El central apareció en la última jugada del partido para empatar de cabeza y sacar al Dépor del descenso. Antes, Gil Manzano había anulado un gol legal a Bergantiños. (1-1)
Como muestra de confianza al equipo que había merecido la victoria ante el Villarreal, repitió once Víctor Sánchez del Amo en la visita del Deportivo al Athletic Club que se antojaba clave en la búsqueda de la salvación, sobre todo tras la victoria del Granada que dejaba a los herculinos penúltimos. Por tanto, los dos capitanes se repartieron los laterales con Juanfran y Luisinho por delante; ante un conjunto local que salía con su principal estrella, Aritz Aduriz, acompañada en punta de Borja Viguera.
Pese a que durante la semana se había repetido una y otra vez la trascendencia del choque, salió dubitativo el Deportivo, replegado en campo propio y sin ser capaz de generar peligro en la primera media hora. Por contra, los vascos rondaban el área a base de cargar el juego por las bandas y centrar al área. En uno de esos balones colgados, Laporte se impuso a Borges en el segundo palo y Aduriz apareció en el punto de penalti para cabecear a bocajarro y batir a Fabricio. Una vez más en esta nefasta racha de más de catorce partidos sin ganar, los gallegos arrancaban por debajo en el marcador.
Sin embargo, tras el 0-1 sí empezaron a reaccionar los blanquiazules, sobre todo gracias a la labor de Bergantiños en el centro del campo, que elevó la presión y metió varios pases peligrosos entre líneas -en uno de ellos solo la rápida salida de Herrerín evitó que Oriol Riera se plantara solo en el área-. Justo antes de llegar al 30 de partido, Luisinho protagonizó la ocasión más clara de la primera mitad, al recortar hacia dentro y disparar ligeramente desviado después de un balón bajado de cabeza por Manuel Pablo.
Para finalizar la primera parte, apareció Gil Manzano, acusado de ser peñista del Athletic, para convertirse en triste protagonista al anular un gol legal de Álex Bergantiños por una supuesta falta sobre Mikel Rico que nunca existió. De hecho, no le pareció ni a los jugadores locales, que ni levantaron la mano para pedir infracción del rubio.
Tras la reanudación, siguió igualado el partido pero con el Deportivo llevando más la iniciativa ante un Athletic que esperaba para matar a la contra. Pero pese a tener más la pelota, no consiguieron generar peligro los gallegos durante un cuarto de hora así que Víctor decidió mover el banquillo: dentro Salomão y fuera Manuel Pablo. Sin que el luso tuviera tiempo para mejorar a su equipo y justo después de que Fabricio salvara el 0-2 ante Aduriz; fueron Cavaleiro y Postiga los que ingresaron por Oriol Riera y Juanfran, ambos muy desacertados.
Con los cambios, siguió la misma tónica de muchas interrupciones y poca continuidad, y solo a balón parado generó peligro el Dépor. En la más clara, a punto estuvo Postiga de encontrar el gol pero un defensor se le adelantó en el último suspiro bajo la línea.
Ya con prácticamente todo el equipo arriba y con la sensación de que el Deportivo tenía casi los dos pies en Segunda División, un balón colgado al área en el último suspiro fue cabeceado a la red por Alberto Lopo para hacer estallar los hogares de A Coruña y la grada visitante de San Mamés, en la que los aficionados blanquiazules nunca pararon de animar. Con este punto, los gallegos empatan a 31 puntos con Eibar y Granada y se sitúan fuera del descenso.
Athletic: Herrerín; De Marcos; Etxeita, Laporte, Balenziaga; San José, Beñat (Unai López, min. 72), Mikel Rico (Iturraspe, min. 86); Viguera (Susaeta, min. 46), Williams y Aduriz.
Deportivo: Fabricio; Laure, Lopo, Sidnei, Manuel Pablo (Salomão, min. 63); Juanfran (Cavaleiro, min. 71), Álex B., Borges, Luisinho; Lucas y Oriol Riera (Postiga, m. 71).
Goles: 1-0, Aduriz, min. 14. 1-1, Lopo, min. 93.
Árbitro: Gil Manzano, del comité extremeño. Mostró tarjeta amarilla a Laporte, Aduriz, De Marcos, Postiga, Lucas, San José, Borges y Lopo.