Al Deportivo solo le vale una victoria frente a un Espanyol que no quiere ser el invitado de lujo que fue hace 13 años en Riazor. Los pericos llegan diezmados por las bajas en una medular en la que destaca la presencia de Abel Aguilar.
Un 19 de mayo vuelve a cruzarse en el camino y en el destino del Deportivo. Trece años antes, tal día como hoy se grabó a fuego en las mentes y en los corazones deportivistas tras elevar a un Club, a una ciudad y a un país a lo más alto del panorama mundial. El Deportivo se hacía campeón de la, por entonces, mejor Liga del mundo y destapaba así la caja de los sueños que ni el más incrédulo de los coruñeses pudiese nunca imaginar.
Aquélla caja apenas conserva un ápice de olor de aquéllos los tiempos de gloria. Hoy el conjunto gallego no se juega la vida, si no su supervivencia. He ahí el problema de un equipo que esta tarde no puede hablar de final, porque lo único que se juega es el perderlo todo o seguir sudando. En el vestuario deportivista solo se piensa en la victoria, solo se habla de “gañar cunha ‘ñ’ xigantesca”, tal y como decía Vázquez en su última rueda de prensa.
Precisamente en ese vestuario sobreviven los tres únicos supervivientes de aquél 19 de mayo histórico: Barros Botana, Franganillo y Manuel Pablo. El canario vestirá hoy el brazalete de capitán y guiará a un equipo que, como aquél de Jabo Irureta, sí huele a once de gala. Fernando Vázquez recupera a Abel Aguilar, faro del resurgir del equipo tras el derbi gallego, y al que el técnico de Castrofeito esperaba como agua de mayo. Con el colombiano en el once, tan solo la ausencia de Marchena le impide desplegar su once de gala frente al Espanyol.
La llegada de los pericos a Coruña estuvo marcada por el regreso de Diego Colotto, la ausencia por sanción de Joan Capdevila y el morbo de volver a ver a Joan Verdú y al ‘tránsfuga’ Stuani sobre el césped de Riazor. El uruguayo será el único de los tres que no salga de inicio en un once en el que Aguirre sufre importantes bajas. A la ya mencionada ausencia de Capdevila se unen las de Forlín y Víctor Sánchez en un doble pivote que formarán el andaluz José Raúl Baena y el catalán Sergio Tejera. Entre los dos tan solo suman 12 apariciones en Liga en la presente temporada.
Tras verse las caras en el descenso en la primera vuelta, Deportivo y Espanyol separaron sus caminos para encontrarse de nuevo 19 jornadas después cerrando un círculo que quizás se abrió hace 13 años. Aquél Dépor de Irureta trazó una línea que hoy se tambalea sobre 90 minutos a vida o muerte. El irundarra se acordaba entonces de Arsenio y del Súper Dépor al que 11 metros le privaron de una Liga. “El sueño que un día se hizo pesadilla se pudo hacer realidad”. Que así sea esta tarde.
La clave: El poderío de la dupla Domínguez-Aguilar. Vázquez recupera el centro del campo que hizo resurgir al Deportivo mientras Aguirre pierde a sus dos hombres de confianza para combatirlos. La supervivencia de los gallegos se gestará en la medular.
Ojo a: Joan Verdú. “Si algún equipo quiero que se salve es el Deportivo”. Palabras pronunciadas por el exdeportivista, pichichi del Espanyol con 9 tantos y que anotó el gol decisivo que le dio a los pericos su último triunfo en Riazor en 2009.
El dato: Será el partido número 13 que disputen Abel Aguilar y Juan Domínguez dominando la medular del Deportivo. Hasta la fecha los herculinos solo han perdido uno de los 12 partidos anteriores con el gallego y el colombiano en la medular.
Alineaciones probables:
Deportivo: Aranzubia; Manuel Pablo, Zé Castro, Aythami, Sílvio; Bruno Gama, Abel Aguilar, Juan Domínguez, Pizzi; Valerón y Riki.
Espanyol: Casilla; Javi López, Colotto, Raúl Rodríguez, Víctor Álvarez; Simao, Baena, Tejera, Wakaso; Verdú y Sergio García.
Árbitro: Muñiz Fernández (Colegio asturiano)
Estadio: Riazor
Hora: 17.00
TV: GolT/Canal + Liga