En enero de 2021 el Deportivo echaba mano de Diego Villares en el mercado de invierno cuando Abanca decidió poner freno a la inversión en el proyecto de Fernando Vidal y Richard Barral. Desde entonces, el centrocampista de Vilalba no ha parado de crecer en el club y de superar fronteras. La última la ha dejado atrás en este 2022, sumando a su gran repertorio de recursos un acierto goleador que lo coloca como segundo máximo realizador del equipo en lo que va de temporada.
Villares fue clave con Rubén de la Barrera para que el Dépor mantuviera su derecho a participar en Primera Federación. A pesar de los refuerzos de ese verano, el canterano logró hacerse un hueco en los planes de Borja Jiménez y ser uno de los imprescindibles en el equipo que se quedó a un paso del ascenso. Renovó y adquirió galones, pero le seguía faltando encontrar el camino a la portería contraria.
Todo cambió el pasado mes de mayo, cuando Diego Villares logró marcar su primer gol con el Deportivo en el triunfo ante el Tudelano. Y en estos últimos meses ha llegado la confirmación. Todavía con Borja Jiménez en el banquillo, marcó dos goles en apenas cuatro días ante Celta B y Talavera, dejando intuir un rol más llegador para el presente curso.
Óscar Cano, rendido a Diego Villares
Con el relevo en el puesto de entrenador, el gallego tuvo que convencer a un Óscar Cano que ya ha reconocido su sorpresa con el rendimiento de Villares con el paso de las semanas. No le ayudó una lesión muscular que lo apartó de los terrenos de juego. Pero su regreso ha sido igual de impactante. Partir desde más atrás no ha limitado su olfato como demostró ante el Racing de Ferrol y también contra el Ceuta en el último partido del año.
Con más goles ‘de los que debería’
En principio, todos los goles tienen el mismo valor. Pero si vamos a los datos, los de Diego Villares están siendo de gran mérito debido a lo poco que está necesitando para marcar. Los cuatro tantos que acumula el de Vilalba han llegado en apenas 9 remates esta temporada. Su índice de goles esperados (xG) es de 1,83 en estos 17 partidos, lo que refleja su sobresaliente eficacia, haciendo dos dianas más de las que se le presuponían.
Por ponerlo en perspectiva, el ejemplo opuesto es el de Mario Soriano. El madrileño está empatado en el segundo escalón en la lista de goleadores, también con cuatro goles, pero en su caso debería haber sumado varios más. Su expectativa de gol en lo que va de liga es de 4,97, pero no ha estado acertado ante la meta rival.