Finalizó el campeonato, y es el turno de valorar la actuación de los jugadores que llegaron a lo largo del último año al Deportivo, entre los cuales hubo grandes sorpresas positivas y otras bastante más amargas. Comenzamos con el repaso a los fichajes:
Tyton: el portero polaco aterrizó en Alvedro con la intención de aumentar la competencia en la portería y ponerle las cosas difíciles a Germán Lux. A pesar de comenzar la temporada como meta suplente, los malos resultados del equipo hicieron que Garitano terminase por darle una oportunidad, pero sin embargo nunca dio muestras de ser un guardameta especialmente ágil y capaz de mejorar el nivel de ‘Poroto’, y finalmente regresó al banquillo. La no renovación de Lux podría darle una nueva ocasión de demostrar su valía.
Rubén Martínez: el arquero gallego decidió aprovechar la oportunidad de regresar a su tierra, siendo conocedor de que no iba a tenerlo fácil y que seguramente su rol sería el de tercer guardameta. Y así fue. Sin embargo, en los escasos minutos que pudo disputar en la Copa del Rey, demostró no tener nada que envidiarle a sus otros dos compañeros, y su buen trabajo en la segunda parte de la temporada -en la que estuvo cedido en Bélgica- podría abrirle las puertas a formar parte del plantel herculino en la nueva campaña.
Roef: entró dentro del intercambio de cromos con el Anderlecht en la cesión de Rubén, y su rol fue el mismo que el del portero de Coristanco. Tuvo la ocasión de debutar en el último encuentro de LaLiga, y desde la Plaza de Pontevedra no descartan su continuidad viendo el buen trabajo realizado en los entrenamientos.
Albentosa: el central fue una petición expresa de Gaizka Garitano, quien no dudó desde el minuto uno en darle la titularidad por delante de Alejandro Arribas. Sin embargo, con el paso de las jornadas, el defensa madrileño terminó robándole el sitio debido a su irregular rendimiento. Poderoso en el juego aéreo, se mostró inseguro con el balón en los pies, y cometió errores de bulto que terminaron costando puntos al Deportivo. El propio futbolista reconoció no haberse sentido «todo lo querido que en otros sitios» y pese a tener contrato su permanencia en el club está en el aire.
Bruno Gama: el regreso del portugués entusiasmó a todo el deportivismo que todavía tenía en la retina al enorme interior que durante dos temporadas consiguió deslumbrar en Riazor. Pero lo cierto es que el luso no consiguió ser ese mismo interior rápido y regateador que tanto había entusiasmado, y salvo ante el Barcelona, donde sí se pudo ver un Bruno como el de antaño, su temporada en general fue decepcionante.
Emre Çolak: la calidad del turco y su buen trato con el balón hizo en muchos partidos las delicias de la grada, que veían en el zurdo madera de un nuevo líder desde la mediapunta. Desde ese posición fue desde donde mostró su mejor versión, pero lo cierto es que también se mostró demasiado irregular y alguna salida de tono tanto con Garitano como con Mel le impidieron gozar de la continuidad necesaria para convertirse en un hombre de peso sobre el césped. A pesar de ello, ha sido uno de los fichajes más destacados.
Borja Valle: el polivalente y joven jugador era sabedor de que no iba a tener fácil disponer de minutos en tierras coruñesas, y en el mercado de invierno salió cedido al Elche, donde sí dio un gran nivel y recordó el porqué de su fichaje por el Deportivo. Antes, solo dispuso de 203 minutos en Liga insuficientes para saber si era o no jugador para la máxima categoría del fútbol español.
Guilherme: el centrocampista brasileño llegó con el cartel de mediocentro con buen pase y «disparo desde fuera del área», si bien esta segunda cualidad no la pudo demostrar demasiado en A Coruña. Pese a ello, logró quitarle la titularidad a Pedro Mosquera, y dejó muestras de ser un futbolista luchador y con capacidad de recuperación. Una de las notas positivas esta temporada, y con serias opciones de seguir como blanquiazul y en propiedad el próximo campeonato.
Carles Gil: las lesiones le impidieron gozar de más minutos de los que seguramente merecía, ya que el zurdo jugador dejó claro sobre el césped que era uno de los hombres con más calidad de la plantilla. Buen pase, desborde y capacidad de asociación, el valenciano fue de los más brillantes en ataque a la hora de crear fútbol. Pertenece al Aston Villa, y sin duda, sería un lujo para los herculinos poder contar con él otro año más.
Ryan Babel: llegó tarde y fuera de forma, pero desde el primer balón que tocó dejó claro que se trataba de un jugador distinto y con un nivel superior al resto. Poco a poco fue poniéndose a tono y en solamente once duelos ligueros anotó cuatro goles jugando como extremo izquierdo. En el invierno se fue al Besiktas y dejó un profundo vacío en el conjunto deportivista.
Kakuta: el francés ex del Chelsea llegó con la misión de hacer olvidar al holandés Ryan Babel, pero su estado físico lastró su participación y pese a su poderosa técnica su actitud y sus problemas de disciplina hicieron que acabase fuera de los terrenos de juego. Una gran decepción teniendo en cuenta la calidad que se le sobresuponía.
Ola John: su fichaje en el mercado de invierno se realizó para que el entrenador tuviese más alternativas en ataque y dispusiese de un nuevo futbolista con desborde. No gozó de muchos minutos, y en los que tuvo, fue incapaz de aportar soluciones al juego del equipo.
Marlos Moreno: el colombiano, pese a su juventud, llegó con el cartel de ‘chico maravilla’ recién fichado por el City de Guardiola, pero su estadía en Riazor no pasará a la historia. Lo intentó todo lo que pudo, pero no fue capaz de desbordar casi nunca y tampoco pudo anotar ni un solo gol como deportivista. Una cesión poco productiva para ambas partes.
Joselu: la salida de Lucas Pérez a última hora obligó al Deportivo a buscarle un sustituto. El de Silleda, por características no se podía comparar con el goleador coruñés, pero a priori parecía una buena opción para complementarse con el rumano Andone. El ex del Celta se rompió en la jornada 3 tras una brutal entrada de Raúl García, y no regresó a los terrenos de juego hasta dos meses y medio más tarde. Se mostró incómodo uando no estaba cerca del área, y su aparente apatía en algunos partidos provocó los silbidos de una hinchada con la que terminó enfrentado. Se esperaba más del delantero gallego.
Florin Andone: una de las mejores noticias del Deportivo en esta recién finalizada temporada. Con 23 años y en su ‘re-debut’ en Primera, consiguió la nada despreciable cifra de 12 goles y demostró ser un ariete luchador y con ganas de mejorar. A día de hoy es uno de los principales activos del conjunto coruñés.