Llegaba el Deportivo al encuentro ante el Elche con dos preocupaciones principales. Cómo reaccionaría el equipo a la llegada de un rival de menor entidad que los anteriores y si se notaría la baja de Quique González. Esto último se encargó de resolverlo Carlos Fernández. En su primera gran noche como deportivista, el sevillano aportó todo lo que el pucelano le da al juego y además estuvo finísimo de cara al gol. Los de Natxo suman un nuevo triunfo en Riazor (4-0) y continúan en persecución del Málaga.
- Fun polo aire, vin polo vento. Ambos equipos parecieron contagiarse de la desapacible noche coruñesa. Como el viento, el duelo fue a ráfagas y al Dépor le costó controlar el inicio del encuentro más de lo que le gustaría. Tuvo llegadas pronto, y claras, pero también concedió algunas contras que no acabaron en gol por poco. José Juan salvó un buen disparo de Carlos Fernández y Álex Bergantiños evitó en el último segundo un remate franco de Javi Flores en el punto de penalti.
- Primera cita. A partir del cuarto de hora los de Natxo se hicieron ya con la pelota, lo que llevó al Elche a meterse con los 11 jugadores cerca del área. No encontraban huecos los blanquiazules más allá de lanzamientos lejanos, en parte por la falta de química entre Carlos y Christian Santos. Era la primera vez que bailaban juntos y al sevillano no se le vio tan cómodo como jugando con Quique. Tampoco ayudó el venezolano, tan desacertado a la hora de descargar los balones que recibía de espaldas como en los remates que tuvo a su alcance.
- El laboratorio de Natxo. Hacía semanas que no le funcionaba la estrategia al conjunto blanquiazul. Natxo era consciente y la semana pasada ya mostró una vuelta de tuerca ante el Málaga. La posición de partida en cada saque de esquina era una fila a modo de tren con todos los jugadores que acudían al remate. No sacó provecho contra los andaluces, pero sí lo hizo ante el Elche. Además con una variante que revela el gran trabajo del técnico en Abegondo. Antes de sacar, la fila se deshizo y cuatro deportivistas poblaron el área pequeña. Carlos Fernández apareció en el primer palo para rematar el buen centro de Krohn-Dehli.
- A ver qué tienes. Siempre con la duda de cuánto permites tú y cuánto te obliga el rival, el Dépor comenzó la segunda parte como con la intención de invitar al Elche a mostrar sus cartas. El conjunto ilicitano recogió el guante, pero al mismo tiempo dejó un solar entre su línea defensiva y el portero. Y los de Natxo mataron a la contra. Pudieron hacerlo antes, pero Carles y Carlos mandaron a las nubes dos remates claros. Se resarció el sevillano minutos después con una jugada de antología. Rompió a dos rivales, caño incluido, para meterse en el área y mandó a José Juan al palo largo mientras colocaba el balón a la corta.
- La guinda. El encuentro había llegado ya a la orilla y un minuto después José Juan se encargó de darle el último empujón. El portero resbaló cuando iba a despejar el balón y le dejó a Carlos el hat-trick en bandeja. Bajó los brazos el conjunto visitante, que contemplaba cómo el Dépor no respetaba la bandera blanca. Primero con Carlos, que buscó el cuarto hasta que lo cambiaron. Luego con Borja Valle. El berciano salió con hambre tras más de un mes parado y en apenas cinco minutos lo retomó donde lo había dejado en Tenerife: con otro tanto que ponía la guinda a un partido redondo.
FICHA TÉCNICA
RC Deportivo: Dani Giménez; David Simón (Somma, min.79), Domingos Duarte, Marí, Saúl; Expósito, Bergantiños, Carles Gil, Krohn-Dehli; Christian Santos (Borja Valle, min.77), Carlos Fernández (Pedro, min.84).
Elche CF: José Juan; Tekio, Verdú (Zotko, min.79), Neider, Juan Cruz (Redru, min.66); Manuel (Nino, min.59); Chuca, Xavi Torres, Javi Flores, Borja; Benja.
Goles: 1-0, min.38: Carlos Fernández. 2-0, min.61: Carlos Fernández. 3-0, min.63: Carlos Fernández. 4-0, min.83: Borja Valle.
Árbitro: Pizarro Gómez, comité madrileño. Amonestó a David Simón en el Dépor y a Nino y Neider en el Elche.
Incidencias: Estadio de Riazor, 17.159 espectadores. Partido correspondiente a la jornada 9 de Segunda División. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas por las inundaciones de Mallorca.