El preparador blanquiazul protestó contundentemente ante el papel de Gil Manzano en San Mamés. Además, alabó el trabajo de su equipo y de la afición herculina.
El entrenador del Deportivo, Víctor Sánchez del Amo, no pudo ocultar su indignación con el arbitraje de Gil Manzano tras el empate a un tanto de su equipo en San Mamés.
«Es una sensación difícil de explicar porque el esfuerzo que ha hecho el equipo con tantas adversidades, siendo capaz de superarlas, te genera esa sensación de satisfacción. Pero también hay mucha contrariedad porque nos sentimos muy injustamente tratados con las decisiones del árbitro. No nos gusta decirlo ni quejarnos, pero se nos ha anulado un gol absolutamente legal y se nos apuesto el partido complicadísimo. La primera falta a nuestro favor ha llegado en el minuto 30. No sé cuántas veces he contado de que han empujado a Oriol antes y no se pitó ninguna», dijo.
En este sentido, el preparador madrileño explicó que Álex Bergantiños -al que se le anuló el gol- «comentó a todos en el vestuario que en ningún momento empujó» a Mikel Rico, sino que fue «una disputa de las que hay cientos en cada partido».
Víctor también se quejó del tiempo añadido de tres minutos en el segundo tiempo, algo que le pareció «el colmo». «El equipo rival estuvo perdiendo tiempo toda la segunda parte. Me parece de risa, como que le quieren tomar el pelo a uno», agregó.
Por otro lado, el ‘míster’ deportivista quiso «agradecer mucho el apoyo de toda la gente que se desplazó» desde A Coruña, así como «de los que se quedaron en casa y seguro apoyaron hasta el final».
Además, Del Amo se mostró satisfecho de que sus hombres consiguiesen generar peligro a balón parado en San Mamés, aunque lamentó «que también se haya encajado uno» en una situación que «estaba controlada» por él y por sus jugadores.
Valverde: «No hemos sabido interpretar lo que había que hacer al final»
El técnico del Athletic manifestó que sus hombres no supieron «interpretar» cómo jugar ante el Deportivo en los últimos minutos, cuando llegó el tanto de la igualada visitante.
«Ellos estaban jugando con muchísima gente arriba. El partido de hoy para ellos era, quizás, definitivo y estaban jugando casi con una línea de seis. Ellos son un buen equipo, a pesar de que estén abajo, y tienen dos delanteros buenos que nos crearon problemas. No supimos interpretar lo que teníamos que hacer en los últimos minutos ni fuimos capaces de matar el partido», explicó.