportivo Linares.
Debería resultar evidente concluir que al bueno de Óscar, en sólo 4 sesiones (las que tuvo para preparar el partido contra el Linares) no le dio tiempo a inculcar y trabajar todos los principios e ideario táctico que busca en su equipo. Sin embargo, el Deportivo, por muchos tramos del partido, parecía otro equipo al que estábamos acostumbrados a ver. También, parece meridianamente lógico, que ni el entrenador saliente, Borja Jiménez, era el causante del que el equipo no terminase de “funcionar”; ni que el entrante, Óscar Cano, haya sido el causante, de forma exclusiva, de la victoria contra un complicadísimo rival este domingo. El rendimiento de un equipo de fútbol es multifactorial y dependiente de muchos elementos, no gira siempre todo en torno al entrenador, éste es sólo uno más en la ecuación; importante, sí, pero uno más.
Por otra parte, aunque sólo hayamos presenciado un partido del Depor de Óscar Cano y sería demasiado pretencioso y atrevido aventurarse a asegurar qué Depor vamos a encontrarnos con el nuevo entrenador, sí podemos hablar o citar una serie de modificaciones e intenciones tácticas que se vislumbraron en el partido jugado el domingo pasado en Riazor:
Fase ofensiva
Parece que Óscar planteó un proceso ofensivo con la intención de ser un equipo más vertical, con mayor cantidad de balones dentro del área y con más cambios de ritmo ofensivo de los que hasta ahora estábamos viendo.
El Depor de Borja adolecía de este último punto en muchas fases de sus partidos; era un equipo con un ritmo ofensivo uniforme y constante, lo que se traducía en muchos momentos en un equipo previsible, provocaba mucho solapamiento de jugadores en los mismos espacios y embotellamiento del equipo por varios momentos.
El Depor de Óscar utilizó los cambios de ritmos, sobre todo cuando se superaba primera línea de presión, y aceleraba el proceso ocupando el área y las zonas de remate con un poderoso Max Svensson y con buenos llegadores de 2ª línea. El balón llegaba a ¾ de campo y el equipo tenía progresión ofensiva, es decir, iba sumando jugadores acompañando el balón (viajamos juntos, como le gusta decir a Óscar); aspecto que, por otra parte, le facilitó al equipo deportivista, en multitud de ocasiones, la posterior transición defensiva (o contra del rival) presionando tras pérdida, aspecto que tanto le gusta al entrenador granadino.
En este sentido, Óscar optó por poner 2 interiores con una gran calidad técnica, capacidad de asociación, versátiles y con llegada. Se movieron por diferentes posiciones: por momentos como si fueran un 8, luego como un 10 y en otras ocasiones como un 6 y hasta como un 4. La famosa versatilidad de los jugadores de la que habla el entrenador granadino y la no especificidad de los jugadores en el tema demarcaciones/posiciones.
Tanto Olabe como Rubén, hicieron un gran partido; se ocuparon de la fase de inicio haciendo la salida la lavolpiana cuando el Linares apretaba con los 2 delanteros un poco más intenso; ocuparon la base cuando hizo falta ayudando a los giros de juego y ocupaban los cuadrados cuando el balón llegaba al campo contrario y necesitaban liberar al poseedor del balón. Si estos 2 empiezan a carburar y a compenetrase bien, pueden ser diferenciales de verdad en esta categoría y haciendo lo que les mandó el míster este domingo. Ambos fueron muy importantes en los giros de juego del equipo deportivista, aspecto muy importante y bastante olvidado jornadas atrás. Los buenos y constantes cambios de orientación desgastaron mucho al rival y facilitaron al equipo el encontrar vías de acceso a la portería rival.
Otros dos que se entendieron muy bien fueron Quiles y Antoñito; aunque este primero también se entiende muy bien con Trilli. Quiles es muy bueno, pero estaba jugando con mucha ansiedad buscando ese primer gol que no llegaba, siendo muy individualista, con demasiadas retenciones de balón, exceso de regates, de finalizaciones forzadas… esperemos que este gol le dé la tranquilidad para reencontrarse definitivamente con su juego.
Por otra parte, Óscar decidió que si el equipo se veía muy apretado/asediado en los reinicios de saque de portería se jugase de forma más directa. En este sentido, jugó varias veces para que Quiles la bajase aprovechando su gran cobertura técnica y en otras era el propio Mackay el que sacaba directamente. Un acierto creo yo, como dice el otro: si te aprieta mucho la zapatilla… hay que cambiarla.
También hay que destacar la movilidad sin balón del equipo, los jugadores se movieron más y mejor. Hubo mucha más movilidad efectiva, estábamos acostumbrados a ver un Depor más estático y este domingo vimos un equipo más dinámico, ocupando y liberando espacios, sin solaparse extremos e interiores en los cuadrados, más imprevisible… Personalmente, creo que la actuación de Svensson facilitó mucho el juego ofensivo del equipo; por momentos si el rival estaba largo, fijaba a los centrales habilitando para recibir entre líneas; si el equipo estaba ahogando al equipo realizaba un desmarque de ruptura (muy poderoso en eso, por cierto) y daba una salida o movilizaba la defensa rival generando espacios. Fue un verdadero incordio para la defensa del Linares.
A modo de resumen, pudimos ver un Depor que en el momento con balón utilizó más los cambios de ritmo ofensivo, la progresión ofensiva (consiguiendo juntar más el equipo y ocupar más zonas de remate y rechace), que ocupó (y desocupó) mejor los espacios, un equipo que simplificó más su proceso ofensivo con lo complejo que es eso, Cruyff dijo una vez: “jugar fácil al fútbol es lo más difícil que hay».
Fase defensiva
Cuando hablamos de fase defensiva, lo primero que nos viene a la cabeza es la línea de defensas propiamente dicha. Sin embargo, creo que la mejora defensiva del Depor nace, sobre todo, de adelante para atrás. El ya nombrado Svensson es un auténtico incordio para cualquier equipo ya que presiona la salida del rival, no para de correr, de ir al choque, de bregar… Todo eso condiciona tanto el proceso ofensivo rival como el defensivo tuyo. Por otra parte, Quiles y Soriano ayudaron mucho en las tareas defensivas aspecto que se pudo ver en lo cansados que acabaron ambos. Los 2 interiores también hicieron muchos kilómetros, siendo destacable en este aspecto Roberto Olabe, qué pedazo de jugador. A lo mejor mucha gente no se fijó en él, pero el trabajo que hace sin balón es una auténtica pasada ¡ojo!, con balón es muy bueno también. Es un jugador que abarca muchísimo campo, entra duro y es ganador de duelos individuales, también ganó los duelos aéreos… A Rubén Díez, el míster le dio el caramelito y acto seguido un “palo”. Aseguraba Óscar: “Sí, jugó muy bien con balón pero sin él tiene que hacer mucho más”. Así, le dejó el recadito a él, jugador que ya tuvo y conoce bien y del que ha hablado maravillas, y, de paso, al resto de compañeros: aquí el que no “ande” no me vale, por mucha calidad que tenga. Acierto por parte del míster creo yo.
Por último, la línea defensiva se vio más solvente que en otras ocasiones, sobre todo a Adrián Lapeña que pareció otro y ganó todos sus duelos individuales y estuvo súper concentrado todo el partido.
A nivel colectivo, se vio un equipo más comprometido, que tuvo claro dónde apretar y que fue ganador de muchos más duelos individuales; lo que se tradujo en una mejora colectiva a nivel defensivo. Aun así, hubo momentos que se vieron antiguos fantasmas…
Transición defensiva
Si hablamos con anterioridad de que el equipo con balón estuvo más organizado, más junto y jugó más “sencillo” esto, irremediablemente, se traduce también en una mejora de su transición defensiva. Anteriormente sucedía, en considerables ocasiones, que cuando el Deportivo perdía la posesión del balón era casi una tragedia; el balón, en pocos segundos, pasaba de estar en el área/campo rival a las postrimerías de nuestra área, cuando no en la portería. Este domingo al Deportivo casi no le hicieron contraataques. Al hilo de esto, decía uno que sabe mucho de fútbol y que daba clase de táctica que los equipos “buenos” se ven en la gestión de las transiciones.
Transición ofensiva
En este momento del juego, también vimos cosas nuevas, pocas veces vimos correr al Depor en los contraataques hacia la portería contrario con la decisión de este domingo. Anteriormente, el equipo deportivista tenía la tendencia de recuperar la pelota y jugar hacia atrás; sin embargo, este domingo vimos varias transiciones locales bastante peligrosas incluso una de ellas, llena de fe y confianza, fue llevada casi de forma individual por el poderoso Svensson. Creo que no está reñido tener un modelo de juego combinativo con utilizar el arma más peligrosa (o una de ellas) que hay en el fútbol, el contraataque. Es justamente en este momento del juego cuando encuentras al equipo rival más desorganizado, “abierto” y con un pensamiento ofensivo y éste, de repente, tienen que defender y reorganizarse como pueda/sepa. Con la velocidad y calidad que tiene el Depor, si es capaz de seguir mejorando en los contraataques y desarrollándolos en esta vertiente va a terminar traduciéndose en muchos goles.
Los nombres propios del Deportivo – Linares
Max Svensson
La gran sorpresa. Un auténtico incordio para los rivales tanto en defensa como en ataque. Se le achaca que no es una maravilla con el balón en los pies pero, sin embargo, dio una asistencia de gol de lujo y no se complicó mucho con el balón y jugó con mucho criterio. Es un rematador nato, potente al espacio y entiende muy bien cuando fijar y hundir a los centrales con su inmovilidad y cuándo venir en apoyo. Además, ofensivamente tiene algo que le viene muy bien al Deportivo, “ataca el espacio”; es decir, hace desmarques de ruptura, dándole, de este modo, muchas posibilidades/opciones a sus compañeros y al equipo.
Villares
Gran sorpresa su ausencia en el once la verdad. Estaba siendo el mejor o uno de los mejores pero, sin embargo, Óscar decidió dejarlo fuera. Personalmente, creo que el entrenador tenía muy claros a sus interiores (Rubén y Olabe) y que necesitaba un perfil más “estático” para el mediocentro defensivo (Álex).
Roberto Olabe
Escándalo de jugador. Puede ser un jugador que no te entre por el ojo así de primeras pero es completísimo. En cualquier disputa que haya “rasca”, se hincha a recuperar balones, domina muchísimo los espacios defensivos para cortar las transiciones rivales, ganó duelos aéreos, con el balón jugó con mucho criterio, dio constantes salidas, domina los tiempos y ritmos requeridos en cada momento del partido, sabe de qué va esto… Si sigue así va a ser, si no lo es ya, un jugador diferencial en la categoría.
Rubén Díez
Otro al que el cambio de entrenador le ha sentado bien. Óscar le va a dar galones y se ve que él los va a querer. Hizo un muy buen partido, con gol incluido, pero, opino como Óscar, tiene más clase que un instituto pero tiene que dar.
Quiles
Ya hablamos de él y todos lo conocemos. A ver si este gol le quita esa ansiedad que tenía y se reencuentra con su juego. La entrada de un delantero como Svensson le va a venir de perlas y le va descargar de la “obligación” de la presencia en el área en primera instancia; él es más de llegar que de estar. Quiles es un poco un alma libre, hay que dejarle hacer…
Alex Bergantiños
No estuvo atinado Álex, no encontró su ritmo dentro del juego y estuvo impreciso con el balón. Del gol no hace falta decir nada, él mismo sabe que se pasó de frenada y fue por la zona que no debía. El ritmo de juego del Depor ahora es más alto y cambiante y va a tener unas demandas distintas, veremos si es capaz de acoplarse a él el capitán deportivista.