El entrenador madrileño alabó el trabajo de sus jugadores durante las últimas semanas y se mostró «encantado por poder disfrutar con la afición» de la permanencia, ya que para él es la «mejor hinchada del mundo».
Víctor Sánchez del Amo llegó a principios de abril para salvar a un Deportivo hundido en lo futbolístico y en lo anímico y, tras mucho sufrimiento, lo logró. ¡Vaya si lo logró! Tras remontar un 2-0 en el Camp Nou y asegurar la permanencia en Primera División, el técnico madrileño compareció feliz en la sala de prensa del recinto blaugrana, donde por encima de todo quiso alabar el trabajo de sus jugadores.
«Alegría y felicidad por los futbolistas, que han trabajado muchísimo. Todos nos daban por muertos, se miraba al calendario y se decía que era imposible, pero los jugadores nunca se han rendido. Nuestra afición tiene un cántico que dice ‘Esta hinchada nunca se rinde’, y nosotros le hemos sumado que este equipo tampoco se rinde», manifestó.
El preparador blanquiazul indicó que para él este momento es todavía más especial por «la vinculación emocional» que tiene con el club coruñés, y dijo sentirse «un privilegiado por entrenar a este equipo». «Esto es inolvidable y muy especial. Soy deportivista, así que alegría total», explicó.
Una de las claves del encuentro y de toda la temporada para Víctor fue el mensaje positivismo que siempre transmitió el entrenador. «Recuerdo en la previa que me hicieron alguna pregunta sobre la tensión, sobre cómo manejarla antes del partido. Dije que para nosotros no era un partido a vida o muerte, sino que era una oportunidad fantástica poder vivir partidos como éste», indicó.
Por otro lado, Víctor no quiso olvidarse de la afición, que siempre ha acompañado al Deportivo durante esta campaña a pesar de las dificultades que hubo. «Nuestra afición es una de las mejores del mundo, para nosotros la mejor. Encantados por disfrutarlo con ellos», agregó.
Preguntado por el partido en sí, el ‘míster’ blanquiazul reconoció que el Barcelona sorprendió a sus jugadores al principio del choque en una jugada que «se había hablado», aunque a lo largo de la semana «se trabajaron situaciones pensando que el partido podía ir mal para tener un plan B», algo que finalmente le dio resultado.