1. Empate con sabor a derrota del Deportivo frente al Levante. El conjunto que dirige Juan Ramón López Muñiz pudo rehacerse, esta vez con un jugador más sobre el terreno de juego, y empatar el 2-0 inicial. Ya sucedió en la ida en el Ciutat de Valencia pero a la inversa (allí fue el Levante quien estuvo con 10). Cuatro puntos que se escapan para el Dépor frente a un rival directísimo. Un mazazo para los de Cristóbal.
2. El análisis inicial debe ser que no se ganó un partido que debía ganarse ante un rival alicaído y delante de tu propia afición. Eran tres puntos que no se debían escapar de A Coruña y quién sabe si el Dépor los echará en falta a final de temporada. Era un partido para cambiar la tendencia, para coger moral y confianza, además de vuelo en la tabla clasificatoria. Era una oportunidad única… y no se consiguió.
3. Pero el análisis también debe hacerse teniendo en cuenta las situaciones que acontecieron sobre el terreno de juego. Es decir, también se debe analizar teniendo en cuenta la expulsión de Celso Borges a la media hora de partido y los más de 60 minutos que el Dépor tuvo que jugar con un hombre menos. Y ahí es cuando el Dépor merece más reconocimiento que críticas. El Dépor mostró orgullo y coraje, corrió como si no hubiese un mañana y no dio la sensación de estar en inferioridad hasta los últimos 10 minutos de partido.
4. Todo el deportivismo es consciente de que el resultado no es positivo, pero creo que hay aspectos que destacar y que rescatar. La expulsión de Borges obligó al equipo a unirse, a apoyarse, a animarse, a fortalecerse desde la solidaridad con el de al lado. O corrían por el compañero o la muerte estaba asegurada. La expulsión les obligó a hacer lo que deben hacer para salvarse esta temporada: unión. A nivel personal valoro esto como un gran paso.
5. El partido tuvo su antes y su después con la expulsión de Celso Borges, una decisión la del colegiado asturiano Pablo González Fuertes cuanto menos discutible. Las dos tarjetas por separado parecen claras, pero la primera pudo haberse evitado teniendo en cuenta que era el minuto 3 de encuentro. Hay que saber entender el reglamento y también interpretarlo.
6. Tras la salida de Celso Borges del campo y cuando Valverde esperaba para entrar junto al cuarto árbitro, todos pensamos en Carles Gil como el relevo más natural para darle equilibrio al equipo. Los 10 para defender y Andone, Adrián y Lucas para atacar. Sin embargo, en el cartelón apareció el ‘7’ de Lucas Pérez. Cristóbal decidió relevar al delantero coruñés y dejar en el campo al valenciano. Muy noticiable esta situación: había cuatro opciones de cambio y el elegido fue el fichaje más prometedor de este verano. El gol de Andone, diez minutos después, en un pase maravilloso de Carles Gil quizás le dio la razón al técnico.
7. El último cambio, no obstante, me pareció desafortunado. No porque entrase en el campo Fernando Navarro, con buenas cualidades defensivas, sino por quitar un foco en ataque en el que el Levante debía fijarse. Con Adrián tirado a la derecha muy pendiente de Antonio Luna, se quedó Florin Andone como único hombre temible para la defensa granota. Con la entrada del ‘3’, el Dépor dejó de estirarse, de amenazar y comenzó a sufrir.
8. Impecable partido de Florin Andone. El delantero rumano fue el mejor del Dépor en un encuentro de muchísima tensión competitiva. Son los partidos que más le gustan. Ahora cuenta con toda la confianza de Cristóbal y se lo está devolviendo con trabajo y con goles. Sus palabras postpartido denotaban frustración y creo que a la larga pueden ser una crítica constructiva para el equipo.